ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Jerarquía de Movilidad, ojú

Las escopetas las carga el diablo y las palabras, la ideología dominante o la moda. Las palabras se ponen de moda como el largo de las faldas de las señoras o el número de botones de las chaquetas de los caballeros. Y se quedan antiguas. Pondré un ejemplo. Ya nadie dice aquel remoquete de «a nivel de» que no se les caía de la boca a los iletrados que creían que, usándolo, pasaban por cultísimos. Ahora se lleva mucho decir «calado» para referirse a la importancia de un asunto y «recorrido» para estimar su permanencia en el tiempo. Escuchen a los políticos o a los tertulianos. Parece que más que de asuntos del gobierno están hablando de trenes de la Renfe, pues hay temas «de largo recorrido» y otros de «corto recorrido». Asuntillos de cercanías, vamos... Las palabras tienen colores. Hay palabras rojas, como «compañero» o «camarada». Y palabras azul fascista, como «ademán», «servicio» o «luceros». O «jerarquía». No recuerdo una palabra que podamos identificar más con Falange Española y con el Movimiento Nacional que «jerarquía». Los textos de José Antonio Primo de Rivera y, si quieren, hasta los de Dionisio Ridruejo están llenos de la palabra «jerarquía». Así, «Jerarquía», se llamaba la Revista Negra de Falange, el órgano oficial de su intelectualidad, que sirvió para difundir y promover los valores con los que el Partido Único de la dictadura pretendía construir un Nuevo Estado, una nueva moral y una nueva estética. Facherío puro, vamos.

Jerarquías llamaban a las autoridades del régimen de Franco. Si leen ejemplares de los años 40 y 50 en la Hemeroteca Virtual de ABC, verán que todas las informaciones locales hablan siempre de las jerarquías que asisten a los actos, y dan como listas telefónicas, pesadísimas, de todas ellas, rematadas con el remoquete: «Y otras jerarquías del Movimiento». Jerarquía era el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, pero también era jerarquía el alcalde de Badolatosa. En Badolatosa, pero jerarquía.

A los que nos llevamos nuestros sofocones, nuestros disgustos y nuestras noches en los calabozos de la Brigada Social en La Gavidia por defender el régimen de libertades que nos devolvió Su Majestad el Rey, la palabra «jerarquía» nos suena, pues, fatal. Nos trae muy malos recuerdos. Nos suena a lo que nos suena: a totalitarismo, a partido único, a dictadura, a negación de las libertades, a Tribunal de Orden Público, a lápiz rojo de la censura y a los garbanzos bailando en agua que daban de rancho en los calabozos de La Gavidia.

Pero como las palabras las carga la ideología dominante, y la ideología comunista que domina el Ayuntamiento es tan totalitaria como la falangista, si no más, no me extraña que, en su política de seguir cargándose el centro, el tío de la pipa haya utilizado, lagarto, lagarto, la palabra «jerarquía». Quiere cerrar a la circulación el 75 por ciento de las calles de Sevilla de acuerdo con «una jerarquía de movilidad», con preferencia para el peatón, las bicicletas y el transporte público, y a los coches particulares que les vayan dando. «Jerarquía de Movilidad»: ojú. Diciéndolo el totalitario que lo dice, «Jerarquía de Movilidad» me suena a «Jerarquía del Movimiento». Igualito. Al fin y al cabo, la Movilidad es el Movimiento Nacional de estos jerarcas totalitarios que, como Hitler, llegaron al poder a través de las urnas. Pero con sólo 25.772 votos.

 

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio