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El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Mi Ford y los inhibidores

Mi Ford de pedales no conoce otra cosa que los inhibidores de frecuencia. Se la tienen jugada. Cuando voy a un acto oficial presidido por las dignísimas autoridades, mi coche coge unos cabreos espantosos cuando llegamos y está todo aquello lleno de vehículos oficiales con chófer. Llamo eufemísticamente vehículos a los cochazos que se gastan los gachés: los Audi, los Mercedes, los BMW, y sigan poniendo marcas no sólo de gama alta, sino por las nubes.
A mi Ford le entra un complejo de inferioridad insuperable cuando llegamos y están allí de tres en fondo los chóferes (mecánicos, que diría Josemi) de la Junta de Andalucía, junto a sus cochazos con inhibidor. Como hay sexadores de pollos, mi Ford es sexador de coches oficiales. Sabe de la importancia de su ocupante y de su fuste protocolario mirándoles la popa, como mi veterinaria examina a los gatitos recién nacidos observando tras sus patas, aunque no les hayan bajado sus atributitos machos. Mi coche sabe que los verdaderos cochazos oficiales de los barandas que se ocupan de cuestiones fundamentales para España y el bienestar de los españoles como las Infraestructuras de la Sostenibilidad o la Innovación para el Desarrollo tienen en salva sea la parte, o sea, por do más pecado habían, una misteriosa antenita que no es precisamente para escuchar a Herrera en la onda, sino única y exclusivamente para fastidiarnos a los que no comemos rancho del perol del poder y tenemos que aviarnos con un Focus con blindaje de Infantería, que decía Rafael García Serrano: la telita de la camisa y el escapulario de la Virgen del Carmen.
¡Cómo se conoce a leguas mi Ford las antenitas de los inhibidores de frecuencia en los cochazos oficiales de estos tíos que tiran de Visa y de Audi como el que lava! No falla. En cuantito llegamos a ese acto oficial, como tiene tantos tiros dados en esta materia, en quincando las antenitas de los inhibidores, mi Ford me dice:
-Burgos, ciérrame con la llave. Ni se te ocurra cerrarme con el mando a distancia de la alarma y del bloqueo de puertas. Acuérdate de lo que nos pasó la última vez que coincidimos con los cochazos de Chaves, de su séquito y de su mojádito...
No quiero ni acordarme, querido Ford Focus, gracias por recordármelo. Como el acto cultural había ya terminado y empezaba el alboroto y el tiroteo de la copa y la croqueta, y a mí nadie me da un empujón por coger un canapé, nos dispusimos a irnos. Llegamos a nuestro cochecito, que estaba allí el pobre, humilde y discreto, con su bloqueo de puertas echado por medio del mando a distancia de la alarma. Le di al botón de apertura y...que si quieres arroz. Aquello no abría ni a la de tres. ¿Se habían quedado bloqueadas las puertas? ¿Se le habían agotado las pilas al cacharrito del mando a distancia? ¿Estaba el coche sin batería? Nada de eso. Estábamos rodeados de millones y millones de pesetas públicas empleadas en el lujerío y en la seguridad de los defensores de la Patria. Traduzco: estaban activados los inhibidores de frecuencia de todos los cochazos oficiales de la conjunción de junteros, y allí no se movía una onda herciana ni un impulso electrónico. Hasta que el último baranda no se comió la última croqueta y se largó en el último cochazo con inhibidor, no pudimos activar el mando para abrir el coche y desbloquear la alarma.
Ahora caigo en la cuenta de la perplejidad de mi pobre Ford Focus y le tengo que decir que no tiene ninguna razón. Está muy bien, estupendo, que estos señores que viven a nuestra costa tan por encima de sus posibilidades tengan todos unos inhibidores de aquí te espero en sus cochazos oficiales. Nada, nada, gastemos todo el dinero de los Presupuestos Generales del Estado que haga falta en inhibidores para los cochazos oficiales de los ministros, de los secretarios de Estado, de los subsecretarios, de los presidentes y consejeros autonómicos, de los alcaldes y concejales. ¿Acaso están en El Líbano o en Afganistán o algo? Entonces, si no están ni en El Líbano ni en Afganistán, ¿como van a ir sin inhibidores estos vividores de la Patria? Tengan en cuenta que lo de estos gachés no es un BMR: es un BMW.

 

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