ara
que el cielo no vea en la noche de San Juan
cómo comparten su pan, su mujer y su galán gentes de cien mil
raleas.
Joan Manuel Serrat:17 RABONAS.-
Al norte de Sierra Morena son novillos. Al sur, rabona.
Contradicciones de la lengua. En la tierra donde más novilladas
se dan, a los novillos les dicen rabona. Alberti usa esta
palabra para recordar las que hacía en su colegio jesuítico.
Manuel Marín ha institucionalizado ahora la rabona en el
Congreso de los Diputados, y ha dado vacaciones a sus señorías
en el día de San Juan. Con la rabona parlamentaria, los
diputados catalanes y valencianos pueden dedicarse a todo lo
suyo. Agravio se llama la figura. Hay muchos más diputados
devotos de la Virgen del Rocío que de San Juan el de las
hogueras. Y el Lunes de Pentecostés, a la hora en que los
almonteños, tras saltar la reja, llevan a la Blanca Paloma por
la marisma, los diputados del universo rociero todo, de Alcalá
de Henares mismo, han de saltar al avión o al Ave para estar en
el Congreso, que les han puesto comisión. No hay derecho. ¿Quo
usque, Ezquerra, vas a seguir mandando hasta en el almanaque de
fiestas parlamentarias? Hasta que no haya 17 rabonas
parlamentarias oficiales, una por cada una de las fiestas
patronales autonómicas, ni aquí habrá simetría ni aquí habrá
nada.
LOS PELAYOS.- Así se escribe la
Historia. La Historia de la canción y del cine. Cuando EL MUNDO
entregó aquellos discos con la historia de las coplas en
libertad de los cantautores de los últimos 60 y los 70 del siglo
XX, media colección estaba producida por Gonzalo García Pelayo.
Sin Gonzalo, la canción en España hubiera sido otra cosa. El
fue, por ejemplo, quien descubrió y lanzó a Carlos Cano. Y luego
Gonzalo intentó un cine andaluz, llevando a la pantalla el "Manuela"
de Manuel Halcón y los diálogos frente al mar de Vaz de Soto.
Pues nada: ni a la Historia de la Canción ni a la Historia del
Cine. Gonzalo ha pasado a la Historia de la Ruleta, como
inventor del Clan de los Pelayos. El Supremo le ha echado tapete
negro al Casino de Madrid y dado la razón a los Pelayos. Yo he
echado tapete negro, ay, a la historia de los cantautores de
España.
VIOLENCIA DE SEXO.- Lo dijo primero la
Real Academia Española y lo vuelve a decir, con su informe
crítico, el Consejo del Poder Judicial. No es "violencia de
género", es "violencia de sexo". Género tienen las palabras:
masculino, femenino y neutro. Los seres humanos tienen sexo. El
único género que tienen los seres humanos es el género de punto:
la rebequita en el caso de sexo femenino; el chaleco de cuello
alto en el caso de sexo masculino. Pero, ay, decir "violencia de
género" parece más progre que hablar de la violencia de sexo. Y
las contradicciones de la lengua al uso: en cambio, lo progre es
hablar de "igualdad de sexos", nadie dice "igualdad de géneros".
La igualdad de géneros la dejamos para el tacto y comparación de
las prendas que vamos a comprar ahora cuando empiecen las
rebajas de julio. Que en la política comenzaron el 14 de marzo,
por cierto.