SUPONGAMOS que cuanto ha decidido Garzón con su Causa General Punto Dos estaba ajustado a derecho y que todos sus objetivos se han cumplido, confirmándose que Franco ha muerto, cosa que por lo visto no estaba del todo clara. Y que en el Barranco del Lobo, perdón, que eso es de otra guerra, a la que ahora por cierto los moros de la morería le quieren sacar las perras de la Memoria Histórica... Que decía que supongamos que todo lo del juez Garzón no es una locura antijurídica, y que en el día de hoy, cautivos y desarmados los que se oponían a la profanación legal de tumbas, en el Barranco de Viznar han sido encontrados los restos de Federico García Lorca.

Bueno, ¿y qué?

¿Qué vamos a ganar con que sean hallados y científicamente identificados los restos de García Lorca? ¿Es que va a tener más mérito la obra del poeta universal? ¿Es que se va a reparar la injusticia de su asesinato?

Pero, chiquillo, ¿usted no ha pensado la que se puede liar con Lorca desenterrado en esta nación de los grandes entierros, donde hasta a un socialista que presumía de austero como Tierno Galván le organizamos unas exequias con coche fúnebre de caballos con plumeros y gualdrapas negras, que nada más que faltaba en el pescante el cochero del Conde de Montecristo? ¿Nadie ha pensado en la disputa por los restos de Lorca que va a haber? La ciudad de Granada querrá que descansen allí. Si hace falta, se quita a los Reyes Católicos de su tumba y se pone a Lorca. Fuentevaqueros, como tierra natal del poeta, dirá que de centralismo de la capital granadina, nada, que la tumba definitiva deberá estar allí, según la jurisprudencia del fandango: «Nunca está mejor el árbol/ que en tierra donde se cría». La Junta de Andalucía seguro que echará su cuarto a espadas, y querrá construir un gran mausoleo para el poeta, ¿será por gastar? De todo lo cual se deduce que donde está bien Lorca es donde quiera que esté en la ignota tierra del crimen fratricida, símbolo de tantas cosas que por muchos papeles que emborrone Garzón, no se pueden tachar de la Historia, rehaciéndola al antojo de la moda.

Y sobre todo, no se debe desenterrar a Lorca por no tener que seguir aguantando al pesado de Ian Gibson, que tiene al poeta como si fuera su cortijo, al que sus buenas rentas saca. Lo único que le faltaba al pesado de Gibson era tener los restos de García Lorca.

No es el «caso Mari Luz».- A pesar de la huelga de ayer, no ha quedado claro y hay que repetirlo. Por lo que quieren empitonar más todavía al juez Tirado no es por el «caso Mari Luz». Es por el «caso Santiago del Valle», que no es lo mismo. No se ha visto la causa ni hay todavía sentencia sobre el «caso Mari Luz». Aún no está probado en los tribunales que Santiago del Valle asesinara a Mari Luz. Punto en el que la huelga de estrados de ayer es altamente tranquilizadora. Gracias a esa huelga se han disipado las dudas y es bastante improbable que el juez Rafael Tirado sea condenado como autor material de la muerte de la niña Mari Luz. Aunque tal como están los tribunales, nunca se sabe...

UME bancaria para la crisis.- Aunque la llamen «la División Zapatero», a mí me cae muy simpática la UME, la Unidad Militar de Emergencias. Hasta quiero aprender a cantar su himno y todo: «Unidad Militar de Emergencias/al servicio del pueblo español,/siempre presta en la tragedia/a que el daño no sea mayor.» Y digo yo: si desde que se creó la UME para las grandes catástrofes, quitando el avión de Barajas, no ha habido ninguna así gorda. Y ya que actúan como mano de santo contra los incendios forestales, y contra las inundaciones del cambio climático, y contra los terremotos, y contra todo lo que haga falta, ¿por qué no los empleamos contra la crisis económica? ¿No hablan del famoso «rescate»? ¿Quién, pues, mejor que los profesionales del rescate para que «el daño no sea mayor» en esta generalizada tragedia del pueblo español? Holanda nos ha dado ejemplo. No se lo digan a nadie, pero yo creo que al ING lo ha salvado la UME de allí.