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Esto
nada más que se les ocurre a los liberales de Cádiz,
que como van de justos y benéficos por el plan antiguo de 1812
saben que la guasa es la mejor forma de ejercicio de la bendita
Libertad. Con lo que nos gusta aquí inaugurar una obra
pública, cortar una cinta, salir de autoridad en la foto,
Esperanza Aguirre va a inaugurar hoy, si bien simbólicamente,
el Monumento gaditano a las Cortes de 1812, que los doceañistas
decidieron levantar mientras redactaban la primera
Constitución, que se empezó a construir un siglo más tarde,
en 1912, que terminó en 1928 un alcalde al que se le quedó
nombre de avenida, Cayetano del Toro, y al que tenían que
haberle pegado el hisopazo por lo civil, pero nunca se lo
dieron, hace 73 años, que son los que lleva sirviendo de fondo
a las fotos de los novios, la Polaroid de los turistas japoneses
de los cruceros y las protestas de a ver quién tiene cojones
aquí de cerrar Astilleros.
Es buen signo que los liberales de Cádiz inauguren el
monumento en su fiesta patronal de La Pepa. Esto de la Libertad,
en su Cuna, es como una hermandad de Semana Santa. La libertad
tiene en Cádiz gozosamente hasta cofrades, que todos los años
organizan su procesión cívica desde el Casino Gaditano. Como
quien carga con el paso del Nazareno, llevan hasta el Monumento
una corona de laurel que simboliza las libertades patrias. En
pleno rodillo felipista, los liberales cogieron un año y en vez
de poner la corona en el Monumento a la Pepa, se fueron a la
Caleta y la arrojaron al atlántico mar: la Libertad había
muerto en el naufragio del buque "Pelotazo".
Pero más que esta inauguración en piedra del Monumento a la
Pepa, yo lo que quiero celebrar, y no hoy, sino el 13 de mayo,
es la inauguración de la Constitución vivita y coleando en un
trozo de España, como quiere hacer un liberal vascongado, Jaime
Mayor Oreja. Terrible España, donde aún no hemos salido
del siglo XIX y donde oyes hablar a Jaime Mayor con sus diez
puntos de las libertades y te parece escuchar a un doceañista
frente a los absolutistas. Al fin y al cabo, lo que quiere hacer
Jaime Mayor es cantarle a Arzalluz el "Trágala" de
los votos: "Trágala, trágala,/tú, servilón,/tú que no
quieres/ Constitución". Es terrible esto de que haya que
defender aún la Constitución. Estamos en el bienio absolutista
del PNV. Jaime Mayor va de Riego en esto que visto desde Cádiz
es un triste Carnaval
con capuchas y caretas, muchísimas caretas. Si sigue habiendo
liberales constitucionales, es porque hay servilones
absolutistas. Ahora son los serviles de la ETA. Cada domingo, en
la campa, Arzalluz vuelve a gritar el "¡Vivan las
caenas!". Así que más que a Esperanza Aguirre, yo mi
liberal "¡Viva la Pepa!" del 19 de marzo se lo dedico
a Jaime Mayor por sus diez razones y por sus... lo que rima.
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Biografía de Antonio Burgos
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