e
puro milagro los renos de Papá Noel no son de marca. Porque las
carrozas de los Reyes Magos sí que lo son. La que no lleva el
logotipo del patrocinio de El Corte Inglés es porque lleva el
anagrama de La Caixa que la esponsoriza. Por los senderos de
Oriente vamos camino del día no lejano en que quienes encarnan a
los Reyes lleven en el armiño de su túnica el logotipo de los
teléfonos móviles de Siemens, como la camiseta de David Beckham.
Los Reyes vienen cargados de artículos de
marca, con el logotipo mágico que te da la seguridad de que
llevas lo que hay que llevar y todo el mundo sabe que llevas lo
que se lleva, lo elegante que es y cuánto vale. Hay quien odia
las marcas, pero a efectos de acertar con un regalo son
socorridísimas, si quien recibe la ofrenda profesa la fe de
Loewe, de Hermés, de Gucci, de Vuitton, de Rolex, de Dior, de
Polo Ralph Lauren, de Movistar, de Sony, o esa novísima secta de
la nueva observancia de las quinceañeras que portan el chaleco o
el anorak con el rectángulo rojiblanco de Tommy Hilfiger cual
Constantino mostraba la santa Cruz del "In hoc signo vincis",
que ahora se traduce: "Con este logo molas mazo, tío".
Una vez convidé a la plaza de la Maestranza a
una amiga muy aficionada. Aficionada a las marcas, claro, no a
los toros. La llevé a la corrida de Miura que suele cerrar la
feria de abril. Y cuando salió al ruedo el primer Miura con su
divisa verde y roja, me dijo:
-- Ya sé por qué tienen tanta fama estos
toros. ¡Como que son toros de Gucci!
Si sabes que a tu amiga le gusta esa divisa, o
que tu sobrina muere con la otra divisa del rectangulito rojo y
blanco de Tommy Hilfiger, sabes que no puedes errar en el
regalo. Que si le compras algo de esa marca, aciertas. En estos
días de regalos nos reconciliamos con las marcas hasta quienes
las odiamos. Tengo una sobrina que va de Tommy Hilfiger de
arriba abajo, y a pesar de ello, quedaré como el tío más
generoso y espléndido la noche de Reyes, cuando le pegue su
lambreazo de un nuevo artículo con su marca. Me parece que aún
no tiene cepillo de dientes de Tommy Hilfiger... Con una marca
de moda siempre aciertas. Como que en la agenda de direcciones,
junto a los teléfonos de los amigos y parientes, deberíamos
apuntar sus respectivas marcas preferidas, para no equivocarnos
con ellos en estos de Reyes de marca, nunca de garrafa.