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Carné de autor del Carnaval de Antonio Burgos, con foto disfrazado como Pregonero de 1988

Con Antonio Martín, autor de
la música, y Leonardo Calle, director del Coro de la Viña,
en la Caleta gaditana
El
tango de La Viña resume las verdades del Carnaval
El
director de DIARIO DE CADIZ, José Joaquín León, pronunció
la primera conferencia del ciclo de La Salle-Viña con motivo
de sus bodas de plata
Diario
de Cádiz, 9 de enero del 2001
EMILIO
LÓPEZ.
CÁDIZ. “Un
cuarto de siglo del Carnaval con el coro de La Salle-Viña”
fue el título de la conferencia que pronunció anoche el
periodista gaditano José Joaquín León en el centro cultural
El Palillero.
José Luis Fatou,
coordinador de las jornadas, abrió el acto, en el que
ocuparon lugar destacado el concejal delegado de Fiestas, Juan
Antonio Guerrero, y el presidente de la peña, Manuel Torre.
El también
periodista Evaristo Cantero Alvarez fue el presentador del
conferenciante, que fuera alumno en prácticas de “La Hoja
del Lunes” cuando él la dirigía, en el verano de 1977, y
que recordó aquella etapa de José Joaquin León,
relacionando en broma la fecha de su nacimiento con la
chirigota “Los viejos del 55” para vincularlo con el
Carnaval.
José Joaquín León,
tras agradecer las palabras a su presentador y recordar que en
el verano del 77 ya se gestaba el primer coro viñero, definió
su tango como “la quintaesencia de las verdades del barquero
del Carnaval de Cádiz” y puso un símil taurino para
calificar como maestro a Antonio Burgos, “que fue quien me
hizo cómplice de las verdades profundas del tango viñero”.
A ese respecto
recordó que fue en 1989 cuando “este gaditano nacido en
Sevilla” le enseñara tantos secretos del Carnaval, citando
el coro “Takatá-chin-chin-pom-pom”, con música de
Antonio Martín, con el que la Viña volvió a ganar un primer
premio, siete años después de “Pinocho” y ocho de
“Entre pitos y flautas”, y al que siguieron “Batmonos
que nos vamos”, “A Venecia del tirón” y “Los Pájaros”,
como “aportación importantísima de Antonio Burgos al
Carnaval de Cádiz”.
José Joaquín León
se trasladó después a 1978, “con un Carnaval del pueblo,
como lo quería Cádiz”, en el que la Viña estuvo presente
con “Los liberales de 1800”, que definió como “tipo de
pelotazo para un tiempo nuevo que, a la vez, enlazaba con la
mejor tradición de la ciudad”.
Resaltó que también
ese año se consolidó el Carnaval en febrero, incluso con un
entierro simbólico de las Fiestas Típicas, y por vez primera
el lunes de Carnaval se declaró día festivo.
Después se centró
en la evolución del coro, basándose en el trabajo de
investigación realizado sobre el mismo por José Martínez
Medina, y también la consiguiente evolución del propio
Carnaval durante todo ese periodo, para afirmar que
actualmente da la impresión que la división es un obstáculo
para que evolucione a mejor y destacar que “pienso que sería
un error mantener sin cambios un modelo que se puede
mejorar”.
Habló de la
fidelidad de la gente del coro de la Viña, de la que puso
como ejemplo a Basilio Ruiz, presente en el acto, para el que
pidió el antifaz de oro, y terminó deteniéndose en el tango
de la Viña, citando a Pepe Monforte para destacar que
“suena distinto”.
Por último, hizo
un recorrido del tango por las calles viñeras, desde la
Caleta hasta el colegio lasaliano, en el que termina
afirmando: “ Señores, soy su majestad el tango. Y estoy aquí
porque esto es la Viña; y aquí, en la Viña, hay que
mamar”.