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Teófila, en la portada de Epoca, |
Yo creía que la chicuca
Teófila Martínez quería hacer el soterramiento de la vía del tren que como la espina
de una caballa caletera deja a un lado y a otro los mejores lomos de Cádiz. Nadie había
conseguido algo así nunca en la Cuna de la Libertad y en la Cuna de las Tortillitas de
Camarones. Desde que a Carranza se le ocurrió hacer el puente sobre la bahía, nadie
había pensado en Cádiz nada por el estilo del sevillano "fagamos una obra tal que
los siglos venideros nos tomen por una jartá de listos". Es genial lo del
soterramiento del tren, unido a la utilización de los terrenos de Astilleros llamados
"ociosos", porque en Cádiz hay tanto paro que hasta los solares están en el
desempleo. Sin tren que parta en dos la ciudad del Trasmuro, con esos terrenos
incorporados, Teófila se ha sacado de su chistera populista el unto sin sal a modo de
bálsamo de Fierabrás para remediar el histórico problema gaditano de la carencia de
suelo. Si fuera holandesa, Teófila le hubiera ganado terreno al mar. Pero como es
gaditana (porque los gaditanos nacen donde les sale del alma, incluso en la Montaña),
pues le ha ganado terrenos a la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles y a Astilleros
Españoles Sociedad Anónima, que tiene mucho más mérito. Sal de Cádiz a las S.A.
Y yo que me creía, como comienza el corrido de Pedro
Infante, que Teófila quería hacer nada más que el soterramiento, pero estaba muy
equivocado. Ahora resulta que quiere hacer la revolución. Ojú. En mal sitio ha ido a
poner la era, o en mal aguaje ha echado el trasmallo, que debe de ser la versión gaditana
del refrán agrario, ¿no, Javier Osuna y Erasmo Ubera? En Andalucía no consiguieron
hacer la revolución ni la FAI, ni la CNT, ni la Mano Negra, ni Fermín Salvoechea, ni el
Doctor Vallina, ni incluso los falangistas de Perico Gamero del Castillo o de Sancho
Dávila, que estaban todo el día dale que te pego con la revolución pendiente. Girón de
Velasco mismo, que quería hacer la revolución pendiente, tuvo que conformarse con hacer
la revolución inmobiliaria de la Costa del Sol, de donde me da el pálpito que todo lo de
Gil es porque Gil es hijo político de Girón, el León de Fuengirola que le llamaban
cuando se ponía a aullar dentro de su jaula (de oro).
No sé a qué llama Teófila revolución. Sí, ya sé, que
es revolucionario en Andalucía dejar de gastar el dinero en sueldos para los votantes en
nómina de la Junta y comenzar a emplearlo en inversiones productivas. Pero creo que
Teófila, por decirlo en términos cernudianos, parte de un error de amor a Cádiz. Cádiz
(y un poquito Málaga) fue la única ciudad de Andalucía donde se hizo la revolución
más importante de la Historia: la revolución burguesa. En Cádiz, como nunca mandó la
nobleza agraria, fue muy fácil que la burguesía comerciante con América acabara con los
esquemas de la sociedad estamental. Las Cortes de 1812 y su Constitución son una
consecuencia de esta burguesía gaditana, no una causa. Pero aquello quedó de Puertas de
Tierra adentro, en una Andalucía agraria, siempre defensora del Anterior Régimen, el que
sea en cada instante. Si Teófila quiere hacer de verdad la revolución en Andalucía, que
empiece por el principio. La burguesa sí que es nuestra revolución pendiente. Se ve en
cómo esta sociedad subsidiada cae siempre en manos del estatalismo. Y se ve hasta en el
propio PP. No estaría mal que Teófila empezara haciendo la revolución burguesa dentro
del PP, tan estamental y antigüito.
Teófila Martínez, en El RedCuadro
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