ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


De Foxá a Villalón (en su estatua)

Como otros juegan al Monopoly, a mí me entretiene pensar ucronías literarias. Pondré un ejemplo: Romero Murube. Como destacó ABC a los 40 años de su muerte, Joaquín Romero ha sido estigmatizado de franquista por el mundo de la cultura oficial, que ignoró su centenario. Mas igual que le han puesto la etiqueta de franquista, le podían haber puesto la de republicano. Silencian que fue enchufado por el Ayuntamiento de la República como conservador de un Alcázar expropiado a Don Alfonso XIII. No creo yo que entonces le dieran el caramelo de un carguete así a nadie desafecto a la República.

Lo que le ocurrió a Romero Murube es que aun siendo un liberal al que daba asco el totalitarismo (y que por ejemplo se cachondeó del Conde Ciano cuando visitó Sevilla), no se fue al exilio tras la guerra y aguantó el tirón aquí, sin tener que hacer degradantes protestaciones de fe ante el Nuevo Régimen como Jorge Guillén. Si grandes son los méritos literarios de Romero Murube y esforzada su defensa de Sevilla, fue más heroico lo suyo de aguantar aquí tragando quina, mientras sus compañeros de generación o estaban en el Madrid de las mamelas del franquismo o estaban en el exilio, reconocidos como santones por la izquierda cultural mundial, y no aguantando tela en su pueblo. ¿Se imaginan a Romero Murube en México o en Argentina, trabajándose el cuento de poeta exiliado? ¿Se imaginan dónde habrían llegado sus obras, editadas en México por el Fondo de Cultura Económica y en Buenos Aires por Losada? De muchos menos mimbres que las prendas literarias de Joaquín se hicieron muchos nutricios canastos de premios Cervantes o de premios Lenin.

Y como la de Romero Murube, me encanta cavilar la ucronía de Fernando Villalón. Villalón, de familia bien, rico por su casa, poeta tardío, medio hechicero, conde de Miraflores de los Ángeles, ganadero de reses bravas, terrateniente, caballista, tenía todas las papeletas para ser odiado por los gurús progres de la literatura como arquetipo tópico del señorito andaluz. Pero sobre el mérito de su obra literaria tuvo otro, que en definitiva salvó sus versos: morirse a tiempo. Villalón, nacido el mismo año que Juan Ramón, 1881, tiene la habilidad de morirse en 1930. El 8 de marzo de 1930: cinco meses antes de la firma del republicano Pacto de San Sebastián, cuando Galán y García Hernández eran sólo dos arrastrasables de la guarnición de Jaca. Villalón muere a más de un año de la proclamación de la II República. A seis del estallido de la guerra. Gracias a eso, Villalón pudo ser elogiado por Alberti sin que le metieran un paquete desde Moscú. Porque, ¿se imaginan qué habría sido de la figura y la obra de Villalón de haberle cogido el turbión de la guerra? ¿En qué bando habría sentado plaza? La verdad, no me imagino a Villalón dedicando loas al Quinto Regimiento y endechas a Líster. Lo hago más bien en la Sevilla de Queipo, y quién sabe si organizando el escuadrón de la Policía Montada para liberar Morón de los rojos. Porque donde no lo imagino desde luego es, terminada la guerra, en el exilio. Sin un fondo de paisaje de marisma, a Villalón le habría faltado el aire. Razones todas por las que, de no haberse muerto en 1930, hoy sería despreciado como un señorito andaluz franquista de mierda que escribía versitos. Por conde, por rico, por señorito, hasta por gordinflón, Villalón tenía todas las papeletas para correr la misma triste suerte que Agustín de Foxá en la sociología literaria manipulada por los gurús de la izquierda.

Pero como la muerte impidió que el torillo berrendo de las dos Españas le partiera el palo, ahí lo tenemos, más vivo que nunca, en su estatua ecuestre de Morón, frente a su casa. Como Dios manda: a caballo, vestido de corto, con botos, zahones y sombrero de alancha, y la garrocha de majagua en la mano. No se lo digan a nadie, pero con esa garrocha, desde Morón, Villalón acosa y derriba los topicazos de los clichés que imponen los gurús literarios de la progresía.

 

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio