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¿Saben
ustedes en qué se distingue la caridad, que es facha, de la
solidaridad, que es progre? Pues que la caridad se ejerce con
el bolsillo de uno, rascándoselo, y socorriendo a quien lo
necesita; y la solidaridad, con dinero ajeno, tirando del
presupuesto y gastándose los euros de los contribuyentes. Con
lo cual, quien hace caridad de su bolsillo la ejerce por dos
veces, como la doble financiación de TVE:
1. Con cargo a su peculio particular, cuando se apunta al
donativo mensual para Cáritas o las Hermanas de la Cruz, o
cuando sin que se entere su mano derecha da mucho más dinero
para caridad que todos los pregonados solidarios de la
izquierda juntos.
2. Con cargo al dinero que usted paga con sus impuestos,
cuando cualquier baranda utiliza los presupuestos para
presumir de que es más solidario que la leche que mamó. (Que
suele ser la leche en polvo que mandaban los americanos a las
escuelas. Aquellos polvos lácteos americanos trajeron estos
lodos antiyanquis.)
En el fondo, estos progres tan de izquierdas hacen como las
marquesas ricas potricas en sus vanidosas beneficencias para
los pobrecitos niños: caridad con dinero ajeno. Las
marquesonas y asimiladas, para hacer caridad, no ponen un duro
suyo. Le piden a un artista que cante gratis y al del teatro,
que lo ceda. A los matadores de toros, que actúen por los
gastos en un festival, con novillos que regalan los ganaderos,
y en la plaza que pone el Conde de Luna. A un pintor, que done
un cuadro para la subasta, en un hotel que no les cobra. A
Juliá, que regale y sirva un almuerzo para 200. Y a la
Cruzcampo, que ponga la cerveza. ¡Así le gano yo al mismísimo
San Vicente de Paúl haciendo caridades con dinero ajeno y
encima luciéndome en las fotos!
Los socialistones ricos potricos, los de los latisueldos, en
tanto en cuanto nuevos señoritos andaluces que son, se
comportan igual. O peor. Las marquesinas pegan sus caritativos
sablazos exhibitorios a señores particulares. Pero el Marqués
de la Junta, excelentísimo señor don Manuel Chaves González, y
el Conde del Partido, excelentísimo señor don Gaspar Zarrías
Arévalo, nos pegan el sablazo solidario a todos. Tirando de
presupuesto. ¿Hacen solidaridad ellos? No, la hace usted.
Ellos salen en la foto entregando a los pobrecitos niños
saharauis el dinero, pero ese dinero lo paga usted con sus
impuestos.
Viene esto al caso del último rastrillo solidario que ha
montado el Marqués de la Junta para hacerse la foto con el
delantal de las caridades junto a Simón Peres (¿será Peres de
Guzmán?) y a un Mojamé de la Autoridad Nacional Palestina.
Dice la noticia: «La Junta impulsa un hospital en Gaza». Una
errata, pensé: será Baza, provincia de Granada, que es donde
la Junta tiene que impulsar los hospitales. No: es Gaza. La de
nuestros íntimos amigos los palestinos. El señor marqués de la
Junta dice que ese hospital es una necesidad para los
pobrecitos niños y que por eso se va a gastar 18 millones de
euros. No de su bolsillo de él, de su latisueldo, sino 18
millones de euros del presupuesto, suyos de usted y míos. Y
todo cuando, paradójicamente, la Cámara de Cuentas acaba de
decir que en el 2003 el SAS tuvo un déficit de 530 millones de
euros. Nada, nada, con el SAS de las listas de espera lo más
urgente es que Chaves haga con nuestro dinero un hospital en
Gaza. Como antes restauró La Habana Vieja con dinero público
de esta Andalucía viejísima de los conjuntos monumentales
hundiéndose. Y como se harta de hacer caridades en un continuo
Domund para sus negritos, con nuestros euritos.
Y como tenemos un PP que está AA, acarajotado y acomplejado,
pidiendo continuamente perdón por ser de derechas, ésta es la
hora que no han preguntado, como hago ahora, si, teniendo al
SAS como lo tenemos, esto de gastarse el dinero de nuestros
impuestos en un hospital para Gaza no es acaso malversación de
fondos.
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