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Así
que dándole vueltas a lo
de Bush y Suenmano todos los que nos ganamos los duros
columnarios con el artículo nuestro de cada día a propósito
de la República de España (boricua sector Estado Libre
Asociado para algunos) y viene Su Majestad y de un plumazo,
borboneo puro de oliva, borboneo de cinco jotas, va y nos deja a
todos a la altura del betún. Porque a Don Juan Carlos no le ha
dado todavía por sentarse ante el procesador de textos, que si
lo hiciere, nos mandaba al paro a todos los articulistas. Lo
mejor de cuanto se ha dicho de Bush y Suenmano ha sido lo del
Rey. Recibió Ese Eme al gobernador de Florida en la Zarzuela y
antes de que el florido gobernador le presentara excusas por el
patulaje republicano, le dijo: "No te preocupes, yo le iba
a preguntar por Suenmano, el Rey de América." Palabra de
Rey. Ole.
Igual que había una media
verónica belmontina, hay también una media verónica borbonina.
El Rey tiene mucha mano izquierda, pero eso es con la muleta.
Con el capote, cuando se trata de echar un capote a alguien, da,
según los tratados clásicos, solamente tres o cuatro
verónicas y la media. Media verónica que vale más todavía
que las verónicas enteras. El Rey ha estado cumbre en el tercio
de quites a Suenmano. Estábamos todos aquí dando capotazos y
mantazos, se echó el Rey a los medios (a los medios
informativos, claro), y fue exactamente como cuando salía aquel
señor
Romero que tanto embelesaba a su augusta madre. El Rey le
dio la media borbonina a Suenmano y fue el clamor. Y tras ver la
media perfecta de este aficionado práctico, desde la solanera,
dirigiéndose a nosotros los profesionales, se oyó la voz del
tendido, que nos dijo:
-- ¡A los albañiles!
Después de la genialidad del
Rey con esta media verónica borbonina perfecta hay que
proclamar solemnemente: "Columnistas de España, vayamos
todos juntos y yo el primero directamente a los albañiles, por
la senda del ingenio regio." El problema que tenemos los
articulistas con un Rey así que nos moja la oreja a todos con
sus quites regios es más bien un dilema: si el Rey nos manda a
los albañiles de Dragados y Construcciones o a las albañiles
de Construcciones y Contratas. Porque a los albañiles desde
luego que nos ha mandado a todos el Rey. Por ponerle una pega,
hubiera quedado la media más redonda todavía bajando más las
manos aún. Y que tras lo del Rey de América le hubiera dicho
al despedirlo: "Ah, y no se le olvide dar recuerdos al
lendakari de Oklahoma de mi parte y de parte de Manolo Jiménez
de Parga".
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