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MES DE OCTUBRE DEL 2002 El Mundo de Andalucía  

Jueves 31: Crisantemo y Halloween

Con el puente de Todos los Santos, se acerca el Día de Difuntos. En los puestos de flores de la rotonda del cementerio, más crisantemos que nunca, esperando el mármol de un ser querido que recordar. Pensamos en esa rotonda y nos viene, sola, casi en escritura automática, una reflexión urgente y breve sobre el cementerio. Dicen que el cementerio de Sevilla es el más alegre del mundo. Eso es uno de los tópicos más espantosos que arrastra esta ciudad. ¿Cómo puede ser alegre un cementerio, Dios mío de mi alma? Pero, vale, concedido: el cementerio es muy alegre. En ese caso, le pasa justamente al contrario que a la rotonda y a la glorieta interior de la entrada. La entrada al cementerio es el lugar más triste de toda Sevilla, aunque dé paso, dicen, al riente camposanto. Esa entrada tan burocrática de ladrillería así como mudejarita, entre matadero del Cerro y plaza de toros de Madrid, es lo más triste de toda Sevilla. Allí han pasado cientos de miles de sevillanos las más amargas horas, todas de esdrújulas trágicas: esperando trámites ante un féretro dentro de un vehículo fúnebre. Y por si faltara algo para rematar la tristeza, esa especie de pudridero de coronas de flores que han improvisado a los pies del azulejo de la Virgen de la Soledad de San Lorenzo, donde amontonan, mustias, las que sobran de los entierros, y donde se entrelazan las filacterias de hijos y esposas que no te olvidan. Tan triste es todo lo que se puede pensar sobre la entrada al cementerio, que, mire usted, hasta estamos por justificar la moda americana del Halloween para estas fechas...  

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Miércoles 30: Tócala otra vez, Catalanotto

Tendría que venir Humphrey Bogart con la gabardina, la mascota de Maquedano y el cigarrito Chesterluqui americano al Paseo Colón, sentarse al borde del foso de la orquesta del Maestranza y decirle al pianista Leonardo Catalanotto: "Tócala otra vez, Sam, digo, Catalanotto." "¿El qué, don Humphrey?" "La ópera "Otello" a palo seco." Hay que tocarla otra vez, como himno de la alegría, para ponerle música a algo que en nuestra sociedad cada vez va siendo más insólito: el democrático principio de autoridad. ¿Que los de la orquesta están en huelga? Pues aquí, como hay autoridad, esto va a piano y listo. Y los de la orquesta tienen que acabar hocicando y tocando en la segunda representación, con la viola de gamba entre las piernas. Ya quisiéramos, por ejemplo, que el rector tuviera un pianista que le acompañara en la representación del perdido principio de autoridad en la Universidad, donde los estudiantes a los que se les ha aplicado ese principio dicen que quien tiene que arrepentirse del asalto al Rectorado es el profesor Florencio, no ellos. Tiene que extenderse por toda Sevilla este Efecto Otello, ponerle acompañamiento de piano a la fuerza de la razón de la ley frente a tanta charanga de la razón de la fuerza de los que están contra todo principio y todo esquema de valores que no sean los del dinero o los del mínimo esfuerzo. Y como lo que decimos parece que es tan difícil, proponemos que a los políticos les pongan siempre de fondo música de Verdi, a ver si así no declinan el más que legitimo ejercicio de la autoridad en democracia.  

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Martes 29: El estirón de Dos Hermanas

Con la población que tiene Dos Hermanas hay provincias que envían cinco diputados y dos senadores al Parlamento, tienen un obispo, una catedral y una Universidad. Los sevillanos no advertimos el estirón que ha dado en los últimos años esta gran capital al lado de la capital, que si no está ya por los 150.000 habitantes, poco le falta. Dos Hermanas tiene Velódromo, Teatro Municipal, auditorio al aire libre, uno de los mejores catálogos de históricas haciendas de olivar (San Miguel de Montelirio, Ibarburu, Bujalmoro, Torre de Doña María...) Tiene el Parque de La Corchuela y tiene la Universidad Pablo de Olavide, porque Dos Hermanas se extiende hasta las puertas mismas de Sevilla; la gente no sabe que Montequinto es término de Dos Hermanas, que llega hasta el antiguo Ecovol. Tiene a más de media industria aceitera sevillana en su término: Guillén, Gallego, Ybarra... Tiene a Los del Río, que montaron allí su polígono industrial para la producción masiva de macarenas y colores especiales de Sevilla. Por si le faltara algo, Dos Hermanas tiene ahora el Gran Hipódromo de Andalucía, que es como Pineda, pero con menos pijos y con trotones. Por tener, Dos Hermanas tiene hasta Concurso Internacional de Clarinete. Así que no nos extrañaría que en esta Dos Hermanas Superstar, el año que viene, como ya le ha cogido afición a España con el premio Príncipe de Asturias, el mismísimo Woody Allen viniera a tocar el clarinete.  

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Lunes 28: Azahar para la Virgen del Valle

Otros años hemos visto estos naranjos locos en este tiempo de octubre por Luis Montoto, por Manuel Siurot, por El Tardón, desquiciados por este otoño tropical que los vuelve majarones y los hace ponerse en flor, como si en vez de estar nombrado el pregonero anduvieran ya los capirotes colgados en la Alcaicería y el cartelito de "hoy es vigilia" puesto en el mostrador de Ochoa. Pero este año salimos ayer tarde al balcón y comprobamos que nos han traído la sorpresa a domicilio: el azahar está florecido en un naranjo que hay justo debajo de casa. Hay varios naranjos en la acera, pero todos los otros son despistados y rigurosos, deben de ser naranjos guiris, que no tienen ni una flor. Menos éste del que hablo. Este sí que está orientado. Ni está desquiciado por estas calores impropias de la fecha ni se ha vuelto majarón con el otoño tropical del agujero de ozono. Es un naranjo que está en todas las claves íntimas de Sevilla. Porque conforme lo miraba apoyado en los hierros del balcón, gozándome del blancor entre sus ramas, el naranjo me iba diciendo que este año ha florecido debajo mismo del escritorio porque han decidido hacerlo él y ocho o diez compadres naranjitos de Sevilla más, que se han puesto de acuerdo para que haya azahar por las calles cuando la Virgen del Valle salga el domingo en su palio estrenando corona, muy Señora del centro, de la Sevilla de toda la vida, que viene de misa en la Catedral y que como siempre lleva puestas esas flores que tienen el color de su nombre y que Ella luce mejor que nadie.  

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Domingo 27: Servicios mínimos sinfónicos

Estábamos en sillón de tendido de la Maestranza musical, operística y masculina. A diferencia de la taurina, que es femenina de género gramatical, esta Maestranza es macho: el Maestranza. Y a nuestro lado, en ese sillón de tendido, entre el respetable público de la sala, el más que respetable don Julio García Casas, el maduro presidente de Juventudes Musicales en esta ciudad contradictoria donde, hablando de música, la Virgen del Silencio va a llevar el sonido de una banda detrás del palio. Y con todo su sentido del humor sevillano, cuando empezaba la representación de "Otello" al palo seco de un piano y cuando en el gallinero comenzaba la protesta de parte del público y de los piquetes informativos de la huelga de violines caídos, el profesor García Casas, que es jurista y profesor de la Facultad de Derecho, nos dijo: "No sé de qué protestan. En todas las huelgas hay servicios mínimos, y en este caso los servicios mínimos de una orquesta sinfónica son un piano. Les parecerá a los huelguistas, como siempre, que han puesto excesivos servicios mínimos. Querrán que el elenco cante con un violín nada más." ¡Bravo!, y ole la gracia, don Julio. (Lo que no dijo García Casas, y lo ponemos nosotros, es que el público le dio los servicios máximos de apoyo al Teatro de la Maestranza, a su director don José Luis Castro y al señor Copete, que le echó el valor de salir a dar la cara en nombre del Consorcio. Un político dando la cara en un conflicto, como Copete ante esta huelga, también es de "¡bravo!").  

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Sábado 26: Demasiadas rutas

Por toda Sevilla han puesto unas placas cerámicas porcelanosas con una concha como la de la Venera de la calle José Gestoso, que indican el Camino de Santiago. Eso es muy útil. Ya se sabe que la gente, en la Campana o en la Plaza Nueva, no hace más que preguntar: "Por favor, ¿podía decirme dónde está el Camino de Santiago?" En la esquina de la Avenida de la Constitución con la calle García de Vinuesa, por ejemplo, los turistas que van buscando la plaza de los toros saben perfectamente gracias a esa placa de la concha (Piquer) que están en buen camino: el de Santiago. (Por cierto, ¿por qué tanto al Camino de Santiago y tan poco al Camino de Santa Ana? En Triana van a protestar.) Ya antes pusieron unas placas con la Ruta de Luis Cernuda, como desde comienzos del siglo XIX están los azulejos de la ruta de Cervantes. Ahora ponen unas placas con el itinerario la Sevilla Judía, lo cual está muy bien, ya que lo que los turistas buscan en el falso, folklorizado y degradado Barrio de Santa Cruz se encuentra de verdad en la desconocida Judería de San Bartolomé. O sea, que por placas e itinerarios no queda la cosa. Hasta Raynaud quiere poner el Itinerario Turístico Cofrade si llega a alcalde, Dios no lo permita (que ponga el itinerario, no que llegue a alcalde.) De todo lo cual se infiere que Sevilla es la ciudad del mundo donde mientras te encuentras en las esquinas placas de todos los itinerarios posibles, no hay forma de ver el rótulo de cómo demonios se llama esta calle.  

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Viernes 25: Almanaque de obras

La verdad es que no lo creímos cuando el alcalde anunció el otro día solemnemente el almanaque de terminación de los siete mil millones de obras varias y agujeros subterráneos diversos que colapsan la circulación en toda Sevilla, a todas horas, hasta el borde de un ataque de nervios. Dijo el señor Sánchez que el 15 de noviembre se abrirían a la circulación con todos sus carriles (Mariano Martín, de la Puertalarená, gran capotero) y todos sus avíos el Paseo de Colón y el Cristina, y que en ese mes estaría terminado también el aparcamiento subterráneo de la explanada delantera de García Morato, vulgo Hospital Virgen del Rocío. Aunque les parezca increíble, hay datos ciertos para pensar que ese programa de normalización se va a cumplir. De momento han vuelto a abrir a la circulación la calle Marqués de Luca de Tena, atajada hasta ahora por las obras del aparcamiento del Morato. Principio quieren las cosas. Entre ellas, las felicitaciones, de las que estas líneas son también principio, por cuanto los hechos tienen de cumplimiento de promesas. Bien es cierto que las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina, de la esquina del Paseo Colón con Antonia Díaz, pero algo es algo. (¿Usted no ve como no siempre le arreamos candela, señor alcalde? Nada nos gustaría más que elogiarle todos los días, señal de que Sevilla estaba de dulce, de dulce del escaparate de Ochoa.)  

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Jueves 24: Otoño tropical

Cuando escribíamos estas líneas, ayer miércoles para usted que nos lee, íbamos a mandar una cesta de huevos a Santa Clara, pero no sabemos si en el convento de Santa Clara quedarán monjas que recojan los huevos y que recen para que no llueva, o si han trasladado el convento a un polígono industrial por la parte de Bormujos, como tantas. Esperemos que hoy jueves no llueva para que este comentario tenga vigencia. Porque es sobre este espléndido otoño disfrazado de primavera que desde hace unos años estamos disfrutando en Sevilla. Los comerciantes estarán que trinan, porque no llueve, no hace frío y no venden una escoba, pero nosotros estamos encantados con esta parte positiva del agujero de ozono que es el cambio de clima otoñal de Sevilla. Si el otoño era antes una maravilla de luces tamizadas y de colores atenuados en tonos pastel, ahora es un prodigio de clima casi tropical. Dan ganas de irse a la playa cuando se ven estos días tan templados y hermosos, con la gente a cuerpo y sentadas en los veladores de las terrazas, casi a fines de octubre. Y luego se hasta la gente dinerales para irse de vacaciones de otoño a los países tropicales. No saben que con esta maravilla de clima, en otoño Sevilla es, al cambio, Miami. (Tocamos madera al terminar de escribir, no vaya a ser que amanezcan chuzos de punta y nos fastidien este billete, con lo lírico que nos había salido...)  

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Miércoles 23: Celo policial

¿Usted sabe cómo se llevan el ratón y el gato? Pues eso es una versión roedora-felina de Versalles al lado de cómo se llevan históricamente la Policía Nacional y la Policía Local. Una de las más altas misiones de los patronales Ángeles Custodios es evitar que los conflictos entre ambas lleguen a mayores. Las relaciones entre ambos Cuerpos han saltado a la luz, gallarda y altanera la Policía Municipal diciendo que trabajan mucho, pero que no la sacan en los papeles, y actuando sin plus de nocturnidad contra la botellona guarra la Policía Nacional. Por nosotros, que sigan los celos. "Celos de Policías, buenos a ciudadanía", dice el refrán. El tópico "celo policial" incluye también la pelusa por que los éxitos se los apunten los otros. Gracias a que la Policía Local está picada, picadita de viruela, con la Nacional, de momento han dado los municipales una redada contra algo que denunciamos aquí veces y veces, sin que ningún guardia del Ayuntamiento hiciera nada. Nos referimos a la Pasarela Cibeles de novedades discográficas piratas y delictivas que son los manteros negros (perdón, suprasudafricanos) de la calle Tetuán y de la acera del Nervión Plaza. Como era su obligación hace una jartá de tiempo, los locales han decomisado (ahora) 5.000 cedés piratas con lo más novedoso de la discografía, como el "Lío" que ha formado en el flamenco José Mercé o "Mis boleros favoritos" de Luis Miguel. Pues nada: por nosotros que sigan los celos y recelos policiales, y que ambos cuerpos se echen una carrera en pelo a ver quién coge más chorizos, a ver quién detiene más tironeros, a ver quién trinca más revientacoches, a ver quién desarticula más redes de tráfico de drogas, a ver quién impide más atracos a joyerías, y así sucesivamente hasta que esto deje de ser Harlem con bares de tapas.

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Martes 22: Anda con Andy...

Nos creemos a veces que en Sevilla no gusta otra pintura que la del cartel de Semana Santa, qué horror, ni otro dibujo que las hojarascas barrocas de Dubé o las fachadas monumentales de González, las acuarelas que venden como molletes con pringá en los bares. Esas son las relamidas Bellas Artes que salen, que se retratan, que gozan de toda protección de la Sevilla real y de parte de la oficial. Pero hay otro gusto, otro mercado de obras de arte. Esta otra cara del arte hace ciertos todos los topicazos al uso sobre la ciudad abierta que todo lo hace suyo, y en cambio apenas sale en los papeles. En esta tierra de nadie está haciendo mucho (y su dinerito le está costando muchas veces) el galerista José Cobo, que se escribe así y se pronuncia Pepecobo. Esta semana, Pepecobo abre de nuevo los cuartos del Hotel Inglaterra para su anual experiencia de "Hotel y Arte", en la que vienen a Sevilla, así como quien no quiere la cosa, las más importantes galerías de la vanguardia española. Y en su galería estable de la plaza del Cardenal Cisneros, frente por frente a Las Penas de San Vicente, está teniendo un éxito digno de elogio su exposición de dibujos de Andy Warhol, sí, Warhol, el mismo que viste y calza los retratos de Marilyn Monroe y las latas de sopas Campbell. Cobo ha vendido casi todos los dibujos de la expuesta exposición. Para que luego digan que el arte contemporáneo no gusta aquí. Lo que pasa es que en esa parte cateta y capillitona de Sevilla (que es el 80 por ciento de la ciudad) relucen más las acuarelas de González que Andy Warhol.  

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Lunes 21: El otro Bertomeu

Sevilla tiene de jefe superior de Policía a un gran policía que se llama Antonio Bertomeu Fraisolí. Es de esos jefes que más que el pie de página de los papeles en el despacho se trabajan el pie de obra de los fregados en la calle. Lo vimos en la calle, junto a sus hombres, cuando la Cumbre Europea, cuando los incidentes de Los Pajaritos o ahora, cuando la operación contra la movida nocturna en Los Remedios. Pero aparte del Cuerpo Superior de Policía, la ciudad tiene una Guardia Municipal, que llaman oficialmente Policía Local, con mucha rimbombancia de la importancia. Esta Policía Local debe de tener un jefe, digo yo. Incluso me parece recordar que he leído por ahí que no solamente tiene un jefe, sino varios, y un puesto de baranda máximo y óptimo al que llaman con un nombre completamente de telefilm americano o de película policiaca: superintendente. ¿Y saben lo que les digo? Que me encantaría que conociéramos menos a Antonio Bertomeu el del Cuerpo General de Policía, y que saliera menos en los papeles, y que todos los sevillanos supiéramos en cambio no solamente quién es el jefe de la Policía Local, sino que viéramos al otro Bertomeu, al de la Local, retratado en los periódicos, dando la cara en los conflictos y actuando a pie de obra, un poner, en la lucha contra los colapsos de tráfico, contra la doble fila, contra los vendedores clandestinos de las mantas de CD en la calle Velázquez, contra los ruidos nocturnos, contra la cochambre de las botellonas y contra todo lo que es competencia de esa Policía Local que de Policía parece que sólo tiene el nombre.  

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Domingo 20: Incienso y tufo totalitario 

Además de ineficaz, totalitario. El alcalde. Viene pidiendo incienso y que le toquen "Los Campanilleros" cuando entre en el Cristina a inaugurar el aparcamiento. Quiere unanimidades, lealtades incondicionales, adhesiones inquebrantables. Al cambio, alcalde Juan Fernández. Régimen anterior puro. Va, inaugura el aparcamiento de Pío XII y lanza una enaltecida arenga contra la conspiración judeomasónica de los 400.000 sevillanos que dicen que nunca Sevilla estuvo peor, ni más sucia, ni más abandonada, ni más patas arriba, ni regida por equipo más ineficaz y desunido. Oigan lo que dijo el gachó, como cuando Queipo cogía el micrófono para anunciar que iba a tomar Cazalla con la morería: "Los agoreros, los críticos, que vayan preparando su artillería, porque después de Feria empezarán de nuevo las molestias de las obras". ¡Arsa pilili! Estamos a cinco minutos de que quienes ejercemos la crítica en la ciudad sin pulso y no pedimos la canonización de las "benditas obras" con "madurez psicológica" seamos condenados como malos sevillanos y enemigos de la patria hispalense. Pronto le encargarán a Rafael Carretero que monte una pira en la Plaza de San Francisco, y se firmará un contrato con Martín Casillas para que acarree allí leña con la que quemar con un sayo verde (o carmesí, como los autobuses de la millonada en pintura) a los malos sevillanos que no sabemos reconocer la suerte que tenemos, de estar regidos por este pedazo de alcalde, que es el mejor de los nacidos. Pues nada, hombre, por totalitarismo que no quede. El alcalde tiene razón: en Sevilla hay mucho agorero, mucho critico y mucho mamón. ¡Vivan las cadenas de televisión de Polanco!

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Sábado 19:  Reflexión del Giraldillo

Si Sevilla es la ciudad de la falsedad y de la hipocresía, de los capillitas que te están dando una puñalá por la espalda cuando fingen que te abrazan, la capital de la Ojaneta de la Barqueta y de la calle Goyeneta... Si en Sevilla la gente tiene tantos gatos en la barriga que a algunos, cuando se mueren, los tienen que separar del rebujón poniéndoles en la esquela debajo de su nombre lo de "un hombre bueno", como si eso fuera una rara profesión o un título exclusivísimo... Si Sevilla es la ciudad donde los seises son diez, donde la Feria de Abril se celebra en mayo y donde las tradiciones seculares se inventaron ayer por la mañana, ¿por qué su símbolo, el Giraldillo, ha de ser de verdad? Más lógico y coherente es que el Giraldillo sea también falso, contrahecho, de imitación, copia del original. Nuestro querido canónigo Don Francisco Gil Delgado, como buen sevillista, ha dado en todo el bebe. En su defensa de la Giganta falsa en lo alto de la torre mayor de la ciudad, ha dicho el ilustre biógrafo del Cardenal Segura que este Giraldillo falso gira mucho mejor que el de verdad, que se orienta el tío que es una maravilla conforme sopla el aire. No es listo ni ná el Giraldillo falso... Lo cual no debe tampoco ser olvidado en el símbolo escultórico de Sevilla, la ciudad de los listos y de los enterados. En Sevilla siempre triunfa el que va a favor de corriente y conforme sople el viento, y no es cosa en la ciudad que ha perdido el norte y los principios tener allí arriba en lo alto de la Giralda una veleta que se mantenga firme en sus convicciones históricas frente a tanto aire de conveniencia como aquí sopla. Sería, pues, una suprema contradicción que esta ciudad donde todo es mentira estuviera representada por un Giraldillo de verdad.

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Viernes 18: Existe Policía de Tráfico

No es que estemos realizando una pequeña campaña sobre la circulación en Sevilla: es que lo intentamos. Como ayer con lo de los semáforos sincronizados a mala leche que parece que se van arreglando, hoy volvemos a lo que dijimos días atrás: ¿existe Policía Municipal de Tráfico? Lo preguntábamos porque en el continuo colapso circulatorio de todas las calles a todas las horas, el brillo de la ausencia de los policías municipales de Tráfico era mayor que el del cupulín de la Torre del Oro. Era. Tenemos que consignar con alegría que vuelven a verse guardias municipales ordenando el follón de los embotellamientos allá donde se producen. Un guardia a tiempo evita cientos de conductores perdiendo el tiempo, llegando tarde a las citas y gastando inútilmente gasolina. Y no hablamos a humo de pajas. Cada vez se está viendo más guardias ordenando la circulación donde es preciso. Como muestra, un botón con el NO8DO: miércoles día 16, a las 13,30, en la Puerta Jerez. Tapón impresionante en la esquina de la Cafetería Coliseo, los coches que vienen de San Fernando y de la Avenida esperando para entrar por el embudo de la calle Almirante Lobo y salir al Paseo Colón. Y en esto, dos guardias municipales de los de las motos, dos, que se ponen a ordenar el tráfico y descongestionan aquello en un momento, autorizando a que los coches que vienen desde la Avenida tiren excepcionalmente hacia la Pasarela por el carril de los autobuses de la calle San Fernando y dejen aquello despejado. Como este ejemplo, podíamos citar muchos más de la saludable vuelta de los guardias a la calle. Quede, pues, consignada hoy la felicitación en tiempo y forma a la Delegación de la Policía Municipal, ¿pasa algo?  

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Jueves 17: Semáforos con mejor leche

A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, o sea, la Centuria Romana de la Macarena si hace falta. Lo decimos por los semáforos regulados a mala leche que comentamos el otro día. Será por pura casualidad, porque desconfiamos del poder taumatúrgico de la Prensa. Si en Sevilla los gobernantes hicieran caso a las quejas del vecindario expuestas en los periódicos, esto sería la ciudad ideal de San Agustín, esquina a Recaredo. Pero el caso es que parece que al menos en el eje Palmera-Delicias-Paseo Colón la cuestión de los semáforos regulados a mala leche está un poquito menos peor. Los semáforos dan la impresión de que han sido sincronizados, de forma que te puedes encontrar hasta media docena de ellos en verde del tirón, con lo que gana la fluidez del tráfico y no se forman embotellamientos absurdos frente a esa Delegación de Obras Públicas del Estado que el Ayuntamiento quiere desahuciar en el Pabellón del 29 de la República Dominicana. En nuestro particular Centro de Investigaciones Sociológicas de preguntar a los taxistas que sufren la circulación, dicen los resultados de nuestra encuesta que hay quien llega sin encontrarse un semáforo en rojo desde el Puesto de los Monos al Cristina, o en sentido inverso desde el Puente de Triana a la Clínica de Fátima. Como nos gusta reconocer el mérito con nombres propios y elogiar cuando la menor ocasión se presenta, quede consignada aquí, pues, en tiempo y forma la loa debida a la Delegación Municipal de Tráfico de don Blas Ballesteros. ¿Pasa algo por lo de Ballesteros?  

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Miércoles 16: Escuela de Vandalismo

Como ahora se cumplen diez años de casi todo lo del 92, también apaga sus diez velitas la benemérita y humanitaria Fundación Forja XXI, que preside el canónigo de moda, que es don Manuel Benigno García. De entre todos los miembros del Cabildo Catedral, antiguos y recién nombrados, don Benigno, con su nombre de versículo del Miserere de Eslava, es ahora el que va de estrella mediática, una vez eclipsado aquel Francisco Navarro que parecía llamado a altas misiones dentro de la Iglesia Hispalense. Y gracias al salón donde la Fundación de Don Benigno celebra sus actos conmemorativos, sabemos que en la avenida de Isabel la Católica del Parque de María Luisa, junto a la gubernamental Torre Sur de la Plaza de España, funciona la Escuela de Jardinería "Joaquín Romero Murube". Gratísimo descubrimiento. Porque hasta ahora, en el Parque, solamente habíamos descubierto la Escuela de Vandalismo Etílico contra los Jardines "Caballo de Atila", centro docente de incivismo que funciona a pleno rendimiento todos los fines de semana en las movidas y botellonas de Las Delicias Viejas, y que deja hechos una pena de basuras y bolsas de plástico los alrededores de la terraza del Bar Líbano.  

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Martes 15: Leyenda de Fabiola

La casa está al fondo de la parte más alta de la calle Mateos Gago, pasada la iglesia de Santa Cruz, donde arranca para un lado Federico Rubio y para el otro Fabiola. Allí vivió hasta su muerte doña Ignacia Lasso, la marquesa de los Ríos, y aquella fue la casa del cardenal Wiseman, el que escribió "Fabiola", como recuerda el mármol de una lápida en su fachada. Y como "Fabiola" y las novelas de romanos con el torso desnudo vuelven loco a Terenci Moix, que es autor de Planeta, la Fundación Lara eligió esa casa para su sede. Se gastó una millonada en comprarla y otra millonada en sacarla de brillo. Dicen que la han puesto de dulce. La semana que viene, que la inauguran, lo veremos. Por anticipado vaya nuestra felicitación a los Lara porque, hombre, menos mal, a esa casa no le han puesto de mote "Palacio", como se estila. Por ejemplo, la Marquesa de Méritos, con todos los que su título indica y algunos más, revitalizó espléndidamente en la calle Cuna la Casa de la Condesa de Lebrija, su antepasada, pero al abrirla al turismo le puso de mote "Palacio de Lebrija". A la sede de la Fundación del editor pedroseño podían haberle puesto "Palacio de Lara" y se hubieran quedado vaheando. Le han puesto en cambio "Casa de Fabiola". Precioso para inventarse una leyenda, que brindamos a los cocheros de caballos y guías turísticos: allí, precisamente allí, era donde vivía Fabiola, una sevillana de la Bética romana de la que se enamoró perdidamente Pilatos, quien, como es sabido, se hizo aquí una casa porque le encantaba venir por Semana Santa, hasta el punto que los macarenos lo pusieron en lo alto del paso de la Sentencia con una palangana, porque el tío era sevillista.  

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Lunes 14: ¿Obreros de qué campo?

Parece que los únicos que no se han olvidado de que Sevilla sigue aún siendo capital de una región de economía agraria son los agitadores del SOC, del Sindicato de Obreros del Campo. ¿Ah, pero todavía hay campo? Será campo de golf, naturalmente... ¿No quedamos en que habían recalificado todo el campo para hacer casitas adosadas en los lejíos, hoteles con encanto en las haciendas, polígonos industriales en los olivares y ecosistemas del lince ibérico en los campos de fresa? El campo, ¿no es eso que hay alrededor de las ciudades donde los empresarios siembran subvenciones de Bruselas y los trabajadores recogen los haberes del PER? Si existe el Sindicato de Obreros del Campo es que en el campo hay todavía obreros. ¡Qué sorpresas se lleva uno! ¿Pero no quedamos en que aquí todo era hostelería, turismo, sector servicios, tecnología punta y segunda modernización? Está muy bien que los profesionales de la agitación del SOC, Cañamero, Gordillo "et alii", corten de vez en cuando la calle San Fernando y las pistas del aeropuerto de San Pablo. Esta actitud incívica, que sufren los conductores y los pasajeros de avión sin ninguna relación con el campo, tiene sin embargo de bueno que es una cíclica "dosis de recuerdo" en la vacuna contra tanta segunda modernización, tanto sector servicios y tanta leche migada con sopas gordas. Zarrías dice que "la segunda modernización es un estado de ánimo". Pues miren cómo están los ánimos de los que no tienen el gusto de conocer a la segunda modernización, ni incluso a la primera, porque no se las han presentado.  

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Domingo 13: Semáforos a mala leche

Nos han confirmado que cuando Soledad Becerril era alcaldesa... Uf, ¿acaban de leer bien esto que hemos puesto? Decimos "cuando Soledad Becerril era alcaldesa" y parece que han pasado por lo menos siglos desde aquel tiempo en que Sevilla no estaba abandonada, impresentable, sucia, colapsada, degradada, patas arriba. Bueno, que íbamos diciendo que cuando Soledad Becerril era alcaldesa se instaló un complicado y costoso sistema de regulación de los semáforos. Como tantas otras cosas hechas por los anteriores, ese cacharro debe de estar en el monte del olvido. Porque no habrá ciudad en el mundo con los semáforos tan descoordinados como Sevilla. Cualquier sincronización brilla por su ausencia. Parece que lo hacen adrede, para que la circulación sea lo más lenta posible y en cada cruce se forme un embotellamiento. Parece que los semáforos los sincronizan, sí, pero con mala leche, para que todos te cojan en rojo. Algunos taxistas contarán a sus nietos, como una hazaña, que una vez, viniendo desde el campo del Betis hacia la Puerta Jerez, se encontraron en verde los semáforos de La Palmera una detrás de otro, hasta el Costurero de la Reina. Hay semáforos de una brevedad en el verde que asustan, colocados, además, dando preferencia de paso a una calle por la que no viene un solo coche o a un cruce de peatones por donde no pasa un solo viandante, verbigracia detrás de la antigua estación de Cádiz. No sabemos si el aparato regulador de los semáforos se usa; en caso de que se use, lo debe de programar un ecologista enemigo de los coches o un tío untado por las petroleras para que se gaste gasolina por un tubo. 

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Sábado 12: Rafaelito Torres

Nos quedamos siempre con los grandes símbolos taurinos de Sevilla: José, Juan, Manolo Chicuelo, Pepe Luis, Curro. Los que fueron. Y nunca nos acordamos del bolero sentimental de lo que pudo haber sido y no fue. No recordamos, por ejemplo, y en la Hermandad de la Trinidad lo saben, que Manolo González pudo haber sido un gran torero simbólico de Sevilla. Los cuadros del XIX con estampas de toreros que tiene Lola Ortega en su tienda de antigüedades de la Plaza del Cabildo saben que Antonio Gallardo podía haber sido un mito del toreo de Sevilla, esa foto de una verónica que parece de Curro Puya, otro olvidado. Como los veladores del bar Los Tres Reyes saben que Sevilla se perdió un gran torero que se llamaba Rafael Torres. Hablando de torres, como lo que no puede ser no puede ser, Rafaelito Torres tuvo que cambiar el oro de la Torre del Oro de los matadores por la plata de la Torre de la Plata de los banderilleros. Esta tarde se corta la coleta como subalterno aquel sueño de lo que pudo haber sido y no fue, en el que muchos vieron el sucesor al trono taurino de Sevilla con aromas de romero. Eduardo Dávila Miura, que es un señor, ha invitado a Rafaelito Torres a ir en su cuadrilla para que se pueda oficiar algo tan sentimental como la ceremonia del adiós a una esperanza. (Por cierto, si Eduardo Dávila se hubiera enterado, como es un señor, a lo mejor habría sacado en su día a Lebrija el Puntillero en su cuadrilla para que pudiera cortarse la coleta de torero con todo honor, en vez de que lo echaran de mala manera de la plaza que tantas veces lo ovacionó por resolver una difícil papeleta con su cachete dieciochesco.)  

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Viernes 11: El Infierno de las calles

Como el arte imita siempre a la Naturaleza y no al revés, oportunísima y actualísima la obra con la que el grupo "¡Valiente Plan!" inaugura temporada en la Sala La Imperdible: "La calle del Infierno". No hay que perderse la función de La Imperdible para salir de dudas. ¿A qué calle se refieren? ¿A la calle Doña María Coronel? ¿A la calle Baños? ¿A la calle San Pablo? ¿A la calle Almirante Lobo? ¿A la calle San Esteban? Porque, desde luego, tal como está la circulación de embotellada y colapsada en absolutamente toda Sevilla no deben de referirse a la calle de los cacharritos y los coches locos de la Feria, sino que la obra tiene que ser sobre este infierno en que se ha convertido todo el viario, mientras la Delegación Municipal de Tráfico mira hacia otro lado y silba el pasodoble "La Giralda". De la Calle del Infierno en la Feria (la única del Averno de Pedro Botero visitada por un Papa) hemos pasado al infierno de estas calles del colapso continuo y ubicuo, sin que nunca aparezca un solo guardia municipal para medio remediar el desbarajuste. De donde deducimos que los sarcásticos y demoledores creadores de "¡Valiente Plan!" se han confundido, que no es en singular, sino en plural: "Las calles del Infierno". O que el título es precisamente al revés: "El Infierno de las calles". Lo que sí está perfecto y más que adecuado es lo de "¡Valiente Plan!". Eso, eso: valiente plan...  

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Jueves 10: ¿Hay Policía de Tráfico?

La ciudad barroca de los duales no tiene fin. El martes por la tarde, mientras Jordi Pujol se hartaba de decir que hay que acabar con la Andalucía subvencionada, los acogidos a la sopa boba del PER y los profesionales de la protesta del SOC se manifestaban ante la sede del PP, en la calle San Fernando. Era, además, la noche del medio partido Betis-Real Madrid. Y entre calle la San Fernando y La Palmera se armó en toda Sevilla tal embotellamiento de tráfico a las 8 de la tarde, que los coches en carrefilera llegaban hasta la Puerta Osario, hasta más allá de la Enramadilla y hasta el campo del Sevilla, que rima. Durante más de una hora, en ningún lugar de este embotellamiento monumental y artístico en que el SOC convirtió a Sevilla se vio un solo guardia municipal, y eso que el follón se vería perfectamente en las cámaras de la Delegación de Tráfico. Claro que tampoco hace falta que el SOC corte la calle San Fernando para esta terrible situación de la circulación, en la que nunca sabes cuánto vas a tardar en llegar a un sitio ni por qué calle te va a coger el tapón. Y en todos esos embotellamientos múltiples, la misma constante: nunca se ve a un solo guardia municipal que llegue con su moto para regular urgentemente aquello y dar una cierta fluidez. Los conductores atrapados en el embotellamiento nuestro de cada día llegan incluso a pensar si acaso eso de que Sevilla tiene una Policía Local de Tráfico es un infundio que han levantado contra el Ayuntamiento.  

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Miércoles 9: Los Ultra Palco

Como hemos abandonado todo modelo de sociedad industrial y nos hemos apuntado a los trenes baratos (léase Ave) de la hostelería, el turismo y los servicios, quiere ello decir que Sevilla vive de su fama, de su leyenda, de su pasado. La imagen de Sevilla es su principal activo y fuente de riqueza. La salvajada múltiple, coral y colectiva del Pizjuán incide, pues, directamente sobre ese activo, sobre esa marca. Las imágenes a lo Jarrai de los niñatos de la Peña Biri aplicando la salvaje Ley de Lynch a un pobre "segurata" han dado la vuelta a España. Lo que significa que muchos habrán puesto en cuestión la imagen de Sevilla como tierra de la permisividad y la concordia. No basta con que cierren el campo por tres o por cinco partidos y con que el club le retire el carné al agresor de Prats. No basta con culpar a la Policía, en esta ciudad donde siempre echamos la culpa del fuego a los bomberos. Como en el caso de Jarrai, esta violencia está fomentada desde arriba. También existen los Ultra Palco. Porque son los propios clubes los que pagan los autobuses de estos niñatos, de estos criminales del domingo tarde; los que les regalan las entradas para los partidos; los que les conceden locales y mamelas; los que les pagan el bocadillo para los viajes. Los barandas palanganas, pues, no pueden lavarse las manos como su colega Pilatos. Si se quiere atajar la violencia de raíz no hay que buscar abajo, en los fondos Norte o Sur, sino arriba, en los palcos. Ojo, y no sólo en Nervión, que al final de la Palmera ocurre tres cuartos de lo propio... 

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Martes 8: Japonés en la Bienal

Clausura de la Bienal, no hay que decir qué bienal. Estrella Morente en el revitalizado Auditorio de la Expo, cuya salvación quizá haya sido uno de los logros más efectivos del décimo aniversario del Evento Por Antonomasia. Estrella Morente, con sus peinecillos granadinos, en el firmamento de La Niña de los Peines, del Sacromonte a la Alameda, haciendo caminar a Roma a los peregrinitos que no iban precisamente a lo de Escrivá de Balaguer, sino a que los case el Papa y les regale un cucurruchito de maní metido por fiesta. Y antes del comienzo del espectáculo, los avisos al respetable para que no haga vídeos y para que apague los jodidos teléfonos móviles. En español, en inglés...¡y en japonés! El japonés ha sido en la practica lengua oficial de la Bienal del Flamenco. En muchos espectáculos había más gente del Japón que, un poner, de Los Remedios. Y en la Feria Mundial del Flamenco, igual: así de japoneses, María, así... Antes, los jornaleros del flamenco iban al Japón a ganarse unas perritas, y a Chiquito de la Calzada se le quedaron desde entonces sus humorísticos andares de geisha. Ahora son los japoneses los que se nos entran por las puertas para dejarse aquí el dinero a espuertas. Del cuarto de los cabales, a los cuartos que se dejan aquí los cabales del Japón. En el Japón tienen mucho más claro que aquí que Sevilla es la capital mundial del flamenco.

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Así quedan las Delicias Viejas con la movida
Los jardines de las Delicias Viejas, tras la movida del fin de semana
Los jardines de las Delicias Viejas, tras la movida del fin de semana. (Foto gentileza de Julio Domínguez Arjona en "La Sevilla que no vemos", donde encuentran más información)

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Lunes 7: Blasco Garzón

No es leyenda y mito del exilio todo lo que reluce. En plena conmemoración gloriosa del exilio republicano, el profesor Morales Padrón ha recibido una angustiosa carta desde Buenos Aires. La anciana hija de don Manuel Blasco Garzón está en la indigencia y para subsistir pide ayuda económica a la ciudad querida donde su padre fue presidente del Ateneo, director de la Real Academia de Buenas Letras y de la que salió para ser ministro de Instrucción Pública en la II República y marchar luego al exilio tras la derrota de la democracia en la guerra civil. Blasco Garzón, por si no lo han situado, es quien preside la foto histórica de los poetas de la Generación del 27 en el Ateneo de Sevilla. Pues bien, el profesor Morales ha pedido ayuda en muchísimas puertas para la hija de Blasco Garzón, y en ninguna han respondido. Una de ellas ha sido la del mismísimo Alfonso Guerra, "exiliógrafo" oficial de España, quien ha remitido displicentemente la urgente necesidad de ayuda a las calendas griegas de una futura ley que promoverá el PSOE en el Parlamento. Entre tanta conmemoración solemne de la Generación del 27 y del destierro republicano no hay el menor atisbo de querer ayudar a la hija del ilustre intelectual sevillano exiliado. En ninguna Fundación, Patronato, Consejería o Comisión Nacional hay una sola peseta que enviar a Buenos Aires para esta sevillana que no se olvida de su ciudad. De lo que se deduce que hay muchas miserias en la manipulación interesada de tanta Generación del 27, tanto Cernuda y tanto exilio republicano.  

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Domingo 6: Una Sevilla en Roma

Entre la setenta veces siete de Sevillas que hay, existe la Sevilla del Opus. Aunque a algunos les duela reconocer la existencia de esta Sevilla, ahí está, y por nuestra parte tiene todos nuestros respetos, como la Sevilla solidaria de las ONG, o la Sevilla eucarística de las hermandades sacramentales o la Sevilla bíblica de las iglesias evangélicas. La del Opus Dei es la Sevilla de Altair y de Tabladilla, de Guadaira y de Almonte, de Candilejo y Canal, de la iglesia del patriarca Señor San José en el antiguo colegio del Santo Ángel, de los pisos de numerarios en Los Remedios o la Sevilla del catedrático don Jesús Arellano Catalán en la casita de la Obra en la plaza de Doña Elvira. Hoy esta Sevilla está en Roma, en la plaza del Vaticano concretamente, con toda su justa alegría por la canonización de Monseñor. A la Sevilla del Opus no hay que decirle qué Monseñor es Monseñor. Y están los hombres en su perfecto derecho de ir a Roma en romería de la Obra y de estar contentos como unas Pascuas. ¿No nos parece normal que los capillitas estén que se salen cuando coronan a sus Vírgenes? ¿Por qué entonces han de sufrir tantas guasitas e indirectas por parte del resto de los sevillanos estos sevillanos del Opus a cuyo fundador ha hecho santo el Papa? Envidia, envidia es lo que nos dan a los que somos partidarios de la Sevilla de Sor Angela de la Cruz (otra Sevilla más), la cual, como el coronel de García Márquez, no tiene la pobre quien le escriba la palabra "urgente" en la carpeta de su causa de canonización en Roma.   

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Sábado 5: Sábado de manteros

Hoy sábado se repetirá la escena... Bueno, esperemos que tras la publicación de este suelto quede el asunto amarrado y no se repita la escena que vamos a describir, porque haya intervenido en regla la Policía Local. Mediodía de sábado, público de fin de semana, de compras o de paseo por el centro, sin prisas. Ambiente de bulla comercial en la calle Velázquez, de Rioja a O´Donnell. Y delante de todos y cada uno de los escaparates de los establecimientos que pagan sus impuestos tanto al Ayuntamiento como al Estado y a la Junta si los hubiere, las mantas de los inmigrantes presuntamente ilegales y simpapeles que se dedican a la venta de artículos falsificados. Pañuelos de marca, monederos de marca, cinturones de marca, todos falsificados, así como toda suerte de discos compactos con las últimas novedades musicales, completamente falsificados, los llamados "Top Manta". Nunca la venta clandestina de artículos perseguidos por la ley fue menos clandestina que en la calle Velázquez, los sábados, a mediodía. O que en la acera del Nervión Plaza en la avenida de San Francisco Javier, todas las tardes. Esperemos que al menos hoy, tras la publicación de este suelto, la cosa quede amarrada y no haya un solo mantero en Velázquez por la mañana ni en el Nervión Plaza por la tarde. Que son los mismos, claro, que van de un lado a otro.  

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Viernes 4: El Papa no lee a Pimentel

Va de estrella, pista, que va el artista, en la inauguración de curso en el foro de Antares (sector histórico), como cabecera de cartel, antes que Felipe González y antes que Mayor Oreja. Es el protagonista de una película que le han hecho para él solito, donde cuenta su vida, cinta a la que deseamos que le den un premio Goya, sin premio. Si con estas cosas su humildad franciscana no queda bien despachada, ayer Manuel Pimentel le pegó un sahumerio bastante considerable en "Diario de Sevilla". Oigan, oigan cómo lo atufó de incienso: "Conoce perfectamente la realidad andaluza, con sus sombras y sus luces, y su compromiso con nuestra tierra y nuestra sociedad se ha hecho patente a lo largo de toda su trayectoria. No ha sido una persona ausente de los grandes debates que han sacudido nuestra sociedad. Antes bien, por el contrario, ha expresado, con prudencia y acierto, su opinión y la de la iglesia sevillana en numerosas ocasiones. Sigo con interés y admiración sus comparecencias públicas, escritos y doctrina, que reflejan el pensamiento comprometido de una iglesia católica consciente de lo mucho que tiene que aportar a la sociedad en estos momentos de incertidumbre. Muchas gracias, arzobispo, por sus veinte años de esfuerzo entre nosotros. Ojalá sean muchos más: sus palabras y ejemplo nos reconfortan y alientan. " Y digo yo: si es tan Superstar, ¿por qué el Vaticano mantiene a Sevilla en Segunda B de las sedes arzobispales y no lo han hecho ya cardenal? Se ve que el Papa no lee a Manuel Pimentel.  

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Jueves 3: Abril embotellado en octubre

Estamos en octubre, mes del Rosario de Montensión. Pero si usted coge el coche por Las Delicias a las cinco y media de la tarde y lo enfila hacia el Puente de Triana, en llegando a la Torre del Oro le parecerá que estamos en pleno mes de abril, y que la corrida de toros de la feria va a empezar de un momento a otro. Por el continuo embotellamiento monumental y artístico. Vamos, que sólo falta la gente que va con la almohadilla puesta desde su casa por la acera de La Previsión Española. En el Paseo Colón siempre es abril. El embotellamiento del Paseo Colón es de tarde de feria no solamente a esa hora taurina de las seis de la tarde, sino por las mañanas, por las noches, siempre. Y quien dice el Paseo Colón dice la calle San Fernando, o lugares tan insólitos de embotellamientos como Manuel Siurot, el Puente de San Telmo, la Enramadilla, la calle Arroyo. Tras ímprobos esfuerzos, el Ayuntamiento, con las obras electoralistas en marcha, ha logrado que toda Sevilla sea un enorme embotellamiento, y que ya no sepas cuánto tiempo necesitas para llegar con el coche a cualquier parte. ¿La solución? Se nos ocurre una: que adelanten las elecciones municipales. Si adelantaran las elecciones municipales a enero, por ejemplo, vería usted cómo esas obras se terminaban todas antes de una semana. Para inaugurarlas con foto y cinta antes de las elecciones, claro. Que es de lo que se trata.  

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Miércoles 2: Ochoa no ha ardido

Maestro pastelero don Luis Ochoa Jiménez: como es usted, patriarca de la saga gremial, la persona de esa ilustre familia de comerciantes que más conozco, iba a llamarle por teléfono para lamentar el fuego de su establecimiento y expresarles a todos mi apoyo, en lo poco que pueda valer. Pero no le he llamado y le pongo este billete porque he llegado a la conclusión de que Ochoa no ha ardido. No ha ardido, no puede arder, el recuerdo de la Granja Victoria en Reyes Católicos, ni la memoria del apoyo de su padre a la causa andalucista de aquel cliente notario que se llamaba Blas Infante. No ha ardido, no puede arder, la añoranza del abrigo de piel camello de las pergaminos de Sevilla, con su paquetito de Ochoa en la mano, la cinta azul y blanca, el papel con las gallinas y el perfil de la Catedral. No han ardido nuestras tardes del carmen y del batido hecho a mano, en el provinciano saloncito de té de la primera planta, que era un lugar de resistencia en la Sevilla de las cafeterías con nombres italianos o americanos. Y por supuesto que no ha ardido el cartel, "Hoy es vigilia", porque siempre estamos saboreando en la memoria, maestro don Luis, sus generosas torrijas, ese puntualísimo reloj cofradiero con que usted marca en ésta su casa la exacta hora de las vísperas del gozo cada Miércoles de Ceniza. Ochoa no ha ardido, porque no puede arder un apellido, una tradición, una leyenda. El cartel sigue diciendo que hoy es vigilia, vigilia de ánimos, porque ya mismito vamos a estar otra vez allí, dando la primera levantá a los pasitos del escaparate de la calle Sierpes, maestro don Luis Ochoa Jiménez.  

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Martes 1: Además de borrachos, guarros

No sabemos cómo habrán amanecido hoy, pero durante más de dos días los jardines del Líbano, en las Delicias Viejas, frente a la Plaza de América, han permanecido todo el fin de semana como un estercolero, con los restos de bolsas de plástico, botellas, botellonas, vasos desechables astillados y toda suerte de basura esparcidos por el suelo. Cabe culpar a Lipassam, cierto. Pero no menos cierto que a quienes de verdad hay que culpar es a los concurrentes de las movidas nocturnas. Además de borrachos, guarros. ¿Es imprescindible tirarlo todo al suelo para celebrar esas tenidas para iniciados en el rito del alcohol y las pastillas? Si es imprescindible y forma parte de los nuevos ritos de la ciudad, no hemos dicho nada. Pero lo que más nos sorprende es que estos auténticos vertederos son dejados por los grupos que después se proclaman más ecologistas y más cuidadores del medio ambiente, más preocupados por el agujero de ozono y por la madre que partió el agujero de ozono. Los que dejan así los jardines del Líbano, por otra parte, no son patanes, sino gente que ha estudiado al menos todos los ciclos obligatorios de la enseñanza. Esas bolsas de plástico degradando días y días el mejor jardín romántico de Sevilla significan la quiebra de un sistema de valores, que es lo que debe preocupar, más que las escobas municipales funcionen con celebridad o no funcionen con celeridad. ¿Cómo pueden divertirse entre tanta basura como echan por el suelo? Por cierto, a ver si don Emilio Carrillo nos da las cifras exactas de lo que nos cuesta cada fin de semana limpiar los vertederos que dejan estos niñatos que, además de borrachos, son unos guarros.

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