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"TOÍTO
es acostumbrarse, / cariño le toma el preso / a las rejas de
la cárcel» y, cautivos de los nacionalismos, estábamos
acostumbrados a esta España rarita, donde la ETA no rimaba ya
con metralleta, sino con Peineta, que es más castizo. Que el
pretendido estadio olímpico de 2012 se llame La Peineta me
parece totalmente folclórico. Eso es como para que el himno
olímpico no lo cante Montserrat Caballé con Freddie Mercury,
como en Barcelona, sino Isabel Pantoja con Rocío Jurado: «De
las de peina y volantes / qué pocas vamos quedando...». Y
menos que vamos a quedar, como la ETA siga poniendo bombas
mientras Ibarreche pide el apagón informativo para las
negociaciones. Claro, sin luz no vemos cómo el Estado de
Derecho se baja los pantalones ante los asesinos.
Estábamos ya acostumbrados a estos disparatones, a la tiranía
de las minorías separatistas sobre el gobierno de Zero
Zapatero, a sus claudicaciones de sesión continua, cuando, uf,
pereza me da pensarlo, viene el metisaca de las sacas de
Pontevedra y nos sale un Carod en Galicia. Otro. Qué pesadez.
Como los plátanos de Canarias, pero al revés: dos Carod, peor
que uno. La comparanza con Carod no es gratuita. La guarrísima
camisa negra de Carod, que no conoce el Ariel, es paralela a
la cara sin afeitar de Anxo Quintana. Ambos parecen no tenerle
demasiada afición a la ducha: hay que ahorrar agua tras la
anulación del Plan Hidrológico, Narbona dixit y Pixie. Y en
los dos, la misma incógnita onomástica. Ya sabemos que Carod
es completamente Pérez. Pero ¿cómo se llama de verdad Anxo
Quintana? Quintana lo entiendo. Lo que no entiendo es Anxo.
¿Qué demonios o meigas significa? Urge una teórica al resto de
España, perdón, del Estado Español, para que sepamos qué
significa Anxo, cómo se pronuncia Anxo. Sabíamos que Manuel
Fraga significaba Manolo, Meyba en Palomares, significaba La
Calle Es Mía. ¿Pero qué significa el que por ahora nos parece
más Anxo que largo, el que ganó las elecciones perdiéndolas?
¿Podemos pronunciarlo así, Ancho, tan panchos? ¿Anxo es Ángel?
Si es Ángel, ¡la que nos espera con este angelito!
Nos espera ni más ni menos que otra vez la pesadez de la misma
monserga separatista. Anxo irá a Perpiñán a entrevistarse con
la ETA, para pactar que al Rioja y al Jerez le puedan pegar
todos los tiros y bombazos que tengan por conveniente, pero
que al Albariño y al Ribeiro, ni toserles. Anxo hará lo propio
de los nacionalistas en materia de hidrología y trasvases:
logrará que las aguas de Lozoya y Lanjarón sean
obligatoriamente sustituidas por Mondáriz. En familia y
matrimonio, como el otro exigió las bodas gays, éste
conseguirá que cada gallego se pueda casar con su vaca, porque
ustedes saben que los gallegos son mucho de la vaca, su pareja
de hecho para algunos. En cuanto a archivos, ni te cuento.
Alerto al Lar Gallego de Salamanca, que Anxo les reclamará
hasta el último papel. Y Lopera el del Betis, que se prepare,
porque seguro que Anxo impone que al estadio de Heliópolis le
devuelvan su galaico nombre de Villamarín. En cuanto a la
corona de espinas para mofarse de la religión, quizá no se la
ponga él mismo, sino que se la plante al Apóstol Santiago. Al
que calculo que le quedan dos Telexornales como Patrón de
Galicia, ¡so matamoros!
Y nada les cuento de la pesadez de la sopansalá de los tres
nacionalismos en fuego cruzado, como los tres banderilleros de
Benítez Carrasco, pero en molesto: uno, dos y tres, tres
nacionalistas en el redondel del ruedo ibérico. Le dicen
Galeusca a esta nada santa compaña, por las sílabas iniciales
de Galicia, Euskadi y Cataluña. Yo, que como millones y
trillones de habitantes del globo sólo hablo la opresora
lengua española, tomo las sílabas iniciales de Vasconia,
Cataluña y Galicia para el acrónimo y digo que la que van a
formar con España entre las tres tiene esas siglas, pero en
castellano: VaCaGá.
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