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Señores
don Federico Trillo y don José María Alvarez del Manzano: son
ustedes unos provocadores, y además unos torpes. De milagro no
los han empapelado por escándalo público. Es que no hay
derecho. ¿A quién se le ocurre izar la bandera de España en
pleno centro de Madrid? Y además, de España, manda huevos,
como diría usted, don Federico. No del Estado Español, ni de
"Este País", sino de España, toma ya. ¡Qué
osadía, qué temeridad! Se ve que no viajan ustedes nada. Si
van a Nueva York, en la Quinta Avenida no verán una sola
bandera de Estados Unidos, porque los americanos, que son más
demócratas que nadie, saben que las barras y estrellas son
completamente fachas. Si la derecha leyera, se hubieran enterado
ustedes de que tras los ataques terroristas del 11-S famoso no
sólo a las Torres Gemelas, sino a los cimientos del propio
sistema americano, en los Estados Unidos no se sacó una sola
bandera nacional como afirmación en los valores de la
Constitución. Allí nadie se puso una camiseta con la bandera
nacional, ni colocó esos colores de barras y estrellas en la
ventana de su casa. La bandera de Estados Unidos, obviamente,
podía herir la sensibilidad de Al Qaeda y de todos sus
cómplices, encubridores y colaboracionistas, y hasta ahí
podíamos llegar.
Y en Francia, ídem de lienzo vexilológico. En París no
verán una sola tricolor, y menos junto al Arco del Triunfo. La
bandera francesa puede herir la sensibilidad de los separatistas
corsos, y allí son muy mirados para estas cosas.
Es que han ido ustedes de torpes. Hombre, si tienen ustedes
tanto interés en izar un desafío en forma de bandera, lo que
tienen que hacer es dejarse de Fuerzas Armadas, de Constitución
y de coña. Ahí ha estado el fallo. Han militarizado una
ceremonia civil. Porque supongo que la que han izado ustedes
solemnemente no es la bandera del Estado Español, sino la de la
selección española de fútbol. Sólo cuando juega la
selección nos sentimos absolutamente todos representados por
esa bandera y no hay ni siquiera un rasguño en sensibilidad
alguna. Olvídense, pues, de los soldaditos y de la marinería.
A la mar, madera, y a la Virgen, cirios. Quienes tienen que izar
la bandera cada martes y cada miércoles son Casillas, Nadal,
Hierro, Valerón y Mendieta. Verán cómo entonces no hay el
menor problema. Ah, y de Marcha Real mientras la izan, nada de
nada. Manolo el del Bombo, aparte de salirles más barato, es el
único que nos pone aquí de acuerdo a todos, marcándonos el
compás para gritar: "!Es-pa-ña, tac, tac, tac, Es-pa-ña...!"
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