- Los
                        ángeles marineros
 
                      
                      
                      
- que duermen en los veleros
 
                      
                      
                      
- se despertaron
 
                      
                      
                      
- hoy más temprano para anunciar.
 
                      
                      
                      
- a la viña y los lagares
 
                      
                      
                      
- y al viento de los pinares
 
                      
                      
                      
- y a las mistelas
 
                      
                      
                      
- de las bodegas la novedad:
 
                      
                      
                      
- Se produce el sortilegio
 
                      
                      
                      
- que a su colegio vuelve el poeta,
 
                      
                      
                      
- que esta tarde lee sus versos,
 
                      
                      
                      
- sus versos de marinero
 
                      
                      
                      
- en tierras de La Caleta.
 
                      
                      
                      
- Y viene Rafael
 
                      
                      
                      
- donde estaba su infancia,
 
                      
                      
                      
- al colegio otra vez
 
                      
                      
                      
- de San Luis, San Luis Gonzaga.
 
                      
                      
                      
-  
 
                      
                      
                      
- Ha
                        encontrado su alameda,
 
                      
                      
                      
- ha encontrado su recuerdo,
 
                      
                      
                      
- me lo ha dicho una gaviota
 
                      
                      
                      
- que hoy Alberti vuelve al Puerto.
 
                      
                      
                      
- Al Puerto Santa María,
 
                      
                      
                      
- que la tinta de su pluma
 
                      
                      
                      
- la moja en los pozos dulces
 
                      
                      
                      
- de la calle de la Luna.
 
                      
                      
                      
- Y al ángel que así decía
 
                      
                      
                      
- la baba se le caía
 
                      
                      
                      
- al oír ya los poemas,
 
                      
                      
                      
- la clase de geografía
 
                      
                      
                      
- se llena de poesía
 
                      
                      
                      
- azul de mar de su tierra.
 
                      
                      
                      
- Y en sueños de espumas blancas
 
                      
                      
                      
- se sientan en esas bancas
 
                      
                      
                      
- Muñoz Seca y Fernando Villalón,
 
                      
                      
                      
- y canta chirigotas
 
                      
                      
                      
- con las bombas de Rota
 
                      
                      
                      
- el padre superior.
 
                      
                      -  
 
                      
                      
-  
 
                      
                      
                      
- Marinero
                        en su tierra,
 
                      
                      
                      
- no haya más guerra ni más exilio,
 
                      
                      
                      
- como te envidio, Rafael Alberti,
 
                      
                      
                      
- que unen tus versos
 
                      
                      
                      
- a «Cái» y El Puerto como el vapor.