Como aquel de la sevillana rociera que se quedó frío viendo beber a los bueyes al pasar el Quema, yo me quedé ayer helado cuando leí la encuesta del ABC y supe que para muchos españoles el principal problema no es el paro, ni la crisis, ni el terrorismo, ni la inseguridad ciudadana, sino...¡el Gobierno! Porque no somos astronautas y no vamos en una nave, sino camino de la ruina y de que venga la Merkel a rescatarnos. Si no, teníamos que mandar un S.O.S. a la base:

—¡Houston, Houston, tenemos un Gobierno!

Tenemos un Gobierno que vaya tela. ¡Vaya tela lo que nos dejaron las mochilas de Atocha! Tenemos un Gobierno que es en sí un problema. Lo que estamos sufriendo, la que tenemos en todo lo alto, eso que los tertulianos llaman «con la que está cayendo» no es la crisis, no es el paro: es el Gobierno. Invito a los tertulianos, ora en su versión de AM y FM, ora en esa radio televisada a la que llaman debate y que es una colección de solemnes bustos parlantes en una mesa la mar de larga y muy de diseño, y que ha debido de costar carísima, los invito, decía, a que corrijan su remoquete. En vez de «con la que está cayendo» deben decir con mayor propiedad «con la que nos ha caído» con este Gobierno que tenemos como principal problema. Y lo que ahora han detectado los encuestados es lo que ya han quincado hace mucho tiempo en Europa, donde no ven TVE. No creo que haya otro caso en la Historia de un presidente de turno a quien la propia Unión Europea le tenga que leer la cartilla, que meter las cabras en el corral, que castigarlo sin postre y que decirle cómo tiene que hacer los deberes. Qué vergüenza, después de tanto ronear en enero de presidencia europea. ¡Toma presidencia europea! Porque no tengo ningún viaje a la vista a Alemania, pero a mí me daría alipori ir por Europa diciendo que soy español, que soy de la nación presidida por la manta de incompetentes, que nos han creado este problema del Agujero del Estado.

Insisto que la que nos ha caído encima no es la crisis, sino el resultado desastroso del parcheo de las improvisaciones con que estos tiparracos hace dos años que están tirando el dinero que no teníamos para solucionar la crisis que negaban y no saben cómo atajar. Cada vez que salgo a la calle y veo mi acera, que pusieron de dulce con el Plan E (y que no hacía falta ninguna reformar, porque estaba divinamente), compruebo que la culpa de que Europa tenga que venir ahora para tapar el agujero negrísimo de nuestra deuda la tiene la esquina de mi calle. Y la esquina de su calle, oh lector. Las esquinas de España, con estos insensatos jugando a las cuatro esquinas. Se gastaron sin ton ni son tales millonadas en las esquinas de España que ahora estamos pregonados por las esquinas de Europa. Europa le ha mandado a ZP el cobrador del frac para pedirle todo lo que ha derrochado en su esquina de usted, en la de su cuñada y en la mía.

Y lo que Europa conocía, que nuestro problema no era otro que el Gobierno, ya lo van sabiendo los españoles. No hay que convocar huelga general alguna: las que hay que convocar aquí son elecciones. Día que pasa es día que estos incompetentes hacen más gordo el agujero negro de la deuda. Siguen tirando el dinero que no tienen. De nada sirve que anuncien la reforma laboral. Mejor que anunciaran las urnas. «¡Houston, Houston, tenemos un problema, digo, tenemos un Gobierno!»