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MAL
anda de principios éticos una sociedad cuando la proclamación
de lo obvio se convierte en un acto heroico. Esa sociedad es
España. Expaña, vamos. Al paso que vamos, para que reconozcan
que a las 12 el sol está en su cenit habrá que convocar una
manifestación.
-Pero en esa manifestación han de ser respetados los husos
horarios de Canarias, usted. Podrán manifestarse para decir
que el sol está arriba a las 12, pero que no haya ni una sola
pancarta contra el meridiano de Canarias, ¿eh? No me sea usted
canariófobo. El Fiscal Particular del Gobierno vigilará que no
haya una sola pancarta que conculque los derechos de la
minoría horaria canaria con actitudes vociferantes.
Terrible reloj que marca en España la hora de la dictadura de
las minorías. Para que no se enfaden los canarios con su hora
menos y apoyen al Gobierno, se ha atrasado una hora el reloj
de toda España. No en balde concluyó en la Puerta del Sol la
manifestación de la Familia. Lo que han hecho con todo ha sido
eso. Y con el matrimonio en el Código Civil: atrasar el reloj
una hora para todo el mundo, para que no se enfaden ni en
Lesbos, ni en Sodoma, ni en Gomorra. En vez de padres y
madres, «progenitores». De esposo y esposa, nada: «cónyuges».
De chamba no han redactado ese artículo según la estética del
amor oscuro de los versos de Rafael de León: «Porque sin ser
tu marío,/ ni tu novio, ni tu amante,/ soy el que más te ha
querío,/ ¡con eso tengo bastante!».
No, no tienen bastante. No se hartan. Las mayorías
sociológicas han de inclinar su cerviz ante las minorías. Si
al inclinarla se aprovecha para pisarles la cabeza, mejor.
Manda la minoría homosexual del «lobby gay» sobre la España de
madres y padres pasando el quinario para educar a sus hijos
con estos planes de enseñanza y esta degradación ética
generalizada, con las televisiones borrando las fronteras
entre el bien y el mal. Manda la minoría de los separatistas y
los asesinos (o de ambas cosas a la vez) sobre una mayoría
constitucional que no quiere enfundar las armas del Estado de
Derecho ante los criminales. Manda la minoría laicista y
agnóstica que se burla de la religión poniéndose una corona de
espinas sobre la mayoría sociológica católica, pero que no
tiene co...ranes de cachondearse de la chilaba de Mahoma.
Manda la coartada nacionalista del apoyo al Gobierno sobre
millones de votos que no quieren que el resentimiento y el
sectarismo sean la norma. Mandan los Juan Simón, los
desenterradores de la memoria, sobre la concordia de
reconciliaron que trajo la Monarquía Parlamentaria.
Y como quien manda, manda, y cartucho al cañón, para proclamar
la obviedad de esas mayoritarias verdades hay que echarse a la
calle. Cada sábado la gente se tiene que echar a la calle y
hay un nuevo Dos de Mayo porque los mamelucos están otra vez
en la Puerta del Sol: el presidente Rodríguez les ha puesto el
caballo de Atila para acabar con España. Los presidentes del
Gobierno antes defendían las habichuelas y la felicidad de la
mayoría de los españoles y salían en la portada del «Time».
Ahora imponen la dictadura de las minorías y salen en la
portada de «Zero». Zero Zapatero. Me imagino que Rodríguez
saldrá en el BOE Gay como siempre: sonriendo. Sonriendo porque
está encantado de haberse conocido como presidente del
Gobierno a costa de 192 muertos. Saldrá con su sonrisa de
sesión continua, con esos hombros que parece que se ha dejado
la percha dentro de la chaqueta. Como en la cumbre de Bruselas:
España rompiéndose, Europa hundiéndose, y él allí, de
hombre-orquesta del Titanic, tocando el violón, sonriendo,
feliz de estar entre los grandes, los que nos van a quitar la
cartera. No entiendo cómo se puede gobernar así, contra las
mayorías sociológicas, pero mucho menos comprendo de qué se
ríe este tío, hombre-orquesta del Titanic, glup, glup, glup...
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