Clic para ir a la portada

El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Defensa del tranviario en pruebas

A Rafael Montesinos le han robado un libro. El último. No ha sido «La vanidad de las cenizas», el que sólo alcanzó a ver en galeradas y no conoció impreso, pues la muerte se lo llevó, cuando Sevilla, en la persona de su alcalde, fue hasta el lado de quien tantas veces había venido a la ciudad para reencontrarse con su infancia. No, el que le han robado a Montesinos no ha sido ese libro, sino otro verdaderamente póstumo, cuyas pruebas nunca vio: «Diálogos en la acera izquierda de la Avenida», la recopilación de sus artículos semanales en ABC de Sevilla en los años 80.
Montesinos tuvo que interrumpir aquella colaboración por culpa de la llegada del IVA. Ya jubilado, no podía facturar con IVA sin perder su pensión. Lo de ahora ha sido peor que lo del IVA. Montesinos ahora tampoco podría publicar sus «Diálogos en la acera izquierda de la Avenida». Porque en la Avenida ya no hay aceras, ni derecha ni izquierda. Y más que probablemente a Porfirio Fidias, su fingido dialogante, abstraído en sus meditaciones sobre Sevilla, lo hubiera pillado el tranvía con las pruebas más largas del mundo.
El rodaje del tranvía está durando más que el de «Lawrence de Arabia». Hay que cambiar urgentemente las comparaciones populares, en lo del «anda, que está durando más que»... Los segundos términos de esa comparación eran las obras de la Catedral o las obras del puente. Ya hay algo que dura más que esas obras: las pruebas del tranvía. Así que añadan a su repertorio:
-Anda, que está durando más que las pruebas del tranvía.
¿Qué están probando en el tranvía? ¿Los ruidos que hace? Creo que por muchas pruebas que hagan no los van a poder poner ni mejor ni peor. Si ahora, yendo a la media potencia, vibran los cristales de las casas y se despiertan las criaturas a las 7 de la mañana y ya no pueden pegar ojo, ¿qué será cuando el tranvía alcance a su velocidad de crucero? ¿O están probando las vías? Por mucho que las prueben, están tan chapuceras como el primer día o más. Fíjense en los cambios de agujas que hay junto al Arquillo, la de tobillos que se han torcido y que se habrán de torcer allí, de los bujeros (vulgo agujeros) que tienen, por haberlo terminado todo tan de prisa y corriendo, no se sabe para qué, si las pruebas se eternizan.
¿Para qué tantas prisas entonces y tantas pruebas ahora, pegando tranviazos todo el día? ¿Para atemorizar a los sevillanos, en mi teoría del palimpsesto de Queipo de Llano que están haciendo los que, acobardados, perdieron la ciudad ante su sublevación? ¿Da el tranvía tantas vueltas de la Pasarela a la Plaza Nueva, un solo tranvía, en plan camiones de moros de Queipo, para que nos creamos que hay siete mil unidades, cuando sólo han comprado tres birrias de tranvías?
Porque por los señores tranviarios no creo que sea. El sevillano es el ser más listo del mundo, el que con unos alicates y un alambrito te arregla el ordenador que se te ha descacharrado, el que con dos cables pelados te improvisa un fusible, el que pone en funcionamiento todo electrodoméstico nuevo sin leerse el libro de instrucciones. El sevillano es mañoso. Y el tranviario sevillano, más que ninguno. No conozco a los actuales tranviarios de Tussam, de los que tengo el mejor concepto, pero sí a los antiguos de Tranvías de Sevilla S.A., heredera de la Seville Tranway Company. Eran los más listos del mundo. Los que en un periquete volvían a enganchar el trole que se había salido. Los que echaban arena en las vías los días de lluvias, para que el 12 subiera ese Puente de los Bomberos sin patinar. Los que tomaban la curva de Anchalaferia con Relator con la línea 2 que daba gloria. Los que enfilaban la esquina de la iglesia de San Hermenegildo, en Capuchinos, a toda pastilla, sin chocar nunca. Unos manitas.
Nietos de aquellos tranviarios que repostaban de aguardiente en El Punto de la Puerta Osario, los actuales de Tussam no pueden ser tan torpes que todavía no hayan aprendido, con la de tiempo que llevan pegando tranviazos por la Avenida. Si en una semana te dan el carné de conducir, ¿cómo no pueden los tranviarios sevillanos demostrarnos pero ya mismo lo mañosos que son, tela de buenos, y que no van a pillar a nadie, absolutamente a nadie, cuando vayan por la Avenida a toda leche con el muñidor de la Mortaja a bordo, tilín, tilán?
Articulos de días anteriores
Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 


Correo Correo


Clic para ir a la portada  

Biografía de Antonio Burgos  

Libros de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés




 

 


 

 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.

 

 

 

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio