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cante, me parece, salió en más de una oración fúnebre literaria
cuando los periódicos trajeron el obituario de aquel genio del
compás que era La Paquera de Jerez. Hay veces en que la cita de
un cante está cantada. Más si su letra venía metida a compás
tras el "alialialialiii andaaaa" con que se templaba Francisca
Méndez Garrido, aquella niña de un pescadero de Jerez que desde
chica se las buscó por cante. Dice la letra, que quizá pronto
habrá que pasarla a los fondos históricos del Archivo de
Simancas: "Jerez de la Frontera tiene una plaza/con una fuente
enmedio que es de oro y plata,/ y por montera/un caballo que
monta Primo Rivera".Quizá La Paquera se
haya muerto por eso, porque su cante puede que pase a la
historia. En esa plaza con una fuente enmedio que es de oro y
plata están en obras, y han descubierto que sin caballo está
preciosa. Y más sin lo que está en lo alto del caballo, que es
el general Primo de Rivera. El primer gran modernizador de
España en el siglo XX, el que, por ejemplo, llevó el teléfono
automático a Jerez e impulsó las Exposiciones de 1929 en
Barcelona y en Sevilla, que fueron como una primera entrega de
la Olimpiada y de la Expo, pero bajo una dictadura militar. Una
dictadura coronada o una Corona con el sable del general
jerezano que pacificó Marruecos y que agostó la fuente que
manaba sangre de los españoles del Barranco del Lobo a Monte
Arruit. Igual que Primo de Rivera hizo un ensayo general con
todo de Olimpiadas y Expo en Barcelona y en Sevilla, en
Alhucemas también se adelantó en unos cuantos años al desembarco
de Normandía. Lo que pasa es que en Alhucemas estaba Arturo
Barea, no Spielberg ni Andrew Marton, y por eso nos quedamos sin
soldado Ryan y sin el día más largo de la época de los poetas de
la Generación del 27. La pena de las odiosas dictaduras es que
dan mejores poetas que las democracias. Primo de Rivera nos dio
la Generación del 27. Franco nos dio a Pepe Hierro.
En Jerez andan pidiendo que descabalguen a
Primo de Rivera y que la plaza del Arenal se quede sin su
monumento, que está más bonita. No me parece ni bien ni mal. Me
parece curioso, este afán por reescribir la Historia. Primo de
Rivera era un personaje de la Historia de Jerez. Ya no se lleva.
Ahora se lleva la historia de diseño. Dicen que para caballo, ya
hay en Jerez uno precioso, el de la Plaza del Caballo, que
quiten del Arenal a ese dictador, con el que por cierto
colaboraron algunos que tenían el carné del PSOE. Si por lo
menos fuera un monumento de infantería... Los monumentos
ecuestres son pararrayos de la Historia, sobre los que descargan
todas las tormentas. Y más en la que se tiene como Ciudad del
Caballo. A Primo de Rivera lo acabarán echando pie a tierra. No
sólo del monumento: de la memoria histórica. Eso de la memoria
histórica sabe usted que es según y cómo. Difícil lo tiene la
alcaldesa de Jerez, del PP. Por las demagogias al uso, me
imagino que al PP lo habrán nombrado ya heredero directo no sólo
de la UCD y de Franco como en el resto de España, sino, a escala
local, de la dictadura de Primo de Rivera. Si la alcaldesa no
quita a Don Miguel, no es que reclame la totalidad de la
Historia, es que se pone de la parte de la dictadura.
Yo, naturalmente, tengo la solución. Para no
descabalgar también el cante histórico de La Paquera, podríamos
dejar el caballo y cambiar al caballero. Y donde estaba montado
Primo de Rivera, subir a Pacheco. Bastará con retocar levemente
el cante: "Jerez de la Frontera tiene una plaza/con una fuente
enmedio que es de oro y plata,/ y un caño seco,/porque monta el
caballo Pedro Pacheco".