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El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


La moto de Chaves y el sidecar

 
PUES no sabía yo que Chaves fuera tan aficionado a la moto: adiós, Crivillé, que no quieres ná con nadie... Yo creía que el poder despreciaba la mediocridad de la moto, y que iba del coche oficial a la bicicleta de carril. Las bicicletas en Sevilla son como las buenas almejas de las marisquerías caras: de Carril. Yo creía que la moto era cosa de los ex presidentes de la Junta, pero nunca de los que están en ejercicio aproximadamente desde el siglo XVIII, pues los votantes más jóvenes habrán llegado a creer que Chaves llegó a Andalucía en el equipo de Olavide. Pablo de Olavide se quedó en la antigua Universidad Laboral (que como la hizo Franco no sé cómo no la han derribado, cual símbolo de la Oprobiosa que es), y Manuel Chaves se quedó en la presidencia de la Junta, gastándose millonadas para que por San Telmo puedan correr caballos (y zarrías). El no quería venir, estaba divinamente en Madrid, pero al final no tuvo más remedio que hocicar y tragar. Y como hasta cariño le coge el preso a la reja de la cárcel, ahí lo tienen, dispuesto a repetir legislatura, qué señor más pesado con la repetición de legislaturas. Las legislaturas de Chaves se repiten más que el pepino de un mal gazpacho de tetrabric.
Yo creía que la moto era cosa de los ex presidentes de la Junta. Por ejemplo, de Rodríguez de la Borbolla. Cuando estaban derribando el Gol Norte del campo del Betis y las piquetas de Pavón cavaban en los recuerdos de las tanquetas de los italianos que tomaron el viejo Stadium de la Exposición como cuartel, venía yo por La Palmera tras presenciar aquello como una viva estampa en sepia de la Sevilla del Alcalde Palanqueta, cuando se me paró al lado de pronto un irreconocible motorista, con un pedazo de casco como de astronauta. Se quitó el motorista el casco y para mi sorpresa resulta que era...
—¡El Rey!
No, eso es de otra película, de otra leyenda urbana, y ese exterior día ocurre siempre en una gasolinera, no en La Palmera, aunque rime. No, el motorista resultó que era el excelentísimo señor don José Rodríguez de la Borbolla y Camoyán, que se escribe así y se pronuncia Pepe Borbolla, que venía también de derramar una lagrimita verde de nostalgia ante los recuerdos de su infancia de Portu, Vilariño y Cifuentes. Aquel motorista anónimo traía amarrada con guitas en el transportín de su moto una reliquia, que me mostró orgulloso:
—¡Mira lo que traigo aquí!
No creo que cuando Romero Murube encontró en Santiponce la Venus de Itálica la mostrara con mayor ilusión y orgullo que Pepe Borbolla aquel escombro de cemento y ladrillo que en el transportín de su moto amarrado traía, cuando me dijo:
—¡Es un trozo del campo de nuestro Betis, que guardaré como recuerdo!
De ahí creo yo que le vino a Borbolla su afición por las ruinas romanas de Sevilla la Vieja, su devoción por Trajano y hasta la presidencia del Patronato de Itálica, de los Amigos de Itálica o aquel extinto Círculo Bético Augusto, algo así. Total, entre una ruina romana de Itálica que a lo mejor ni había visto a Julio César y una ruina del campo del glorioso Betis de la que teníamos la histórica certeza científica de que había visto las hazañas de Luis del Sol, de Rogelio y de Gordillo ¿qué diferencia había? Diferencia en todo caso a favor del campo del Betis.
Quien podía, pues, hablar con toda propiedad de poner a la burocracia de la Junta, al aparato del partido, a los simpatizantes y votantes, al Régimen andaluz en suma, como una moto, era Borbolla. Y no lo hizo. ¿Y ahora va a venir Chaves con un roneo de moto? Chaves lleva tropecientos mil años vendiéndonos la moto de la modernización de Andalucía, cuando no es ni un vespino (aunque hace falta carné para conducirlo, carné del PSOE). Más que una moto, lo de Chaves es un sidecar, creo yo. Las elecciones andaluzas separadas de las nacionales, la falta de protagonismo de aquella Andalucía de bandera e himno de la frustrada ilusión del 28-F, son con Chaves el sidecar de la moto del Gobierno socialista de Madrid. Aunque Chaves quiere poner esto como una moto, yo me conformaba con que dejáramos de ser el sidecar electoral de ZP ahora, y del PSOE siempre.
 
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