Diario El Mundo

  Clic para ir a la portada

El Recuadro   

 Antonio Burgos
Pinche para conectar en El Mundo en Internet Ir a la pagina principalPágina principal-Inicio
El Mundo,  viernes 30 de mayo del 2003

  ¿QUIÉN HACE ESTO?    Abel Infanzón de hoynewchico.gif (899 bytes)          


ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Clic para el especial de El Mundo sobre la tragedia de Turquía
Funeral de Estado en Torrejón por los héroes de Turquía 

La muerte no es el final  

Los españoles somos bastante raritos. La Marcha Real, a la que en esta Monarquía sin liturgia llaman Himno Nacional, no tiene letra. Si los ingleses se emocionan cantando al desear unidos la salvación de la Reina y los americanos la confianza en Dios, el himno de esta nación iletrada no tiene letra. Tiene, en el mejor de los casos, tarareo. Lo vemos en cada solemne partido internacional de fútbol que juega España. Empieza, y está allí formada la selección contrincante. Todos los jugadores, en posición de firmes, algunos con la mano en el pecho, cantan su himno. Unas palmitas de cortesía y suena por los altavoces la Marcha Real. Y como algo hay que cantar, el graderío se pone a tararearla. Tantas ansias de letra para el himno hay, que hasta existen versiones. No me refiero a la letra que le puso Marquina o a la de Pemán, sino a que en unos campos se tararea con "chunda, chunda" y en otros como "nero, nero".

Por eso nos emociona más "La muerte no es el final". Por fin una letra patriótica que nos une cantando, en esta nación de solistas. Esta canción funeral le da solemnidad de memorial al toque de oración. En la liturgia castrense, el toque de oración apenas emocionaba hasta que se impuso "La muerte no es el final". Aquel toque de ordenanza sonaba, todo lo más, a su chunga letra cuartelera de la hora de apuntarse a reconocimiento: "Qué malito estás..." Hasta que en 1984, según me he enterado por el programa de Manuel Antonio Rico, al teniente Muriel, en triste ocasión, se le ocurrió enterrar a un soldado de su compañía con esta canción de Cesáreo Gabaraín, que el general Urrutia pasó a todas las capitanías generales y se convirtió en bastante más que un Réquiem de Mozart por lo patriótico, adaptada por Tomás Asiain.

Es una pena que para que se oiga a la Patria sin que nadie se avergüence tengamos que enterrar a un militar, héroe de la paz o asesinado por la ETA. La muerte de los 62 héroes de Turquía no es el final. Es el principio de una sociedad que oyendo "La muerte no es final" ha acallado la fanfarria de los antimilitaristas y exige mayores dotaciones presupuestarias para la dignidad de la Defensa de la Patria: sí, he dicho Patria, ¿pasa algo? "La muerte no es el final" ha sido el principio de ese patriotismo constitucional que nos explicaban y que ahora hemos visto en dolor y muerte, en lágrimas de la Reina y nudo en la garganta del Rey. Esperemos que cuando algunos vean la enseña nacional ondeando Constitución se acuerden de estas sesenta y dos banderas de España sobre los ataúdes de Torrejón.

Tragedia en el Ejército: especial de El Mundo, con álbum de fotos del funeral 

Sobre la catástrofe de Turquía, en El RedCuadro: "Ojú, la Brunete"

Monseñor Cesáreo Gabaraín, autor de "La muerte no es el final" 

Biografía de Tomás Asiain

"La muerte no es el final": letra y sonido en MP3 de distintas grabaciones

HOMENAJE A LOS QUE DIERON SU VIDA POR ESPAÑA
En el Homenaje a los Caídos, los Guiones, Banderines y Corona se colocan a ritmo ordinario frente a un monolito. Posteriormente, y acompañados por la interpretación de La muerte no es el final, marchan a paso lento hacia el monolito, colocando una corona:

LETRA ( de Cesáreo Gabaraín, adaptación militar de Tomás Asiaín) :

Cuando la pena nos alcanza,
del compañero perdido.

Cuando el adiós dolorido,
busca en la fe su esperanza.

En tu palabra confiamos
con la certeza que Tú:

ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.

Tras el canto de esta letra esto, se inicia el Toque de Oración (a veces se realiza una descarga de salvas a la conclusión). Después, los Guiones y Banderines ocupan su puesto de nuevo a ritmo de paso ordinario.

     Durante el acto de homenaje a los que dieron su vida por España, se realiza la lectura de los siguientes textos:

Los demandó el honor y obedecieron,
los requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su arrojo la Patria redimieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como púgiles lucharon,
por eso como mártires murieron.

Inmolarse por Dios fue su destino,
salvar a España su pasión entera,
servir al Rey su vocación y sino.

No quisieron querer a otra Bandera,
no pudieron andar otro camino,
no supieron morir de otra manera.

     Posteriormente, el sacerdote procede a la siguiente lectura:

     ¡Oh Dios!, Padre nuestro y amigo de los hombres, que premias con generosidad los actos nobles de tus criaturas:

     A cuantos hicieron oblación de sus vidas en el servicio de España, concédeles tu amistad y el premio de la vida eterna. Y a nosotros, los que caminamos aún aquí en la Tierra, españoles de diversas creencias religiosas y concepciones de la vida, ayúdanos a estar unidos en la construcción de la paz y de la justicia.

     Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

TOMADO DEL SITIO DE INTERNET http://www.himnonacional.org/muerte.html

EL SONETO

Del soneto magistral, dedicado a los MÁRTIRES DE LA TRADICIÓN, fue autor el poeta burgalés D. Martín Garrido Hernando. Publicó el libro, de poemas suyos, en Burgos, año 1975, titulado HOJAS DE ACANTO, en cuya página 351 está el soneto en cuestión-

TOMAS ASIAIN: Nace en Tudela (Navarra) en 1923, falleciendo en la misma localidad en 1989. Militar de profesión, estudia armonía, contrapunto, fuga y composición con el profesor Ricardo Dorado, obteniendo en 1955 el Título de Composición por 
el Conservatorio de Música de Madrid. Estudia Armonía Contemporánea con su gran amigo y maestro Fernando Remacha. Fue profesor de armonía en el Conservatorio de Vitoria, donde conoció al maestro Jesús Guridi con quien trabajó intensamente. Colaboró en la creación del Conservatorio "Fernando Remacha" de Tudela, del cual fue profesor de Armonía. Fue director titular de numerosas agrupaciones corales y de bandas militares: Banda de Vitoria, Banda de Jaca, Banda de la División de Montaña de Pamplona, Schola Cantorum del Seminario de Jaca, Orfeón Jacetano (del que fue fundador), Coro Joaquín Gaztambide de Tudela, etc. Con los que actuó en casi toda España y en Francia, Portugal, Italia y Austria. Intervino en diversas efemérides como los estrenos en España de la Missa in Honorem Laurenti Martiris de Casimiri o el Magnificat Mea de F.Durante. Entre otros muchos premios, obtuvo en cinco ocasiones el primer premio del Concurso Nacional de Coros 
Polifónicos con la Schola Cantorum del Seminario de Jaca y en otras seis el Premio Nacional de Coros, suponiendo su mayor reconocimiento la concesión en 1971 de la "Medalla Johan Strauss" del Estado Federal de Viena. Como compositor su obra es muy diversa: desde temas marcadamente populares, hasta obras de música sacra ("Misa de Sallent", para coro, orquesta sinfónica y organo, estrenada en 1971; misa 
navarra "Campanas del Alba", etc). Entre las muy distintas tendencias existentes dentro de la llamada Música Contemporánea, Tomás Asiáin pertenece al grupo de autores que, sin perjuicio de la reconsideración de los conceptos musicales fijos y académicos en busca de una libertad expresiva total para el creador que caracteriza a todas aquellas, ha conservado los elementos más esenciales de la tradición de las formas. SUITE DE LAS TRES DANZAS: Finalizada en Madrid en marzo de 1956, "La Suite de las Tres Danzas" es una de las obras más importantes y características de la primera etapa de Tomás Asiáin como compositor. Compuesta originalmente para Orquesta Sinfónica, piano y coro mixto, y concebida para ballet, el autor realizó casi al mismo tiempo su transcripción para banda. Se trata de una suite de carácter descriptivo cuyo pretexto literario gira en torno a una simple idea plasmada por el autor al comienzo de la obra: "Dormitando bajo los álamos sueña con la danza", pretexto tan subjetivo, que le permite un desarrollo compositivo liberado también de las ataduras de una trama o libreto previo. La obra se divide en tres movimientos sobre temas folklóricos de creación propia: I. Allegro non troppo-Allegretto en Sol m. II. Tempo de marcha lento en Do M. Y 
III. Allegretto en RE M. (Coral). La obra fue estrenada en el año 1971 en Jaca (Huesca) y fue interpretada bajo la batuta del propio autor, conjuntamente por la Orquesta Sinfónica Santa Cecilia de Pamplona, el Orfeón Pamplonés y el Orfeón Jacetano. En 1988 Tomás Asiáin decidió acometer el arreglo total de su suite, que solo alcanzaría a la 1ª Danza, al sorprenderle la muerte en plena revisión. (Jesús Asiáin Riancho).  


Clic para ir a la portada  

Hemeroteca de artículos en la web de El Mundo

Biografía de Antonio Burgos  

Libros de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés

Libros de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta - 


Correo Correo


ABEL INFANZON "LA ESE 30"

PUNTAS DEL DIAMANTE

 


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet

 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.

 

 

 

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio

Regresar a la pagina principal