Diario El Mundo

  Clic para ir a la portada

El Recuadro   

 Antonio Burgos
Pinche para conectar en El Mundo en Internet Ir a la pagina principalPágina principal-Inicio
El Mundo de Andalucía,  martes 4 de noviembre del 2003

  ¿QUIÉN HACE ESTO?    Abel Infanzón de hoynewchico.gif (899 bytes)          


ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Los de Estoril

Cuando dieron la noticia pensé inmediatamente en Don José. Me pasó como a Angelita, que me llamó para lo mismo:

-- ¿Has visto lo del Príncipe de Asturias? ¿Qué dirá Don José?

No he llamado a Don José. No he hablado con Don José. No he llamado a su hijo Fernando, para que me diga qué piensa su padre. Me lo imagino. Y me pongo en lo peor. Un matrimonio morganático en un horizonte de divorcio: sé perfectamente no sólo lo que Don José piensa, sino, lo que es más triste, lo que Don José siente.

Don José es uno de los desconocidos sevillanos de Estoril. Hubo un tiempo de negaciones y lágrimas de las libertades en que la esperanza de la democracia estaba en Estoril. En una casa sevillanísima de Estoril. Tan sevillana, que se llamaba "Villa Giralda". El Duque de Alcalá había mandado allí el azulejo que compró en el derribo del Puesto de Fernando, en Guadaira, con la salida de las carretas de Triana y con Doña María, la hija del Infante Don Carlos, a caballo. Doña María vivía en aquella casa de Estoril, que era como un chalecito del Sector Sur. No crean que gran palacio. A pesar de que allí vivía el que para Don José y para muchos españoles era nuestro Rey: Don Juan de Borbón y Battemberg, el Conde de Barcelona.

Como en la copla, el camino de Sevilla a Estoril no criaba yerba. Don José y muchos como Don José estaban todo el día metidos en carretera, yendo a ver y a asistir al Señor. El Señor era el Rey. Era Don Juan. En el chalé elevado a la condición de Palacio por la esperanza de la restauración de las libertades en la Corona, aquellos sevillanos tenían la virtual grandeza de España de estar de semana con el Señor. Estaba José María de semana, estaba Pablo de semana. Sus haciendas, su tiempo, su ilusión, todo lo entregaban al Señor. Más de uno hubo que se arruinó, y no en las cercanas mesas del Casino de Estoril, como dicen las malas lenguas, sino paga que te paga facturas para la intendencia de palacio.

Y por si todo aquello fuera poco, en la Casa de Pilatos establecieron el Círculo Balmes. Ahora se ven ya amarillas aquellas fotos, de la directiva del Balmes cumplimentando al Rey en Estoril. Allí está Don José, junto a su Señor, justo lo contrario del Cid del Caballo de la Pasarela: qué buen vasallo y qué buen Señor. Cada domingo, en la Casa de Pilatos, se hablaba en Sevilla, y que conste que eran los duros tiempos de la dictadura de Franco, del sistema parlamentario, de la libertad sindical, de la libre imprenta. Don José daba la cara presidiendo aquellas conferencias y presentando a los oradores, rojos peligrosísimos para la Social. Para que ahora digan algunos que sólo ellos estaban contra la dictadura.

Luego vino ya la Historia sabida. Llegó 1975. Nunca sabremos si fue Restauración o Instauración, dilema de entonces en el Círculo Balmes. La realidad era que Don Juanito era ya Rey de España y que teníamos dos por el precio de uno, Don Juan en Estoril y Don Juanito en Madrid, hasta que llegó la generosa renuncia del Conde de Barcelona. Todo aquello lo contempló Don José con el gozo del corazón, mas en el olvido. Se abrieron los salones de Palacio, los jardines del Alcázar en días de santos, y Don José nunca fue llamado a nada. Donde tenían que acordarse, nadie se acordó de Don José, quien sabía que la Institución, como a don Pedro Sainz Rodríguez, le había pagado con su moneda de oro: nada.

Comprenderán ahora por qué Angelita y yo nos acordamos de Don José. Sabemos que a pesar de sus tristezas, Don José, en el perenne silencio de su lealtad, se alegra al ver a esta Monarquía, que no aquella, defendida por las encuestas abrumadoras y no sólo por los meritísimos sevillanos de Estoril.

Sobre la boda del Príncipe de Asturias, en El RedCuadro 

La burbuja mediática, coronada

Romance de la Reina Letizia

Sobre Estoril y el Conde de Barcelona en El RedCuadro

De Estoril a Atenas

La Reina de Estoril

La Condesa de Barcelona, una bética en Estoril

En Estoril no se cabía

Café para una Infanta carlistas


Clic para ir a la portada  

Hemeroteca de artículos en la web de El Mundo

Biografía de Antonio Burgos  

Libros de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés

Libros de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta - 


Correo Correo


ABEL INFANZON "LA ESE 30"

PUNTAS DEL DIAMANTE

 


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet

 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.

 

 

 

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio

Regresar a la pagina principal