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El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


El error de la derecha aquel 4-D

OJÚ, treinta años ya. Del recuerdo de aquel 4-D me quedan dos coplas. Una sevillana hicieron himno los que se manifestaban pidiendo no tanto la autonomía como no ser menos que catalanes y vascos. La sevillana, sonora bandera blanca y verde al aire de diciembre, decía:
Andalucía, guapa, mujer morena,
despierta que eres libre
de tus cadenas.
Y luego, otra copla me quedó en el recuerdo. La cantó en aquel Carnaval de Cádiz la comparsa del Puerto, que iban aquel año de «Raza mora». Hicieron lírica de la trágica épica de la muerte de García Caparrós en Málaga:
Un 4 de Diciembre muere un malagueño/
una bala traidora le quitó la vida/
tan sólo porque estaba queriendo a su pueblo/
y alzando la bandera de su Andalucía.
Me quedan esas dos coplas en el recuerdo. Y por dentro, el reconcomio y regomello que quiero soltar al aire, como la sevillana o el pasodoble comparsero de aquel tiempo: ¿por qué en este cabo de año se está hablando tanto de la muerte de Caparrós y tan poco de lo que significó el 4-D para Andalucía? Soy, a pesar de todo, andalucista: sin carné y sin trincar, de los que nuestra tierra no nos ha dado más que disgustos. Andalucista por libre, pero no tonto. Y a esta Andalucía que se la manipula hacia donde les interesa en cada instante a los truchimanes de la demagogia, ahora le están haciendo olvidar la ilusión del 4-D justo los que viven cómodamente de sus consecuencias políticas. Para destacar, con un sentido más vindicativo que justiciero, la muerte de aquel pobre muchacho al que le pegaron un tiro por poner la bandera andaluza en un edificio público. ¿No les suena todo esto al intento de meter a Caparrós en el paquete revanchista de la Memoria Histórica?
Manipularon el sentimiento andaluz aquel 4-D y lo siguen manipulando hoy, arrimándolo a la sardina de la demagogia de la Memoria Histórica. No es que yo sea Ortega y Gasset; vamos, no soy ni Ortega Cano ni Ortega Ezpeleta... Pero siento el orteguiano «no era esto, no era esto» del fracaso de la II República, cuando al pie del frondoso árbol de la Junta, de cuyos nutricios frutos viven tantos que nunca creyeron en Andalucía ni la defendieron, me pongo a considerar el canelo que hicimos los andaluces liberales o simplemente andalucistas en aquel 4-D. Andalucía y su autonomía fueron el pretexto de una gran operación de la izquierda para arrebatar el poder a la UCD. Fue el primer paso para desalojar a Suárez de la Moncloa y hacer que llegara al poder la cuadrilla de niños sevillanos del felipismo. El proceso pudo realizarse así, como un paseo triunfal, por culpa de la histórica incapacidad de la derecha andaluza, por los impresentables señoritos de siempre, por su mala conciencia, su ceguera, su insolidaridad, pues no olieron por dónde iban los tiros de la autonomía en una España donde otras burguesías estaban asumiendo el protagonismo de la transición.
Mientras que la derecha vasca y catalana apostaron por la imparable España de las Autonomías, la derecha andaluza apostó por el centralismo y empezó a buscar un Lauren Postigo para hacerse más odiosa todavía con el ridículo de «Andaluz, éste no es tu referéndum». ¿Qué pasó? Pues que al no asumir la derecha el andalucismo y tirar además Rojas-Marcos al monte del radicalismo izquierdista, las opciones liberales dejaron todo el campo libre a la izquierda. Por el andaluz y barroco «horror vacui», la izquierda socialdemócrata del PSOE y la comunista del PCE coparon aquel vacío y tomaron como si fuera suya la bandera blanca y verde, autonomista, contradictoriamente, quienes eran internacionalistas proletarios y centralistas democráticos. Y hasta hoy... Mientras, los andalucistas de tal partido, en vez de aglutinar y animar a la cobardona burguesía, se dedicaron a ser tontos útiles y compañeros de viaje de la izquierda radical. Aquel error de la derecha en el 4-D aún lo estamos pagando. ¡Antié va a ganar en Andalucía quien no sea Chaves! Aquella mañana no se libraba Andalucía de sus cadenas: se iniciaba el régimen que ha perpetuado Chaves. Las cadenas ahora se llaman Canal Sur y Canal 2 Andalucía.
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