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Si
Juanito
Valderrama tuviera que volver a escribir "El
emigrante" diría en su copla lo de "cuando salí de
mi tierra volví la cara llorando". Pero explicaría acto
seguido por qué volvía la cara llorando: porque el emigrante,
en su apartamento de Bruselas donde estudia un master en
Comunidades Europeas, o en el pisito de Londres donde cursa un
"mix" de Derecho y Economía, tenía que someterse
cada noche, al volver del trabajo, al suplicio chino de la
programación de TVE Internacional. TVE Internacional es de
volver la cara y de hartarse de llorar, pero no porque pongan
dramones de los que meten el alma en un puño, ojalá, sino
porque es la perpetuación de la más lamentable imagen de
España ante el mundo, donde lo que no es coros y danzas, es un
apasionante reportaje sobre los panales de miel en la Alcarria o
la pesca del boquerón victoriano en Málaga, aparte, claro, de
productos nacionales tan representativos de nuestra cultura como
la filmografía completa de Paco Martínez Soria o la
investigación en las fuentes de las primeras películas de
Marisol, antes que fuera Pepa Flores.
Iba a decir que si existieran
aún los que la dictadura llamaba así, parecería que la
programación de TVE Internacional la hacen "los enemigos
de España". Por eso mismo digo que como haberlos haylos
los tales enemigos, supongo que la programación de TVE
Internacional la hacen o bien Arzallus, o bien Otegui, o bien
Ibarreche, o los tres de consuno. Sólo desde el odio a nuestra
cultura o desde el desprecio a nuestro papel en la comunidad
internacional puede mantenerse este "ninot indultat"
de aquella TVE única en blanco y negro de Fraga en el Paseo de
la Habana. Y digo lo de Fraga con todo fundamento. Parece que a
la TVE Internacional no le han quitado el meyba de Palomares,
porque los espacios estrellas suelen estar ocupados por
producciones de la Xunta, tipo el "Desde Galicia para el
mundo" de las mañanas de los domingos.
No pregunto ya cuánto nos
cuesta el canal internacional de TVE, un dinero, sino para
quién y para qué se emite: ¿para los españoles que viven en
el extranjero o para dar una imagen de España ante el mundo? Si
es lo primero, mal concepto tenemos de nuestros emigrantes; si
es lo segundo, no damos imagen, sino que damos el espectáculo,
que es algo muy distinto. He estado unos días fuera de España
y en el cuarto del hotel he vuelto a sufrir cada noche esta
sucesiòn de concursos tontos, de fruslerías, cuando no de
"Cine latinoamericano", así llamado, de hispano nada,
hasta ahí podíamos llegar. ¿Es que en España no hay cine?
Con decir que los españoles en el extranjeros tiran cohetes y
sueltan palomas cuando anuncian que van a dar el
"show" de Los Morancos pueden hacerse idea de los
niveles habituales de este fósil audiovisual. Siento
confesarlo, pero tras sufrir en el extranjero la TV española
única y posible, estás deseando volver a tu tierra para
conectarte a la realidad y ver por lo menos a Coto Matamoros en
"Crónicas marcianas".
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