ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ZP, entre especies protegidas

A los vecinos se les suele pedir en los desavíos aceite, un poco de vinagre, una ramita de perejil, un puñado de sal. Y como hoy está todo cerrado, hasta las tiendas de los desavíos, le pido un puñadito de sal a Ignacio Camacho, mi dilecto vecino de aquí de la derecha, el de la Quinta Derecha de esta planta donde don Antonio Mingote es el señor que vive en el piso que su maestría merece, con un salón por donde pueden correr caballos: los caballos de su inteligencia, que su plumilla pone a galopar todos los días.

El puñado de sal para esta comida de vigilia del Viernes Santo, espinacas con garbanzos, que voy a hacer como corresponde a la festividad del día, se lo pido a Ignacio Camacho porque como sé que le sobra, le ruego me la empreste para abundar en su idea de ZP de vacaciones en el Coto de Doñana. Cuanto voy a contar me lo ha dicho un vencejo que ayer tarde pasó por allí, por las pajareras y por los humedales, y que llegó a Sevilla anocheciendo, cuando los armaos iban camino de la basílica. Es el vencejo que todos los años, cuando quiebra albores este día, viene a quitarle las espinas al Gran Poder por el Museo. Y que en esta Madrugada que acaba de terminar cuando usted esté leyendo este artículo, le habrá dicho al Señor:

—Jesús, veo que puedes hasta detener el tiempo... Esa misma túnica de los cardos llevabas cuando te rezaban los abuelos de los que ahora se siguen conmoviendo al verte. Y qué bien te conservas, Jesús. Por Ti sí que no pasa el tiempo. Porque Tú fuiste quien lo creó...

¿Por dónde íbamos, antes de la emoción del vencejo del Museo ante la túnica de los cardos? Ah, sí, por lo que me ha dicho este vencejo que ha venido, un año más, con esta luna llena, a estrenar la primavera. El vencejo del Museo, que es un chismoso, vaya mojarra que tiene, cómo pía y cómo larga, me ha dicho lo que le han contado los linces del Coto: que en mejor sitio no puede estar ZP. Entre las especies protegidas. Él mismo es una especie protegida, protegidísima, por los votos radicales de España y no de Merimée. ZP no está de cesante porque como especie de radical en peligro de extinción por la llegada del sentido común a las urnas, ha sido preservado cuidadosamente por los votos de los separatistas vascos y catalanes. ¿A qué votar al carafoca de los cafelitos con la ETA en Perpiñán, si el que verdaderamente ha hocicado ante los pujos separatistas del Estatut (y Força en el Canut) es el que está ahora rascándose la barriga como siempre, pero en el palacio de las Marismillas? Y en cuanto a los vascos, ¿a quién le van a sacar tanto como a ZP con el cuento del envergue de la pazzzz, como la escribe el vecino que me ha prestado la sal de Doñana para este rancho de Viernes Santo?

ZP, en Doñana, está en todo lo suyo: entre las especies protegidas. Zapatero es presidente gracias a las minoritarias y marginales especies que ha protegido con nuestro dinero durante los últimos cuatro años. Lo han mantenido y lo han perpetuado otros cuatro años más, y los que caigan, las minorías radicalizadas, que ha elevado a la categoría de intocables. Las personas hasta ahora tomadas por corrientes son ahora las raras; pero a ésas nadie las protege, y no hay asociación ecologista que dé la cara por ellas. Al revés, se la parten al que ose proclamar principios en contra del relativismo como suprema norma y contra lo políticamente correcto como dictadura del pensamiento único.

En Doñana, cierto, está protegido el lince, está protegido el ciervo, está protegida la garza, está protegida el águila culebrera. En cuanto a los flamencos, están más protegidos que en la Consejería de Cultura de la Junta. Pero hay en España especies mucho más protegidas que las de Doñana. Son las minorías hasta ahora raritas que con su apoyo han revalidado el triunfo de ZP: los antisistema, los antimilitaristas, los antinorteamericanos, los procastristas, los artistas de la ceja, los separatistas, los profesionales del laicismo, los grupos marginales con voluntad dictatorial sobre las mayorías, que tachan de rancios, fascistas, homófobos, xenófobos y racistas a todos los que recuerden renglones de la Constitución, de la ley natural o del sentido común. La cabra tira al monte y ZP tira siempre hacia las especies protegidas. Por eso, oh carísimo Ignacio Camacho, por eso es por lo que ZP está en Doñana, según me ha dicho mi vencejo. Que de Doñana sabe tela marinera de la Punta de Zalabar.

 

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio