 |
Terra o la cultura hispánica en la red |
Esto no es un anuncio de un medicamento, sino un artículo políticamente
incorrecto. Así que no puede producir somnolencia, sino un cabreo grande en algunos
lectores, que no deben consultar a su farmacéutico, sino pedir recado de escribir cartas
al director. Aviso previo y necesario, porque voy a favor de Terra, y por el lado que
nadie ha ido. En la rebullasca del pim, pam, pum de Terra todo el mundo se ha mosqueado
porque unos previsores del porvenir han trincado parné con el Internet, lo cual es más
difícil que barrer una escalera para arriba o que encontrar pelos en el lavabo de Mister
Proper. Salvo a Bill Gates, Internet no está dando dinero a casi nadie en el mundo. Hoy
por hoy da sólo unos disgustos espantosos. Aquellas famosas facturas de los niños
llamando al teléfono erótico de Suecia cuando los padres no estaban en casa son nada al
lado de los recibos de teléfono de las horas de los chavales atrapados por la red. Salvo
que te dediques a la venta de fotos guarras, en Internet en España, hoy por hoy, nadie
gana un duro. Lo hacemos ganar a los de fuera, que no es lo mismo. Si todos los libros que
se compran por Amazon se le encargaran a José Manuel Lara en su participada librería
digital Bol (www.bol.com), Planeta estaba tan rica como los que compraron acciones de
Terra.
Como pionero de la pesca en el trasmallo de
la red mágica, desde los tiempos que se navegaba con el programa Mosaic, dudo que Terra
saque hoy por hoy más dinero que el de las acciones. De ahí el arte de Villalonga. Ha
dado la vuelta a las chuflillas pemanianas de la feria de Jerez. Ha ganado los miles de
millones en vino y almejas vendiendo una cosa que, hoy por hoy, no vale dos duros. Que los
valdrá. En las calendas griegas en que España sea como Estados Unidos en materia de uso
de la red, cuando haya, entre otras cosas, tarifa plana, que aquí aún estamos en Tarifa
para las pateras y la Plana, para Castellón. Lo de Terra ha sido como vender bombones
helados a los esquimales, para cuando el Polo se derrita por efecto del agujero de ozono.
Pero como lo ha hecho uno de aquí, leña al mono. Ay, si hubiera sido un Super López
llegado de Alemania o de Estados Unidos...
Se olvida que, ganancias aparte, Terra
puede hacer en un futuro por la defensa de la cultura hispánica y de la lengua española
más que soñara el Instituto Cervantes y Cervantes mismo. En una red que rompió a hablar
en inglés, trescientos millones de hispanohablantes pueden encontrar algo en su idioma.
Razones suficientes para pensar que el baile de los millones es sólo un aspecto de la
operación. Desde mi punto de vista, el menor. En el belén de Internet, habrá un portal
potente en español. Eso sólo valía la pena. Por eso, aunque sea políticamente
incorrectísimo, yo a los de Terra les digo Ole. Ole sus webs...
Temas
de Internet en El RedCuadro
S@t@niz@d@
Renace el arte de la correspondencia
Tengo un kiosko en el ordenador
Windows 98
A B@rtolín le faltó Internet |