|   | 
                Me
                rejuvenece bastante que el telediario esté a toda hora dale que
                te pego con la logística, la tabarra de la logística del
                pescado y la logística de la gasolina. Yo sé mucho de
                logística. Serví a la Patria como encargado de logística en
                mi destino de la Jefatura de Instrucción del Servicio
                Geográfico del Ejército. Yo era el guripa de la Brigada Obrera
                y Topográfica que cada mañana le iba por café a mi
                comandante, y luego, hacia las 12, por el chusco. Me encargaba
                de la logística de un chusco de Intendencia, glorioso de
                crujiente, que mi comandante guardaba con mucho cuidado en su
                cartera de cuero y se lo llevaba luego a su casa. Cualquiera que
                viera a mi comandante salir del Ministerio del Ejército y bajar
                por la calle Prim a las 2 de la tarde con aquella misteriosa
                cartera, creería que llevaba dentro por lo menos los planos
                secretos de los misiles de Kruschev en Cuba. Nequaquam. Llevaba
                el chusco. El chusco cuartelero que yo le había recogido en
                cocina, que se comía luego en paz y en gracia de Dios con un
                cocidito madrileño repicando en la buhardilla de su pabellón
                militar de la carretera de Extremadura. Como mi comandante era
                chusquero, patatero, quizá de ahí le viniera su adicción a la
                logística cotidiana de la cuartelera munición de boca.
                 Me rejuvenece esta moda de la logística en la
                España del "¡venga!" modelo Bermúdez y del
                "¿vale?" modelo Antonio David. Pero me deja perplejo
                que el hartazgo de logística ocurra en otra monserga: en la
                sociedad civil. Hijo, estaremos en la sociedad civil, pero de
                momento, a la distribución, que es como siempre se le ha dicho
                al abastecimiento, la llamamos con una voz militar y chusquera:
                logística. Llevar pescado fresco a la plaza o gasóleo a las
                gasolineras no es logística. Eso ha sido toda la vida de Dios
                distribución. La logística es, según el DRAE, la "parte
                del arte militar que atiende al movimiento y avituallamiento de
                las tropas en campaña". Vamos, la Intendencia de rancho
                para la División Acorazada. O, más modestamente, lo mío del
                chusco del comandante. Salvo que la tan cacareada sociedad civil
                se nos haya vuelto tropa en campaña (jo, qué tropa más
                cursi), esto de la logística es una solemne tontería. Porque
                me lo estoy viendo, como la moda del "¡venga!" modelo
                Bermúdez y del "¿vale?" modelo Antonio David, esa
                maría diciéndole a su legítimo: 
                -- Pepe, tenemos que ir al híper, porque
                tenemos fatal la logística de la leche y la logística del
                yogur de los niños está completamente chunga. 
                El macizo repartidor de butano es ahora
                ejecutivo de logística de combustibles. El que trae el
                periódico, encargado de la logística de los medios de
                comunicación. ¿Vale? ¡Venga! Y luego dicen que el castellano
                está en peligro en las autonomías con inmersión
                lingüística. Pues anda que en el telediario de TVE... 
                SI TARDA EN
                BAJAR, PRUEBE LA PRÓXIMA VEZ EN OTRA VERSIÓN, PINCHANDO
                AQUI, AQUI 
                O AQUI      
                 
                ARTÍCULOS DE HUMOR  
                 
                Biografía de Antonio Burgos 
                   
                Firmas en El
                Mundo   
                 
                  |