 |
Los pilotos desoyen la orden de Iberia y fumarán
en cabina |
Como sé que los pilotos de Iberia tienen tan mala prensa, para restañar
su imagen les dedico este artículo. Aunque no les hace falta ninguna, porque esa imagen
es absolutamente injusta. Son abnegados, desprendidos, generosos. No conocen horas en su
trabajo, vocacional donde los haya, siempre pensando en los demás. No les importa el
dinero. Sin causa justificada y sin el menor fundamento, les echan la culpa del caos
aéreo, de los retrasos en los vuelos. Hasta de la pérdida de maletas o del tufillo a
polanquerío que da muchas veces la revista "Ronda" culpan a los pilotos, si
serán injustos. Su dignísimo sindicato, el Sepla es tan desprendido, tan justo,
equitativo, saludable y benéfico que las más de las veces parece una ONG. ¿Que hacen
huelgas? Pocas me parecen. Y siempre justificadísimas y oportunísimas.
El piloto de Iberia, con su saludo cuando
llegamos a bordo, nos tranquiliza si tenemos miedo al avión, nos conforta con su
experiencia. Durante el vuelo, sus palabras son siempre fuente de conocimiento, ora
enseñándonos dónde caen los Pirineos a la izquierda de la cabina, ora señalándonos
dónde Colón perdió el gorro o podemos admirar los Chirlos Mirlos cuando a ellos
llegamos en nuestra ruta. Y cuando el vuelo va a concluir y nos anuncian la cercanía de
Barajas, de Heathrow o del JFK, y con ello el fin del vuelo, hasta lágrimas en los ojos
nos brotan cuando ese comandante tan sentimental y tan cumplido nos expresa su deseo de
vernos nuevamente a bordo.
Son como sacerdotes en los arcanos ritos
del aire, guías seguras en los más procelosos tramos de la celestial navegación,
áncoras firmes de la técnica y archivos preciosismos de la experiencia.
-- Vaya peloteo a los pilotos que se trae
usted hoy...
Pues corto me parece. Mi casa y el Sepla
siempre se han llevado muy bien. Esos caballeros del aire me han subido a gran clase en el
Jumbo, por la cara, yendo con tarifa M en turista. Invitándome a su cabina, me han
permitido contemplar el incomparable paisaje del aterrizaje en Miami, en Moscú, en Nueva
York, en San Juan de Puerto Rico, en Los Angeles. Aun recuerdo una inolvidable llegada a
México D.F. en la cabina del comandante Fernando de la Lastra Terry.
Y si antes ir en la cabina era cortesía
para los partidarios que los pilotos concedían, ahora será privilegio impagable. Sobre
todo para los que fumamos. Así que cortos son todos los elogios que los pasajeros
fumadores podemos hacer de estos caballerazos, los comandantes de Iberia. Es la única
forma de que siga llegando la azafata para decirnos:
--El comandante le invita a pasar a cabina
si lo desea...
Qué maravilla, ir en la cabina. No para
ver los Andes, el despegue desde Ginebra o la llegada a Buenos Aires. A los aeropuertos y
al paisaje, que les den por saco.
Para poder fumar...
Temas de Iberia, de pilotos y de prohibición de
fumar en El RedCuadro
Tabacalera invierte en Iberia
A Tabacalera
Arriado en la compañía de bandera
Santa Justa,6; San Pablo,0
Vuelo nocturno en el Golfo
|