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MES DE NOVIEMBRE DEL 2002 El Mundo de Andalucía  

Sábado 30: Filiberto, de Mañara

Pocas ciudades habrá en el mundo tan mezquinas como Sevilla a la hora de reconocer los méritos de sus hijos. Por eso nos alegra una jartá que le hayan hecho justicia de homenaje a Filiberto Mira Blasco, y, además, en vida. Hombre, el mejor homenaje que podrían darle a Filiberto era encargarle por fin el pregón, que lo haría siete mil veces mejor que el Vázquez o el López al que le ha tocado el turno en la lista de espera cofradiera. Pero al menos anoche le reconocieron a Filiberto todo lo que hizo por la ciudad, en materia de toros y de cofradías, y todo lo que puso en marcha. Nada menos que el Consejo de Cofradías, el programa "Cruz de Guía" de Radio Sevilla y el "Programa de ABC", el cuadrante de horarios e itinerarios que se le ocurrió y que todo el mundo ha copiado sin pagarle a Mira una sola peseta de copirray de Bombai. De todo el homenaje, lo que más nos ha gustado es que, por fin, en las Tres Letras reconozcan que el programa no es de ellos, sino de Filiberto Mira que lo fundó. A Filiberto ahora, sin yuyu de ninguna clase, le ha sido dado el raro privilegio sevillano que el cielo concedió a Miguel Mañara, pero en plan simpático: poder contemplar su propio entierro. Porque estas cosas, querido y admirado don Filiberto, sabe usted que aquí sólo se le hacen a las gentes cuando antes han tenido el cuidado de morirse. Aquí casi todos los elogios son fúnebres. De ahí nuestra doble enhorabuena. (Y algo más. Como aquella tarde en El Burladero, repito sus palabras contra las lenguas de triple filo: habrá visto usted que hemos escrito su nombre y ni se ha hundido esto ni se ha escacharrado la rotativa. Esa plaza suya la ocupó ya Luis Yáñez.)

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La Pura y Limpia del Postigo (foto gentileza de Julio Domínguez Arjona)

Viernes 29: Pura y Limpia

La iglesia se llamaba de antiguo del Señor San Clemente, a quien está dedicada. Estando donde está y al lado de lo que está, o quizá por eso mismo, es una de las más desconocidas de Sevilla. Hablamos de la parroquia del Sagrario de la Catedral, una joya terminada en el XVIII, donde pueden admirarse, por ejemplo, los retablos del derribado convento de San Francisco. El Sagrario es la collación del mejor cahíz. Pocos saben que el Alcázar, la plaza de los toros o la Torre del Oro son feligreses del Sagrario. Y allí, estas tardes de vísperas de la Purísima, uno de las más secretos e íntimos ritos del Adviento sevillano con seises de celeste: la novena a la Pura y Limpia. En el barrio del Postigo, donde hablamos una lengua vernácula, "el pali", palimpsesto de Paco Palacios renovado cada día, no decimos "Inmaculada": decimos Pura y Limpia. Y como la Pura y Limpia, con sus zarcillos de Vecina del barrio, tiene su casa en el partidito de la mínima capilla del Arco, que son cien gramos de Catedral bien despachados por un montañés en la tienda de Las Columnas, pues la traen para la novena a la solemnidad marmoleña del Sagrario. Novena antigua, con manifiesto de Su Divina Majestad, con panegírico de orador sagrado y con un órgano que parece que ha venido a tocarlo Maese Pedro en persona. Y allí, entre las flores blancas como las cales del corral de San José y la plata de los faroles de mano de la Sacramental, la Sevilla más Pura y Limpia. Sale sola la jaculatoria dieciochesca: "Sea a Mayor Gloria de Dios y de la Bienaventurada Virgen María concebida sin pecado original desde el primer instante de su ser natural." 

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Jueves 28: El caballo se democratiza

Doce para las doce, como las uvas de Nochevieja. Doce ediciones ya del Salón del Caballo en la Fibes, y más gente que nunca cada vez para ver los caballos, en esta ciudad donde si bien siempre es Semana Santa, casi siempre también andamos de Feria de esto o de Feria de lo otro. Jerez tiene su Feria del Caballo, que rima con mayo, y Sevilla tiene esta Feria del Caballo de noviembre, un mes en el que antes no ocurría nada y no salíamos de la mesa camilla, pero donde ahora hay casi tantas actividades como entre Semana Santa y Feria. Nos alegramos del éxito del Salón del Caballo, de las colas de gente a la puerta del Palacio de Congresos para ver el espectáculo de las 8 de la tarde. Uno de los fenómenos más interesantes de las últimas décadas en nuestra tierra ha sido la democratización del caballo. Como en el antiguo No-Do: el caballo, al alcance de todos los andaluces. El caballo ha dejado de ser el animal exclusivo de los señoritos cortijeros. No hace falta tener un cortijo para mantener un caballo como afición o deporte. El alfoz de Sevilla se ha llenado de picaderos, de escuelas hípicas, de cuadras de alquiler. Y la ciudad, de tiendas tipo El Caballo o sus franquicias. Se distingue ya el árabe del pura raza española como se sabe apreciar la diferencia entre una copa de fino y una caña de manzanilla. Lástima que haya tantos caballos y, por el contrario, tan pocos caballeros. Si en Sevilla organizaran el Salón de los Caballeros, no podíamos exhibir quizá más allá de quince o veinte ejemplares de una raza en trance de extinción y totalmente desaparecida en lugares como el Ayuntamiento, donde hubo antaño hasta 24: los Caballeros Veinticuatro. 

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Miércoles 27: Semana Santa Eterna

Aquí mucho presumir de tolerancia, pero rascas un poco y te sale la Inquisición. Seremos probablemente cuatro o cinco solamente, pero a algunos nos ha enrojecido de vergüenza ajena el unánime auto de fe improvisado por la chuminada de un juego informático del que si no hubieran alzado este cadalso, nadie se habría enterado. En el pecado de la omnipresencia de las cofradías en la vida de la ciudad llevamos la penitencia digital. Si Sevilla no fuera toda cofradías, nadie pensaría hacer un jueguecito (lamentable, por otro lado) sobre ese mundo. Miren ustedes cómo no hay juegos electrónicos que consistan en matar amigos de la ópera, lectores de Proust o visitantes del Museo de Bellas Artes. Y los del jueguecito de marras se han perdido lo mejor: el más revolucionario entretenimiento hubiera consistido no en matar a los autotitulados "cofrades" (que me imagino serán nazarenos), sino en ponerlos en su sitio: en las salas de cabildo y en las casas de hermandad, y no pintando la mona, alimentando su ego y aumentando sus negocios y sus carteras de pedidos a costa de sagradas devociones populares, haciendo de la ciudad una Semana Santa Eterna, que es mucho peor que la denostada Sevilla Eterna. En todo caso, ya que está montada, esa Inquisición debería seguir contra la utilización de la Semana Santa en beneficio propio por parte de tantos; contra la falta de respeto a las imágenes en los llamados "bares cofrades"; contra tantos mercaderes del templo en las llamadas "tiendas cofrades". O, sin salir del Gran Poder, contra la utilización futbolística del Señor por parte de cierto matatías peliteñido.  (Vea la Galería de horrores cofradieros, por Julio Domínguez Arjona)

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Martes 26: Inquisidores de aguinaldo

En Sevilla hay ya más restaurantes sanluqueños que en Bajo de Guía y más árboles de Navidad con lucecitas que en Nueva York, y plantados ya con la misma anticipación a las Pascuas que en Estados Unidos. En los árboles de Navidad de los hipermercados de Carrefour hay bombillas como para iluminar siete ferias de Coria del Río y sobran bombillas. A americanizarse tocan. Ni cuando los yanquis de las bases vivían en Los Remedios estábamos tan americanizados. Ahora la empresa municipal Lipasam arrasa con lo poquito que quedaba de tradición autóctona de las Pascuas: el aguinaldo. Lipasam hasta se gasta el dinero para ir contra el aguinaldo. En los periódicos, un anuncio de pago, que pone: "Lipasam sólo te pide colaboración, no el aguinaldo. Ayúdanos a evitar este fraude. Felices Fiestas y próspero año 2003". De donde se deduce que según la mentalidad norteamericana imperante, el aguinaldo no es una tradición navideña sevillana, sino un fraude. Lo otro no es un fraude, no. La estafa de adornar a Sevilla como si fuera Nueva York, a base de trineos de Papa Noel, no es un fraude. Como por lo visto tampoco es un fraude lo otro, también tan inequívocamente americano, de desear "Felices Fiestas" en vez de "Felices Pascuas". No, miren ustedes, señores de Lipasam, inquisidores del aguinaldo: fiestas, fiestas, lo que se dice fiestas, no hay en Sevilla más fiestas que la Semana Santa y la Feria. Esas son las fiestas. Las que vienen son las Pascuas. Y con motivo de las Pascuas podemos dar aguinaldo a quien tengamos por conveniente. Empleados municipales de la Limpieza incluidos. 

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Lunes 25: Lo que nos merecemos

Un viejo tópico periodístico hablaba del "entusiasmo indescriptible" que despertaban un hecho o una persona. Aquí debemos inventar otro tópico periodístico precisamente en dirección contraria o a contramano del que suele usarse. Urge hablar del "entusiasmo perfectamente descriptible" a propósito del cuarteto de candidatos a la alcaldía, terminado de perfilar por Izquierda Unida. Todos y cada uno de los candidatos despiertan un entusiasmo perfectamente descriptible y medible: cero cartón del nueve de entusiasmo. Las masas no se arrebatan precisamente por Sánchez Monteseirín, que quiere repetir como candidato del PSOE. No despiertan el menor entusiasmo ni Jaime Raynaud, que es un caballero, ni José Núñez, que es otro caballero, pero las elecciones no son la planta de caballeros del Cortinglés. Dicen las malas lenguas del lugar que uno es un candidato sin partido (Núñez), que tendrá frente a un partido sin candidato (el PP). Completa el cuarteto Paula Garvín, proclamada candidata a la alcaldía por Izquierda Unida, Convocatoria por Andalucía y Los Verdes: por falta de proclamantes no queda la cosa. Nos hubiera encantado que IU hubiera puesto un candidato con tirón, gancho y fuerza, literalmente arrebatador (de votos), ya que dicen que Sevilla es una ciudad que vota tan de izquierdas. Ni eso. Si los pueblos tienen los políticos que se merecen, ¿qué hemos hecho en Sevilla, Dios mío del Gran Poder, para merecer esto? 

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Domingo 24: Burocracia taurina

Manuel Escribano es un novillerete de Gerena que por lo visto va a dar más dinero que las minas de Aznalcóllar cuando llegue a figura, cosa que deseamos fervientemente. De otra forma no se explica que para llevarlo haya más gente que en la guerra. A Escribano lo va a apoderar la Casa Canorea, que no es que sea la Casa Ford, pero tiene en cambio los carteles de Sevilla para hacer con ellos mangas y capirotes sin control alguno de los maestrantes propietarios del pisoplaza, de modo que los abonados nos tenemos que tragar a todos sus protegidos. Y en nombre de la Casa Canorea se van a encargar del novillero Escribano las siguientes personas, apunten: apoderado, Manuel Alvarez Canorea; administrador, Juan Antonio Sánchez; director artístico, Manolo Cortés; representante para Francia, Francis André y Paco Escribano, que es el padre del torero, que hará de lo suyo de padre del torero en plan padre de Emilio Muñoz o padre de El Juli, pero fijo de plantilla. Es decir, que Escribano lleva tantos hombres de gris para lidiar en los despachos como hombres de plata y montados en su cuadrilla para lidiar los utreros. Añádanle a los dichos el veedor o los dos veedores, el chófer, el mozospá, el ayuda del mozospá y quién sabe si el jefe de prensa, como ha puesto de moda José Tomás. ¿Cuánto tiene que cobrar Escribano por novillada para dar de comer a tanta gente? Si para llevar a un novillerete de Gerena hace falta toda esta burocracia taurina, si volvieran Diego, Paco, Curro o Pepe Luis tendrían que llevar en la plantilla de apoderamiento a todo un ministerio. 

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Sábado 23: Salvaron a los seises

Hoy es día de Historia de Sevilla, de procesión fernandina de la espada y el pendón. Entre la mucha Historia de la ciudad que está por escribir figura la de los curas nacionalistas vascos que al término de la guerra civil fueron desterrados a Sevilla y, como suele ocurrir, terminaron siendo ganados por nuestra tierra. Entre estos curas separatistas (que ya los había entonces, pero no eran cómplices de los asesinos) estaba el exquisito canónigo don Ángel de Urcelay, un gran maestro de capilla, propagandista de la devoción a la Virgen de los Reyes y creador de la Escolanía de su nombre junto a quien fue su leal escudero musical: el organista y compositor don Miguel Vázquez Garfia. Gracias a Urcelay y a Vázquez Garfia se salvaron los seises, en aquellos tiempos de postguerra en que el cardenal Segura acabó con muchas tradiciones catedralicias, como la del "Miserere" de Eslava. Urcelay organizó la Escolanía, creó el colegio para sus niños cantores en la calle Placentines y dio esplendor a los languidecientes seises, siempre con el tenaz Miguel Vázquez a su lado. Gracias a la tarea de aquellos dos hombres, la Catedral siguió teniendo seises en sus ciclos litúrgicos de Corpus, Purísima y Carnaval. Para que no todo sea olvido e ingratitud, esta noche de San Clemente, a las 9, en la Capilla Real de la Catedral, al cumplirse diez años de la muerte de Urcelay, habrá un Memorial a Don Ángel y a Don Miguel, en el que antiguos seises y cantores de la Escolanía interpretarán cantos polifónicos en recuerdo de sus maestros. Nada nos agrada más que convertir hoy este rincón en tablón de anuncios de una parte tan secreta y sentimental de la memoria de Sevilla. 

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Viernes 22: Don Angel Olavarría

Notario jubilado de este Ilustre Colegio y presidente de la Academia Sevillana de Jurisprudencia y Legislación, con el don por delante debemos citar a don Ángel Olavarría Téllez, un caballero integérrimo y ecuánime que siempre supo permanecer en segundo plano en la ciudad de los chuflones y de los pintamonas. Todo un señor del Derecho entre los picapleitos trepas y figurones que abundan a manojitos. Cuando se quiere un arbitraje equilibrado y prudente, las partes siempre se ponen de acuerdo en designar a don Ángel, sin la menor discusión. Don Ángel, como notario, fue profesional de la fe pública pero, cristiano de verdad y de la verdad, nunca de la exhibición de la fe privada, y no como tantos católicos profesionales que andan por ahí sacando tajada a su condición de meapilas. Por así decirlo, don Ángel es la otra cara del capilliteo. Ha prestado grandes servicios profesionales a la Iglesia de Sevilla, a pesar de no poner ninguna cofradía en la calle ni de promover coronación alguna. Por eso nos alegra comprobar que en Roma sí que saben quién es don Ángel y con quién se gastan los cuartos que nunca le cobró a la Iglesia. El Papa lo ha hecho comendador de la Orden de San Gregorio Magno, que debe de ser algo así como la Orden de Carlos III en versión vaticana. Don Ángel ya tenía el Mérito Civil vaticano, que es la Cruz Pro Eclessia et Pontifice. Aparte de estas dos medallas (y nos parece que de la Raimunda), don Ángel Olavarría tiene la mejor condecoración: el respeto unánime de una sociedad entera, ganado a pulso a lo largo de toda una vida profesional sin tacha. 

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Jueves 21: Vergüenzas ajenas

Los cónsules de Italia abrieron sus salones de la calle Fabiola para que Carmen Güell presentara su biografía novelada de la goyesca XIII Duquesa de Alba, que como era la XIII, pues ya saben ustedes lo desgraciaíta que era teniéndolo . Habló de la obra un representante de la editorial La Esfera de los Libros, que como saben es de EL MUNDO. Y presentó el libro Cristina Hoyos, tan a compás como cuando baila. Por último habló la autora. Y cuando todos los presentes se disponían a la caza del canapé al ojeo o al aguardo, como se estila en las presentaciones, ocurrió lo insólito. Pararon el carro y dijeron que aquello no había terminado, que un muchacho iba a cantar unas sevillanas. ¿Dedicadas a Goya y a la Duquesa Maja? No. ¿Sevillanas a Gaudí, arquitecto genial protegido por el Conde de Güell, antepasado de la autora? Tampoco. Sevillanas del Rocío, del camino, de la marisma y otros tópicos al uso, cantadas con toda su buena voluntad por un muchacho que en su vida se había visto en otra más gorda, que si cantaba mal, tocaba la guitarra peor aún. Los presentes buscaban mesas para meterse debajo de ellas, de vergüenza ajena. Qué bochorno de topicazo, y ante una señora de fuera. Lo más terrible fue que luego, en la falsedad ambiente de Sevilla, no vean cómo felicitaban al muchacho de las sevillanas los mismos que habían largado por lo bajini tela del telón mientras el pobre hombre estaba allí cantando lo mejor que podía, que era muy malamente. A mí me dio más vergüenza ajena aún de esto segundo que de lo primero. 

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Miércoles 20: Sevilla Insólita

Así se titulaba aquel libro del profesor Morales Padrón que aún sigue reeditando Publicaciones de la Universidad: "Sevilla Insólita". La realidad sigue cada día añadiendo páginas a aquel libro, ya un clásico de la bibliografía sevillana. Es, por ejemplo, absolutamente de la Sevilla insólita que unas lentísimas catas arqueológicas tengan cortada meses y meses la calle Imagen. Los promotores inmobiliarios saben de sobra que la dictadura de los arqueólogos tiene en su mano la clave insondable de una magnitud económica: los costos de construcción de obra nueva. A cuánto va a salir al final el metro cuadrado construido o rehabilitado en el casco antiguo depende de los imprevisibles retrasos y parones de los arqueólogos. Pero más de la Sevilla insólita todavía es la escatología canina. Traducimos: los mojones de los perros, con perdón. El Ayuntamiento ha tirado la toalla en materia de excrementos perrunos, pero, eso sí, tras hacer pública una estadística absolutamente insólita. Cada vez que pisemos una mierda de perro por esas aceras defecadas nos confortará saber que los canes dejan cada día por las calles, plazas, jardines y parques de Sevilla 5.000 kilos de excrementos, y que la guarrería asquerosa que llevamos en la suela es una mínima parte del problema. Que plantea, a su vez, insólitas preguntas: ¿Cómo se pesan las mierdas de perro para hacer el aforo con tanta exactitud? ¿Tiene el Ayuntamiento una máquina de pesar mierdas de perro? ¿Cagan los perros de Sevilla más que todos los del mundo, como cervantinos descendientes de Cipión y Berganza que son? 

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Martes 19: Memoria rescatada

Nicolás Salas dirigió la competencia del "ABC" en los tiempos duros de la transición y realizó allí, entre otros, el servicio civilmente impagable de lograr que la bandera de Andalucía fuera aceptada como enseña de todos por una derecha que luego tropezó en la misma piedra de su error el 28-F. Ahora Salas escribe en la competencia del "Diario de Sevilla". Y como aquí somos Abel Infanzón, no Caín Infanzón, destacamos los méritos de la tarea divulgadora de la historia sevillana que realiza Salas en la prensa. De nada valen las tesis, los tochos, las investigaciones en fuente primaria si alguien luego no las divulga, y este es el importante papel que está desempeñando muy meritoriamente este periodista esforzado, trabajador, hormiguita de su archivo y sus fotos. Ahora, Rogelio Delgado le edita la recopilación anual de esos trabajos efímeros. "Sevilla ayer y hoy 2002" se presenta esta tarde en el salón de actos del Colegio de Médicos, que es el patio de su casa donde Salas suele ofrecer los frutos de sus teclazos pasados a libro. Salas es el solito es un Instituto de Estudios Históricos de Sevilla, haciendo memoria de lo olvidado y desentrañando la historia de los edificios, las plazas, las calles, las costumbres, los personajes de la ciudad. Con nuestra felicitación, nuestra invitación a que los amantes de las pequeñas grandes cosas de Sevilla lean este libro sobre los firmamentos que perdimos. 

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Lunes 18: Labradores y Pineda

Los sociólogos tienen estos días trabajo extra con las esquelas rituales de noviembre. Los grupos sociales que vertebran a Sevilla anuncian misas por sus hermanos difuntos, y esas papeletas son instrumentos insustituibles para conocer el entramado de la ciudad estamental. En el periódico, las esquelas del Círculo de Labradores y del Club Pineda; esto es, dos cortes en la Sevilla de pequeña burguesía (Labradores) y de la alta burguesía y nobleza (Pineda). En la esquela del Labradores, 48 socios difuntos. Entre ellos, Narciso Ciaurriz, don Antonio Delgado Roig, Manolo Fombuena, Juan Candau Fernández-Mensaque, el doctor Lazo Zbikowski, José Luis Urbano Castelló, Ramón Velázquez Zambrano... Y en la esquela de Pineda, 28 socios difuntos. Entre ellos, tres condes (Osborne, Maza y Odiel); un marqués, al que por cierto no le ponen el título, quizá porque fue concedido por este Rey felizmente reinante y no por un lejano Austria o Borbón (don Javier Benjumea Puigcevert fue creado por Don Juan Carlos como marqués de La Puebla de Cazalla); y esa Sevilla de Ignacio Ybarra Mendaro, Manuel Otero Luna, José Manuel Tassara Llosent, Pablo Benjumea Morenés. En la esquela de Pineda vienen señoras que nos dejaron: Asunción Peña, Mercedes del Rey, Concepción Ybarra Ybarra, que era en el siglo Tía Concha Ybarra; en la del Labradores, sólo señores. Por si no han captado aún las diferencias de los matices sociales, quedémonos con los dos políticos de la UCD recordados en las esquelas: Mamué Tassara era de Pineda; Manolo Fombuena, del Labradores... 

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Domingo 17: Duelo y vuelo

Como estamos en pleno mes de noviembre, entra completamente dentro de cacho hablar de la evolución de las costumbres y ritos funerarios de Sevilla, coronas con el escudo del Sevilla F.C. al margen. (En estas coronas, como nos ha hecho ver el galerista José Cobo, la realidad ha superado al arte de Rafael Agredano.) La cultura de la muerte evidencia cómo Sevilla está poniendo su reloj en hora con los tiempos del mundo más intensa y rápidamente de lo que podría hacer pensar su sentido tradicional y siempre arcaizante. Hubiera sido impensable hace unos años adivinar la aceptación social que iba a tener la costumbre de incinerar a los difuntos en lugar de inhumarlos. Como tampoco hubiéramos creído que la gente iba a ir como lo más normal del mundo al tanatorio cabe San Lázaro. Los ritos madrileños del famoso mortuorio de la M-30, al lado de la SE-30. Aquello, la verdad, parece más un aeropuerto que un tanatorio. En el amplio vestíbulo sólo falta que por megafonía anuncien la salida de los vuelos hacia el más allá en el viaje definitivo. Porque la pizarra digital que tras el mostrador de las azafatas de tierra (de definitiva tierra) informa de las salas de duelo y de las misas en la capilla es talmente el tablón electrónico de salidas y llegadas del aeropuerto de San Pablo. Tienen las referidas salas mucho de puerta de embarque. ¿Salas de duelo o salas de vuelo? Ojalá el mochuelo en forma de aeropuerto que nos largó Moneo en San Pablo pareciera tanto un aeropuerto como el tanatorio de la SE-30. 

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Sábado 16: Sevilla, ciudad abierta

Intente usted entrar con su coche desde la Puerta Jerez hacia la Avenida de la Constitución. Algo así como siete mil guardias municipales le darán al alto y le desviarán por lo menos hacia la Venta del Ídem: a la Venta del Alto, vamos. Pero, en cambio, si usted conduce un camión de gran tonelaje ocho mil ejes y cincuenta o sesenta metros de largo, puede entrar con él hasta la Plaza Nueva y la Plaza de San Francisco, y tomar aquello con total impunidad, como si fueran los tanques golpistas de Valencia el 23-F. Sevilla es más interesante que una novela de intriga: ¿cómo pueden entrar treinta camiones, treinta, hasta el corazón de la ciudad y tomarla y bloquearla, sin que los vean los guardias municipales? ¿Y como el responsable de todo no fue inmediatamente detenido por desórdenes públicos? Se impone urgentemente que Sevilla sea declarada ciudad abierta y libre de conflictos, porque los ciudadanos no tenemos la culpa de los negocietes particulares del día que me dio el tío del camión; ni de las protestas de los jornaleros del SOC en la calle San Fernando; ni de los interinos del SAS en frente a la Catedral; ni de los docentes en la avenida de la República Argentina; ni de los algodoneros en la Plaza de España. Convendría echar las cuentas de cuánto nos cuesta en gasolina, en citas perdidas, en taxímetros corriendo y en ciudadanos al borde de un ataque de nervio cada una de estas protestas que toman las calles de Sevilla por el pito de un sereno. Insistimos en lo que decíamos ayer: nunca con tantas autoridades nacionales, autonómicas y locales radicando en ella hubo en Sevilla tan poca autoridad. 

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Viernes 15: De la autoridad y sus agentes

La Guardia Municipal de Sevilla, vulgo Policía Local, nos plantea interesantísimas cuestiones de lenguaje. A los municipales suele llamárseles "agentes de la autoridad". Primer problema semántico: ¿cómo se puede ser agente de un principio que no suele ejercerse, porque dicen que es fascista? Segundo problema: más que agentes de la autoridad, por su comportamiento los municipales parecen a veces "pacientes de la autoridad", por cómo se rebelan contra ella. Si los guardias no obedecen a sus mandos, ¿cómo han de respetar los ciudadanos a los agentes de la autoridad? Los guardias de Sevilla pinchan las ruedas de sus propios vehículos en vísperas de la Cumbre Europea y no pasa nada. Le arman la garata al alcalde a la puerta de su casa y no pasa nada. El político que los manda, que era gallardo y altanero, desautoriza al jefe y tampoco pasa nada. Y por la radio de las órdenes dicen al Grupo Giralda que acuda a prestar un servicio y responden. "A eso va a ir un guardia..." Y no van. Y no pasa nada. Lo grave es que la Guardia Municipal de Sevilla es un cuerpo armado integrado en las Fuerzas de Seguridad del Estado donde sus componentes pueden desertar, insubordinarse y hacerse objetores sobre la marcha sin que pase nunca nada. Claro que todo viene de arriba. Si en el Ayuntamiento no hay autoridad, ¿cómo va a haberla en los agentes de la autoridad y en los siete mil u ocho mil jefes que tiene la Guardia Municipal? Antonio Cuadri el peliculero tendría quizá la solución: bastaría rodar una película policiaca para que el alcalde hiciera un "cameo" de lo que no suele: ejercer la autoridad sobre los agentes de la ídem. 

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Jueves 14: Protestantes sevillanos

Si escribimos Gabino Fernández Campos puede creerse que es una errata, con la Casa del Rey al fondo, y que no es Gabino, sino Sabino. No es errata de ninguna clase. No es aproximación y centena al lenguaraz antiguo jefe de la Casa de S. M., sino el nombre de un benemérito pastor de la Iglesia Evangélica de Sevilla. De los protestantes sevillanos, por si no queda claro. Durante años y años, el pastor don Gabino investigó y divulgó la historia de nuestros heterodoxos. Cuando tenía mérito, que era durante la dictadura y el Estado confesional. A trancas y barrancas, don Gabino difundió la obra bíblica de Casiodoro de Reina y de Cipriano de Valera, hizo la historia de la Inquisición y defendió la sevillanidad de los frailes jerónimos de San Isidoro del Campo que abrazaron la fe según Lutero y tuvieron que huir de la ciudad, río abajo, mucho antes de los topicazos de los exilios y destierros, de Blanco White y de Cernuda. Al cabo de los años, restauradas las libertades y entre ellas la religiosa, hemos vuelto a encontrarnos venturosamente con el pastor Gabino Fernández Campos a pie de obra de su obra: presentando en el monasterio de San Isidoro del Campo la edición de la "Biblia del Oso" de Casiodoro de Reina. Con una mano sobre esa Biblia y en la bendita libertad, nos planteamos la duda de que quizá los que vengan por línea directa de San Isidoro y San Leandro sean los protestantes y no los católicos, los de la Reforma y no los de la Contrarreforma. A los evangélicos sevillanos, pues, que los registren de esta terrible ciudad tridentina e inquisitorial en la que quizá todavía vivamos. 

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Miércoles 13: Tetuán, milla de oro

Como hay gente que se atreve con todo, la empresa inmobiliaria Healey and Baker ha dado a conocer la lista de Los 40 Principales de las calles del mundo donde están los locales comerciales más caros. Ha salido lo que se esperaba: lo más caro del mundo está en Nueva York (la calle 57 esquina a Madison y la Quinta Avenida), o en los Campos Elíseos de París, o en Oxford Street de Londres. En esa zona carísima (niño, se dice "exclusiva") de Nueva York el cuarto y mitad de alquiler de locales está 7.629 euros anuales por metro cuadrado (algo más veinte mil duros mal contados por metro y mes). Lo verdaderamente nuevo es que una calle de Sevilla figura en la lista: Tetuán. Ya sabíamos que era la calle más europea de Sevilla, pero no que anduviera de precios casi como sus homólogas de París o Milán, y a cinco minutos de la Madison Avenue de Nueva York. Cuando se abrió el eje comercial y de negocios de San Francisco Javier, a la sombra del Corte Inglés de Nervión, le llamaron a aquello "la milla de oro". Que Santa Lucía la de Santa Catalina les conserve la vista: la milla de oro estaba en la calle Tetuán. Que por cierto se ha revalorizado después de su peatonalización. Es curioso cómo las calles peatonales históricas como Francos cada vez tienen menos vida comercial y sus locales se deprecian, mientras estas nuevas calles peatonales cerradas al tráfico en nuestros días tienen una pujanza y una revalorización inmobiliaria tal que si don Primitivo Garach levantara la cabeza y viera lo que han dado por el local y los altos de su zapatería, se volvería a morir del susto. 

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Martes 12: La solución Maestranza

Como casi toda la grey periodística ha cogido el incensario para dedicarle un sahumerio de cinco jotas (ja,ja,ja,ja,ja) a los caballeros de la Real Maestranza por el pregón y el cartel taurinos, aquí no vamos a ser menos. ¡Marchando un elogio como un sol para el Conde de Luna! Naturalmente que no es lo mismo tener de pregonero a Carlos Fuentes y de cartelista a Carmen Laffón (como ocurre con la temporada de toros en la plaza que hace ricos a los maestrantes), que tener de pregonero a un tal Vázquez, o Gómez, o Sánchez, o como se llame el del cuponazo capillita de este año, y por cartel una reproducción de uno de 1917, como ocurre con la Semana Santa en el Consejo y en el Ayuntamiento. El pareado sale solo: la solución, en el Paseo Colón (saludos, don Carlos). Que sean los maestrantes quienes nombren al pregonero y al cartelista de la Semana Santa. ¿No son los maestrantes un "lobby" sevillano, y su teniente de hermano mayor pasa por una autoridad local más, sin tener que salir de las urnas municipales? Pues aprovechemos la collada de este poder fáctico. No debemos quedarnos sólo en el pregón y en el cartel. Si la Maestranza lo hace todo tan bien, ¿por qué no encargamos a los maestrantes que arreglen la botellona, el tráfico, la inseguridad ciudadana? Con el dinero que tienen por lo que cobran de la plaza, lo harían de cine. Porque aquí nos hartamos de ir a las urnas a votar y luego resulta que en Sevilla mandan tela dos poderes fácticos a los que no ha elegido nadie: el "lobby" de los maestrantes y el "lobby" de las cofradías. 

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Lunes 11: Últimos de Filipinas 

Esta Sevilla que se acuerda de su pasado según y cómo vaya interesando enterró ayer de mañana al ingeniero don José Maza Selas, Pepe Maza para los que trabajaron con él en la fábrica de cervezas de la Cruz del Campo; para otros, el padre de Carmen Maza la diseñadora de moda. Maza Selas era, como su compañero y amigo don Javier Benjumea Puigcevert, de la rara promoción de sevillanos que se hicieron ingenieros del ICAI en una ciudad agraria. Este título era el único que venía en su esquela. Al cual, para memoria de la ciudad, añadimos ahora el políticamente incorrecto: ex-teniente de alcalde del Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla. Sí, en el régimen anterior, ¿pasa algo? Pepe Maza no fue ni mucho menos un falangistón de camisa azul, ni un jerarca de la dictadura, ni un opresor de libertades. Fue uno de tantos sevillanos que del mejor modo que pudieron quisieron servir a su ciudad como concejales del Ayuntamiento, y sobre los que parece que se ha decretado una terrible ley de silencio histórico. El otro día murió un compañero de corporación de Pepe Maza, Antonio Romero Carmona, y no mereció ni una línea en los papeles, siendo el delegado de Ferias y Festejos que presentó a muchos pregoneros de la Semana Santa. Consolidada felizmente la democracia, creemos que ya va siendo hora de no ignorar este periodo de la Historia de Sevilla al que Maza Selas pertenecía. Se nos están muriendo los últimos de Filipinas de los ayuntamientos de la dictadura y, aparte de otras cosas, su memoria y su testimonio se les está yendo vivo a los historiadores. Ahí está, por ejemplo, felizmente lúcido y sano, el alcalde Juan Fernández (sí, el de la avenida de tal nombre) con un archivo personal que está pidiendo a gritos historiadores de la Sevilla del desarrollismo.

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Domingo 10: "Er pograma" de Raynaud

Anuncios en las puertas de los taxis al margen, parece que Jaime Raynaud más que carrera electoral hacia la alcaldía está haciendo carrera oficial hacia la presidencia del Consejo de Cofradías. No hay día en que no salga en los papeles con la propuesta de una chorrada en cofradiera materia que amenaza llevar a cabo si llega a alcalde, ojú. Primero anunció que si era elegido alcalde, establecería la Ruta Turística Cofrade. Ahora, que si sale, creará en las Atarazanas o en la iglesia de San Luis el Museo de la Imaginería (Cofrade por supuesto, faltaría más). Ah, y que a la Ronda de Triana le pondrá Ronda de la Esperanza de Triana, para que no quede calle sin rotulación cofradiera. En este plan, a La Palmera es capaz de ponerle Avenida de la Palmera del Paso de la Borriquita y a Emasesa, Empresa Municipal de Aguas del Museo. Más que programa electoral, parece que Raynaud lleva "er pograma, con la lista completa de toas las cofradías, er pograma". Por conquistar el voto de los niñitos repeinados de las chaquetitas azules y de sus padres, los cofrades con vivencias y puesto en la junta, no va a quedar la cosa. Este saca mayoría absoluta... en la Quinta Angustia. Ojalá un señor tan serio se deje de tonterías de capirote y corrija su capilliteo lamentable o, en caso contrario, ojalá no salga de alcalde. Lo que le faltaba a esta Sevilla que padece una gravísima metástasis cofradiera en fase terminal era un alcalde que le diera todavía más hilo a la cometa del casi masónico "lobby" cofradiero.

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Cartel de Gustavo Bacarisas, feria de 1917
Cartel de feria de Gustavo Bacarisas, 1917, que será reproducido para anunciar la del 2003  (¿En qué fecha cae este año la Feria?)

Sábado 9: Cartelitis crónica

La cartelitis es una enfermedad artística crónica de Sevilla, que al parecer no tiene remedio. No se rían si decimos que ya ha sido designado el artista que pintará el cartel del XXV Aniversario de la Cuadrilla de Hermanos Costaleros de la Hermandad de la Paz. Parece que hay actos y celebraciones que se organizan únicamente para poder encargar un cartel y presentarlo a la prensa para que salga retratado junto a un caballete un señor que quiere alimentar la vanidad de su ego particular. Sorprende que en esta cartelitis crónica el Ayuntamiento no haya encontrado nada digno de elegir como cartel de las llamadas Fiestas Primaverales, ellas de solteras Semana Santa y Feria antes del presente ataque municipal de progresía trasnochada. En vista de lo cual, se tira de archivo y se reproducirá como cartel el que pintó Gustavo Bacarisas en 1917, cartel bellísimo, por cierto, como toda la obra del artista gibraltareño avecindado en los altos del Mercado de Entradores. Lo que ocurre es que el cartel antiguo representa dos señoras vestidas de flamenca y bailando, y no hay capirotes ni palios por parte alguna. Hay quien dice que el Ayuntamiento debería hacer como la Real Maestranza con el cartel taurino: encargarlo a dedo y dejarse de cuentos. Por casi el mismo precio que un concurso desierto, a la Maestranza le va a pintar el cartel taurino Carmen Laffón. Lo cual es un milagro de la cartelitis sevillana: conseguir que la indolente Carmen Laffón se ponga a pintar. 

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Viernes 8: Palomas y cohetes para el día 15

A ver si el día 15 está disponible la Banda Municipal y no anda interpretando sus habituales variaciones sobre un tema de conflicto colectivo y no pega la habitual fuga sin tocata, como en la coronación del Valle. A ver si el día 15 cogemos todas las palomas de la Plaza de América y de la Plaza del Salvador, las enjaulamos y las llevamos para soltarlas. A ver si el día 15 contratamos a media docena de pirotécnicos de Benacazón (que son los mejores del Aljarafe) para que tiren todos los cohetes del mundo. Porque la ocasión requiere alegres pasodobles, suelta de palomas y estallido de cohetes. Ese día 15, el Ayuntamiento va a volver a abrir a la circulación el Paseo Colón, tras el follón formado por el agujero del aparcamiento subterráneo. La noticia, de por sí, ya es venturosa, pero más todavía un aspecto absolutamente insólito que implica: por una sola vez y sin que sirva de precedente, el Ayuntamiento va a cumplir fielmente lo prometido y anunciado. Dijeron que el día 15 se abriría el Paseo Colón y, por las trazas, a lo mejor hasta se abre antes. Si pasan por allí, verán que ya está echada la losa de hormigón sobre el agujero subterráneo y que incluso están asfaltando las calzadas. Y si de camino, como anunciaron, abren también ese día el cerrado Paseo del Cristina, pues nos van a faltar cohetes que tirar y palomas que soltar por la doble promesa insólitamente cumplida. 

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Jueves 7: Sor Angela

En las calles del amanecer de Sevilla, dos mujeres, en el silencio de sus alpargatas, vienen con su estameña de franciscana color y sus blancas tocas. En las dualidades de la ciudad, la una habla y la otra calla. Vamos, una es de cofradía de barrio, y tan de barrio, y otra de hermandad de túnica de ruán. Una de ellas lleva siempre una bolsa. Van camino de una parada de autobús en la ciudad que se despierta y deslegaña. Todos sabemos de dónde vienen. De pasar la noche en vela. De cuidar a un enfermo que el pobre no tiene ni dónde caerse muerto, al que abandonó la fortuna y, por las mismas de que no dejará un duro, nada más que trampas, hasta la familia. A estas alturas del relato no hay que decir que son las Hermanas de la Cruz. Pero hay que decir, porque no se ve por la calle, los colegios que mantienen, las obras de asistencia que sustentan con los donativos que les llegan sin que los pidan, como caídos del cielo, si sabrán ellas del cielo... Y esto que todos los sevillanos vemos y sabemos desde hace una jartá de tiempo, ahora lo han descubierto los señores cardenales de Roma. Pues mire usted, Padre Santo de Roma: no hace falta que lo diga el Vaticano. Los sevillanos sabemos que Sor Angela de la Cruz era una santa, como lo son estas mujeres suyas que al alba vienen camino del autobús después de pasarse la noche en vela cuidando un enfermo desahuciado hasta por su familia. No lo tiene que proclamar bula pontificia alguna. Nos lo dicen, con su paso racheado, las alpargatas de las Hermanas de la Cruz en el amanecer. 

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Miércoles 6: La capital de la doble fila

Estamos en la Ciudad de la Gracia, en la Tierra de María Santísima... y en la Capital de la Doble Fila. Esto de la doble fila debe de ser una tradición local, quizá un homenaje a las cofradías a lo largo de todos los días del año. ¿No van los nazarenos en dos filas? ¿Por qué no han de aparcar así los coches? Sevilla quizá sea la única ciudad del mundo donde los vovis y los gorrillas te invitan a aparcar en doble fila: "Déjelo usted ahí, cerrado, pero suelto". Todo aquel que va a hacer algo tan sevillano como un mandado sabe que puede dejar el coche en doble fila: "Es un momento sólo, voy a ir a hacer un mandado". A efectos de la doble fila, "un momento" es una unidad de tiempo que según el daliniano reloj de cera de Sevilla puede llegar a media horita o tres cuartos. La Guardia Municipal, vulgo Policía Local, en su campaña de productividad de multas, ha puesto 801 sanciones por estacionamientos en doble fila. Pocas me parecen. Si sancionaran insistentemente a todos los coches estacionados en doble fila hasta que dejen de hacerlo, no habría talonarios de multas suficientes. Y nuestra encuesta particular señala que la grúa le tiene aversión al coche aparcado en doble fila. Se llevan los que están en las esquinas, sin molestar a nadie y sin entorpecer el tráfico, pero no al coche que, diez metros más adelante, está en doble fila, originando el tapón circulatorio nuestro de cada día. Echamos a las obras de los aparcamientos las culpas del colapso circulatorio motivado más que nada por esta dichosa costumbre local de la doble fila. 

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Martes 5: Castañero en camiseta

Como el que avisa no es traidor, sepa que está usted, querido lector, ante el tradicional artículo de las castañeras, en versión minimalista. Hace días que en La Campana, delante de los blancos escaparates de la tienda de Zara, en la esquina con San Eloy, está el puesto de castañas, para no desmentir las fechas en que estamos ni que nos falte tema para el artículo ritual novembrino. Pero este año el puesto de castañas es de toma castaña. Como siga así el cambio climático, el agujero de ozono y este verano tropical que está arruinando en las ventas de artículos de invierno a los comerciantes, el tío del puesto de castañas va a tener que cambiar el negocio por otro de helados al corte o en cucurucho. Porque el castañero tiene un ver: en vez del castañero tiritando de frío, con los mitones y la bufanda, triste e invernal como un cuento de Navidad de Dickens, el hombre de las castañas va en camiseta. Vamos, en T-Shirt, para decirlo con el lenguaje americanizante en boga de la Sevilla del Halloween y del MacDonnald. No le damos importancia a nuestras cosas, y a esto del castañero de la esquina de Zara le podíamos sacar un dinero turístico muy curioso. Aquí donde nos tienen, Sevilla es el único lugar del mundo donde el tío que vende las castañas en pleno noviembre va en camiseta. 

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Lunes 4: Hartazgo cernudiano

Hace unas semanas, una prestigiosa entidad cultural sevillana celebró junta general y decidió por unanimidad algo insólito: no dedicar absolutamente ningún acto a Luis Cernuda en su centenario. Dijeron que ya estaba bueno lo bueno, que no iban a caer en la vulgaridad general del homenaje a Cernuda por parte de tienes no tienen el gusto de conocerlo y que el centenario se está convirtiendo, como suele ocurrir, en hartazgo. Para confirmar esto del hartazgo hasta el ridículo, ahí está la Diputación. Se va a gastar un dinero muy curioso en colocar seis bustos, seis, del poeta en otros tantos pueblos que no tienen absolutamente nada que ver con la obra cernudiana. A saber: Utrera, Dos Hermanas, Puebla de Cazalla, Tomares, Alcalá de Guadaira y La Rinconada. Aguanten la risa, por favor, si piensan en la relación de Cernuda con La Rinconada. En los seis pueblos van a colocar un busto del poeta realizado por el escultor Miguel García, aquel a quien le dejaron colgado el monumento ideado por Jesús Aguirre. Dice el escultor que en su obra Cernuda, representado con chaqueta burguesa y republicana corbata de lazo, "transmite un sentimiento de incomodidad al ser observado por los demás". Incomodidad es poco. A lágrima viva tendría que llorar Cernuda en su busto si viera la manipulación que está haciendo de su figura esta desolación sin quimera de ningún tipo llamada política cultural oficial sevillana.

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Domingo 3: Prensa y cambios sociales

Con el café por delante y la tostada con aceite, abrimos ayer de mañana los periódicos y nos dijimos: "Ea, a ver qué crónicas y fotos vienen de ese profundo cambio social sevillano protagonizado por la gente joven, que ha sido trocar los ritos del Tenorio en Tosantos y Difuntos por la mascarada norteamericana del Halloween". Vimos una gaceta, y nada. Otra, y tampoco nada. Y otra, y otra, y en ninguna de ellas venía una sola línea del fenómeno. Ni una foto de los miles de muchachos que recorrieron las calles y llenaron las discotecas y bares de copas vestidos de brujas, de fantasmas, de espectros, de demonios. Es decir, que los historiadores futuros que vayan a la hemeroteca, no tendrán noticia alguna de este interesantísimo cambio social. Por el contrario, en los periódicos venía todo, absolutamente todo, sobre la coronación de la Virgen del Valle. No pude enterarme de por qué ha arraigado el Halloween con esta fuerza en la Sevilla joven, pero en cambio lo sé todo sobre la coronación tirillita en la Sevilla rancia. Pregúntenme lo que quieran sobre el chaqué de José María O´Kean, sobre el traje negro de Carmen Sevilla, sobre la copla nueva de los viejos seises, en los que Castillo y Gil Delgado van de León y Quiroga. Como en tantos otros aspectos de la actualidad de Sevilla y de lo que realmente pasa aquí, tendremos que esperar quizá a que vengan periodistas de diarios de Madrid para hacernos la crónica del cambio ciudadano que ha supuesto el Halloween. Sevilla sigue siendo la única ciudad del mundo que se pasa el día hablando de un tema del que a la mañana siguiente no viene una sola línea en los periódicos.  

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Sábado 2: El Carnaval del Halloween

¿Quién dijo que en Sevilla nunca arraigaría el Carnaval? A ver, que levante el dedo quien dijo eso. Probablemente, no estuvo por la calle la otra noche. Ni en el barrio de la Viña de Cádiz en pleno sábado de Carnaval se ven tantas máscaras por la calle como en Sevilla la noche del Halloween. Ni calabazas, ni rito de los duendes y las brujas, ni grupos de niños pidiendo golosinas, ni nada de nada de la fiesta original estadounidense. Lo de aquí es Carnaval puro y duro, una gran fiesta de máscaras a pie. Disfraces de guardarropía y disfraces de fortuna, en plan vámonos que nos vamos, improvisados con la túnica de nazareno del hermano y con una guadaña de cartón hecha con el palo de la fregona. Todas las caras pintadas del mundo. Faltaban las chirigotas ilegales y las charangas familiares para que fuera como un homenaje de la Sevilla de noviembre al Cádiz de febrero. Todo se andará. No en balde el chirigotero Yuyu anda por aquí, trabajando en Canal Sur, y el coro de la Viña vino el otro día a cantar la misa carnavalesca en una cofradía. Para que sea totalmente Carnaval, al Halloween de Sevilla sólo le falta la comparsa de Martínez Ares, de quien son fervientes partidarias todas estas Brujas Pitis sevillanas que llenaban las calles. Nuestra propuesta es, pues, darle a este Carnaval toda su dimensión. ¿No se celebra en mayo la Feria de Abril? ¿Por qué no se ha de celebrar en noviembre el Carnaval? ¿No somos la ciudad de las Fiestas Mayores, donde toda cultura es fiesta y viceversa? Pues consagremos esta asimilación carnavalesca que Sevilla ha hecho de la fiesta norteamericana.  

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Foto gentileza de don Julio Dominguez Arjona
Corona de flores en forma de escudo del Sevilla F.C. en los puestos de la entrada al cementerio (Foto gentileza de don Julio Domínguez Arjona)   

Viernes 1: Sevillista hasta la muerte

Pues no salimos de la rotonda del cementerio, donde ya estuvimos ayer en este rinconcito, pues es día de ello. Hombre, en Tosantos y Difuntos no vamos a comentar que hoy abre el Hipercor de San Juan de Aznalfarache... Con los puestos de flores de la rotonda del cementerio podría hacerse una antología del "kitsch". El cementerio de Sevilla no es el más alegre de España: es el más "kitsch", con continuas incorporaciones. La tumba de Paquirri, el monumento a Juanita Reina, ¿qué son, sino "kitsch" puro? Y los puestos de flores de la entrada. ¿Habrá algo más hortera que esas coronas de flores en forma de rojos corazones o de blancas cruces? Sí, lo hay: lo que vimos ayer. Una corona de flores que reproduce fidelísimamente el escudo del Sevilla F.C. No, no se rían, que esto es muy serio. Hay quien a sus seres queridos les lleva una corona con el escudo del club de sus amores. Si vimos la corona con el escudo del Sevilla es porque seguro que la corona del escudo del Betis ya la habrían vendido. Y entra todo dentro de las claves estéticas, sociales y culturales de la ciudad. Si ve usted hoy o mañana entrar a alguien en el cementerio con una corona en forma de escudo del Sevilla, no pregunte a quien la lleva, que la respuesta que le darán es sabida: "Es que mi padre era sevillista hasta la muerte. Mi padre es que moría por el Sevilla..."

Foto gentileza de don Julio Dominguez Arjona
Corona de flores en forma de escudo del Sevilla F.C. en los puestos de la entrada al cementerio (Foto gentileza de don Julio Domínguez Arjona)    Ver comentario de Abel Infanzón

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