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Pujol
viene a proclamar que Cataluña es "tierra de
acogida". No sabe usted lo que me alegro. Venir a
Andalucía a proclamar que Cataluña es tierra de acogida es
como ir a Escocia a vender güisqui Dyc. Si es por tierra de
acogida, Andalucía le gana a Cataluña por goleada. Cómo será
de acogedora nuestra tierra, que hasta acoge a Pujol, y por
aquello de que fue encontrada por el caballero Tous, le bajan
desde el altar a la Virgen de la Hiniesta y se la ponen como en
la sevillana de Melado: "Mírala cara a cara, que es la
primera... La primera Dolorosa sevillana que vas a ver, que te
queda por comprobar que somos tan poco racistas que le dimos la
Virgen de Montserrat al acogido cubano Antonio Machín, casado
con una andaluza, para que la pintara con amor de color blanco y
la pusiera el Viernes Santo en un paso de palio con el manto de
castillos y leones de la Reina Isabel II..."
Díganme si es tierra de acogida o no una ciudad que, con la
mayor normalidad, le baja las Vírgenes desde los altares a los
que parece que no están muy convencidos de querer seguir siendo
españoles, y al día siguiente de que sus paisanos
independentistas saquen una enorme bandera separatista diciendo
que "nosotros la tenemos más grande", lo cual, aparte
de secesionismo, es una ordinariez, chulería soez de mostrar
paquete emancipador.
Así que tranquilo, Jordi, tranquilo...
Si Chaves va a Cataluña, seguro que no le bajan a la
Moreneta para que la vea de cerca, y eso que centenares de miles
de andaluces contribuyeron con su vida y su trabajo al
engrandecimiento de Cataluña. Claro que Chaves no es Pujol. Ni
Andalucía es Cataluña. Aquí hubo quien quiso ser Pujol un
día. Incluso en vida de Franco trajeron a Pujol a dar una
conferencia quienes de mayores querían ser catalanes. Don Jordi
les dijo:
-- Si quieren ser algo en el Estado Español, invéntense un
hecho diferencial...
No tuvimos que inventarlo. Lo teníamos. Era el
subdesarrollo. Como en mi hambre mando yo, la tomo como hecho
diferencial. Y luego, en el 28-F, el hecho diferencial del
agravio comparativo. Pero ya todo aquello pasó, todo quedó en
el olvido. Cantamos "andaluces, levantaos" un día y
nos volvimos a sentar al siguiente. Los que iban a ser Pujol
rompieron en trincones. Por lo que llego a la conclusión de que
nuestro máximo hecho diferencial quizá sea este carácter
abierto, la capacidad de hacerlo nuestro todo, incluida la
visita de Pujol a estas alturas de curso separatista.
Nos duelen los brazos de abrirlos para recibir gentes y
culturas. Andalucía se ha pasado su Historia recibiendo
civilizaciones, quizá por eso se ha ocupado tan poco de sí
misma. Nuestras señas de identidad son las de fenicios,
griegos, romanos, visigodos, omeyas, almohades, castellanos,
genoveses, franceses. Dimos dos emperadores a Roma. Olavide
repobló Sierra Morena con bávaros y suizos. La Feria de
Sevilla la fundaron un vasco y un catalán. Las etiquetas del
vino de Jerez son una guía telefónica europea: Domecq, Terry,
Osborne, Byass. Un cantaor se llamaba Aurelio Sellés Nomdedeu.
En Málaga, media foto del Chorro tenía apellidos ingleses.
Así que si quiere usted saber lo que es una tierra de acogida,
honorable, mire las armas de Sevilla. A ver, dígame qué ciudad
catalana tiene en su escudo a tres señores nacidos fuera de
ella los tres: San Fernando, San Isidoro y San Leandro.
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