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Villalonga, señorito del latifundio de
Telefónica |
España da latifundios como Suiza da vacas y relojes. En otros lugares de
Europa la economía global da fusiones, concentraciones y esas cosas. Aquí , latifundios.
Cotizando en Bolsa, pero latifundios. Y si dudan, les propongo una prueba: ¿han visto la
cara de señorito de Jerez que se le ha puesto al primer latifundista de España?
-- ¿Y quién es el primer latifundista de
España? ¿Jesús Aguirre, Samuel Flores, Fermín Bohórquez?
Nati (Mistral)... El mayor latifundista de
España es Villalonga. Por eso se le está poniendo esa cara de señorito de Jerez, no de
la parte de acoso y derribo en los llanos de La Ina, sino de la parte del polo en
Sotogrande. Telefónica es el mayor latifundio. El otro día, en Chiclana, con Pepe Oneto,
me tomaba una ración de jamón con media botellita de aquellos arroyuelos del fino, y le
dije:
-- Pepe, tú que vives en Madrid: esto de
Sánchez, Romero y Carvajal, ¿lo ha comprado ya Telefónica?
-- Creo que está al caer....
Es lo de siempre español clásico.
Después de la guerra, todo era de los jesuitas: el Metro, el Banco de Vizcaya, Hidrola..
Con los planes de Desarrollo, todo pasó a ser del Opus: el Banco Popular, Navarra, el
diario "Madrid"... Hasta que Ruiz Mateos compró todo lo del Opus y más. Duró
lo que suelen estos latifundios, porque al instante Mario Conde empezó a comprar media
España. Llegó un momento en que escribieras donde escribieras, aquello era de Mario
Conde. Como ahora todo es de Telefónica. A este paso, pronto nos enteraremos que
símbolos de España como la Guardia Civil, el tinto de verano o la madre de La Pantoja
son también de Telefónica. Y, por la que pueda tronar, le deseo mucho éxito al
señorito Villalonga en su expansión a lo Compañía de Jesús, a lo Opus, a lo Ruiz
Mateos...
-- No, si éste acaba enganchando un píter
a la larga en la feria...
Puede ser, si no se confía demasiado en
Martin Bangemann. Estas lumbreras refulgentes de la economía mundial, cuando llegan a
España, suelen pegar el petardo del siglo, porque no cuentan con variables como la
sinvergonzonería, la chapuza, el mangoneo. Eso le pasó al célebre Superlópez, que
llegó, y se creyó que éramos alemanes y no el país de las subvenciones y de los
parados que no quieren que los den de alta para seguir cobrando el desempleo . Aplicó los
esquemas europeos, y a la vista está: petardazo de López de Arriortúa. A Bangemann le
puede pasar igual. No sabe dónde se ha metido: en el país del trapicheo de los
ayuntamientos, de la picaresca, donde de "programa, programa" se pasa a
"sillón, sillón" y donde los concejales melillenses del PSOE dan un corte de
mangas su partido y votan a un musulmán. Espero que Bangemann sea más listo que
Superlópez y se convenza de que no viene al país del crecimiento del PIB y esas
tonterías, sino al latifundio de siempre. Que ahora es de un señorito que se llama
Villalonga.
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