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Igual
que Larra decía que todo el año es Carnaval, a mí me
gustaría que todo el año fuera Semana
Santa. Habría que defender la acracia del almanaque, el
anarquismo de calendario. Cuando somos más felices es cuando no
hay actividad política en Madrid. Entonces España sí que va
bien... En pleno mes de agosto es una maravilla, con ese
boletín oficial con perfil plano y sin ruedas de prensa tras
los consejos de ministros. Y nada digo de la Semana Santa. Si
serán maravillosos los vacacionales días de playas y
cofradías, que ni Rodríguez Zapatero abre esa boquita ni
arquea esas cejas, ni Arenas le replica ni nada de nada y hasta
Patxi López se apunta a la más que saludable cofradía del
silencio, mientras Ibarretxe ni está ni se le espera. Nunca
funcionan tan bien las cosas en España como cuando Aznar está
en Doñana, en Oropesa o en Mallorca, leyendo a Cernuda y a los
poetas persas. No sé por qué no trasladamos permanentemente la
Presidencia a Doñana y dejamos España en manos de los
secretarios generales técnicos, de los subsecretarios, en todo
caso de los ministros de jornada, que son como esos árbitros de
fútbol tan sabios, celosos, prudentes y eficaces que no se
habla de ellos al término del encuentro. Es una pena siempre
que llegue el Domingo de Resurrección, no porque hoy lunes
tengamos que volver al trabajo en estas tierras de infieles
donde no celebramos el muy europeo y catalán Lunes de Pascua,
sino porque hay que aguantar otra vez la pesadez de lo que ha
dicho Arzalluz en el Aberri Eguna. Antes, en el Domingo de
Resurrección de España, teníamos el rito de un mito: Curro
Romero haciendo el paseíllo en la Maestranza. Ido Romero de los
ruedos, el rito es el Aberri Eguna de ese Arzalluz a quien no
hay quien lo retire, dando suelta a los gatos que tiene en la
barriga; que si en vez de gatos fuesen conejos, aquí no había
el menor problema en la cadena ecológica de alimentación del lince
ibérico.
Pero nada como la maravilla de que en estos días, junto a la
política, ha cesado toda actividad del Petard
System del famoseo. ¿Se han fijado que en esta semana nadie
ha dado un comunicado sobre embarazos, cuernos, noviazgos,
separaciones, bodas? Padecemos la inflación del comunicado.
Antes daban comunicados los partidos políticos, los grandes
bancos, pero ahora los emiten las pelanduscas y los famosos que
salen mucho en la televisión por la única razón conocida de
que salen mucho en televisión. La tregua ha sido de ensueño.
¿Han visto qué maravilla, que nadie
ha anunciado una querella contra nadie? Si España va bien
con Aznar en Doñana, mucho mejor con Carmina Ordóñez llorando
si hay que llorar al ver a su Esperanza de Triana. (A la única
que Carmina Ordóñez no le cobra un duro por echarle unas
lagrimitas es a la Esperanza de Triana...)
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