o
que siente Manuel Chaves por el dictador Fidel Castro tú lo
pones en un frasco de cristal bonito y elegante, y lo metes en
una caja de cartón blanquiazul y resultona, y a Isabel Rodríguez
de Quesada se lo quitan de las manos como su más refinado
perfume de Aguas de Sevilla: "Fascinación".
Encima, cursi. Para sentir fascinación ante un
dictador asesino de libertades se necesita ser...
--Chaves.
Eso. Se necesita ser Chaves para sentir
fascinación ante el que tiene a más cubanos exiliados en Miami
que en la isla. Yo me creía que era una errata eso de Chávez que
en su crónica dice Mar Correa (apúntate un 10) que es como
escriben el nombre de Chaves en las lápidas de los grifos que
inauguró en el viaje que le hemos pagado de nuestro bolsillo. Al
que ha ido con un séquito de más asesores y cogecosas que
beduinos lleva un Rey Mago en la Cabalgata. Creía que eso de que
escribieran Chávez en vez de Chaves en el mármol...
-- Como su ca...
Cállese usted, que yo también lo pienso, pero
no lo pongo, y eso que la tiene de Macael. Digo que creía que
escribir Chávez por Chaves era una errata. Pero no. La errata es
el mismo Chaves. Los andaluces elegimos como presidente a una
errata. Una errata que no quería volver a Andalucía ni con la
Guardia Civil: ¿se acuerdan del candidato a palos? Un presidente
autonómico en una nación libre, que coge y se va a Cuba, al
besahuevos de un dictador, y encima dice que siente fascinación
por él, no parece Manuel Chaves. Ese es el mismo Hugo Chávez.
Para vergüenza de todos los andaluces, a Chaves le preguntaron
allí:
-- Andalucía, ¿qué es? ¿Una Monarquía o una
dictadura?
Pues mire usted: Andalucía es un régimen de
intereses, un entramado de poder, la tupida red de una telaraña
que lo envuelve todo, donde una sociedad subsidiada, en la que
desde el mayor empresario al más humilde trabajador están
pendientes de la subvención, permite que se elija una y otra vez
a un Manuel Chaves que cada vez parece más Chávez, y que en La
Habana ha dado la cara y ha roto en Hugo Chávez.
La Habana es Chaves con un frasquito. El
frasquito de las esencias de la fascinación ante un dictador. Un
frasquito de ridiculeces. Un frasquito de agua de La Habana
cogida del grifo que inauguró. Chaves ha ido a Cuba a inaugurar
un grifo. Tal como suena. Una cañería con su grifo
correspondiente. Estamos en todo. No sólo les pagamos la
cañería, sino que encima le ponemos el grifo. Aquí hay gente en
lista de espera para operarse, pero eso no importa. Lo
importante es que con el presupuesto andaluz pongamos muchos
grifos en Cuba. La Habana es Chaves con un grifito, retratándose
al inaugurarlo. Como se ha retratado, ay, al fascinarse con un
dictador.
¿Se imaginan lo que el propio Chaves le liaría
a cualquiera que dijera que siente fascinación por Pinochet?
Pues mire usted: tan dictador y asesino es Pinochet como Castro,
igualito. Los mismos paredones, los mismos presos políticos. Con
la diferencia de que, gracias a Dios, Pinochet está derrocado y
procesado, mientras Castro sigue con sus presos políticos, sus
balseros y su falta de libertad en aquella Reserva Mundial de la
Dictadura Comunista, como un águila real protegidísma por los
progres...con nuestro dinero.
Y encima, el mentís. Como el cartero real del
Cortinglés, Chaves anunció en Cuba la llegada de los Reyes. Lo
han desmentido inmediatamente. Es como si los Reyes Magos dieran
un comunicado que dijera: "Aunque lo haya anunciado el cartero
real del Cortinglés, que es un chufla, no pensamos ir a la
Cabalgata de ninguna de las maneras". Le gana el cartero real
del Cortinglés. El cartero real es un chufla sin errata cuyas
fascinaciones paga Isidoro Alvarez. No estaría de más que las
próximas fascinaciones ante el dictador de turno se las pague
Chaves de su bolsillo.