|
No
sé si serán espectadores habituales de "Tómbola". Yo sí. No se
me caen los anillos por reconocerlo ni me considero adicto a
ningún tipo de planta de transformación de basura en adormidera
social. Tan adormidera como la TV basura es la polémica sobre
las armas de destrucción masiva, y miren lo bien que le viene al
partido que pactó con Carod, el que toma cafelitos con la ETA
como Juan Guerra los tomaba con los del maletín. Veo "Tómbola",
porque el programa de Chimo Rovira, al lado de las basuras al
uso, es la BBC. Y si son habituales de "Tómbola" verán que
quienes más cámara chupan no son los tertulianos habituales, ni
los invitados a la escena del sofá. Ni el propio Rovira, que por
cierto no sé si es primo de Carod Ídem. Quienes más salen en
pantalla son las tres señoras del público que en cada programa
se sitúan justo detrás de Chimo. Como el programa dura tanto,
acabamos siendo íntimos amigos de estas tres señoras. Son como
un coro griego. ¿Que Chimo se ríe? Ellas se ríen. ¿Que Chimo se
pone serio para cortar una trifulca o un borderío? Ellas se
ponen más serias aun. ¿Que Chimo pone cara de espanto? Para
espantos, el suyo de ellas.
En los mítines políticos han copiado este
fondo de las tres gracias de Chimo Rovira. En las campañas hay
modas, y en la presente se llevan los candidatos en chaquetón de
cuero y los mítines con un escenario azul o blanco con bancadas
al fondo, donde sientan a gente para que salga en los
informativos tras el candidato. En anteriores campañas existían
ya esos fondos, mas ponían a los llamados ciudadanos de a pie,
todos los cuales por cierto suelen ir en coche, en metro o en
autobús. Militantes de partido que daban la imagen que convenía
transmitir en cada caso, gente joven, jubilados, estudiantes o
un rebujito de todo. Ahora la moda es poner en ese Fondo Sur a
caras conocidas. Habla Rajoy y detrás están Arenas, Rato, Pilar
del Castillo. Habla Zapatero y detrás están Blanco, Chaves,
quizá Bono si toca amplio espectro. Son altamente útiles estos
fondos de mítines, estos decorados humanos, estos forillos de
caras y caritas para ocultar paisajes conocidos y transmitir
imágenes de cohesión. A Rajoy no se le ocurría por nada del
mundo poner en el fondo de mitin a Alvarez Cascos con la que
está cayendo. Si detrás de Rajoy saliera Trillo al fondo, nos
evocaría un paisaje iraquí de armas de destrucción masiva,
lagarto, lagarto. Zapatero se cuida mucho de que Maragall nunca
salga en su fondo de mitin, para que no nos acordemos de Carod
ni de con quién se toma Carod los cafelitos. Lo que me extraña
es que hasta ahora no haya salido nunca González en un fondo de
mitin de Zapatero, con lo que le gusta tirarse de espontáneo
cuando se lo permiten sus altas obligaciones sudamericanas. Y
luego hablan de Rebeca, la pobre niña dominicana con dos cabezas
que ha muerto en la operación de separación. Zapatero va por la
vida con dos cabezas, o tres, o cuatro, y no corre el menor
riesgo. Ora lleva a González unido a su cabeza, ora a Maragall,
ora a Rodríguez Ibarra. Nos queda el dilema de Antonio Machado:
de las dos cabezas, saber cuál es la que embiste y cuál es la
que piensa.
Hemeroteca de
artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -
Correo
|