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González dice que el consenso no hace "puta
falta" para designar al candidato a presidente |
Compañeros y compañeras, españoles y españolas todos y todas: vamos a
quitarnos las caretas. De primarias, una y no más, Santo Tomás. De primarias, ni mijita.
Las primarias, para Clinton, y que se las meta por la parte opuesta a la cremallera del
pantalón. Que las primaria las carga el diablo y luego sale lo que sale y a los que salen
les sacan lo que les sacan. Ni consenso ni leches. Aquí el que tiene que mandar es el
puto dedo, que es lo que en España ha funcionado siempre bien.
Y si no, compañeros y compañeras, repasad
conmigo la reciente historia de España. ¿Por qué es Rey Don Juan Carlos? Por al dedo de
Franco. ¿Por qué hizo Suárez la reforma política? Porque el dedo del Rey lo eligió
entre la terna de presidentes, al carajo Areilza. ¿Por qué construí yo el gran partido
de la izquierda para la democracia? Porque me eligió el dedo de Washington y el dedo de
Bonn, cualquier cosa de dedos. ¿Por qué fui yo luego líder de la oposición? Porque me
eligió el dedo de Suárez, anda que no tenía Adolfo práctica, si hasta cobraba trienios
de dedo...
Y a partir de ahí, compañeros y
compañeras, lo que ha funcionado en España ha sido el dedo. Los votantes y las votantas
acuden a elegir listas para el Congreso, para el Senado, para los ayuntamientos... ¿Pero
quién hace esas listas? El dedo de cada partido. ¿Quién dice si va Pepito de número
veinte para hacer bulto o va de número uno para salir? El dedo. Los votantes refrendan
con su voto el dedo, porque los votantes tienen una infinita confianza en el dedo,
patrimonio de la humanidad española. Sobre todo confían en el dedo de izquierdas, en el
dedo de progreso, que cómo se va a comparar con el dedo de la derecha. Gracias al puto
dedo, compañeros y compañeras, se mantienen los cimientos de la democracia. El dedo dice
qué magistrado amaestrado debe ir al Consejo del Poder Judicial, qué otro al Tribunal
Constitucional, suprema garantía del funcionamiento democrático del dedo. El dedo
designa Defensor del Pueblo, presidente del Congreso. El dedo manda comisarios a la Unión
Europea y tropas a Kosovo. Y tan malamente digo yo que no nos ha ido con el dedo.
Así que dejaos de coñas marineras de
primarias, de consensos y de leches y vamos a hacer esto como sale bien: a dedo. El cambio
ahora es que el dedo funcione. ¿Qué dedo? Pero qué preguntas tenéis, compañeras y
compañeros... ¿Qué dedo va a ser? El mío, joé...
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