ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Para Madrid no hay mariscada

Perdonen que me ponga pesado con mi recurrente tesis: de poco nos ha valido lo que costó conseguir la autonomía y poco nos luce el pelo del dinero público que derrochan en ella, si a muchísimos efectos Madrid sigue siendo Madrid y el centralismo no ha terminado ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo cultural, y mucho menos en lo informativo. Lo digo por la Mariscada de la Poca Vergüenza y lo digo por el Romeo de Palma del Río que dimitió por amor... cuando lo cogieron con el carrito del helado. ¿Cuál ha sido la repercusión nacional de esos dos escandalazos? Ninguna. ¿Qué ha venido de ellos en los periódicos nacionales, qué han dicho las grandes cadenas de radio? Nada. ¿Porque eran dos asuntos de la izquierda? Bueno, en parte, pero más que nada porque eran dos asuntos andaluces. El centralismo sigue existiendo, y desprecia a Andalucía. Pero si hay un escandalito de nada en Madrid o islas adyacentes, lo tenemos hasta en la sopa. Todo el mundo sabe que en Madrid el PSOE está en Ferraz y el PP en la calle Génova. Y hablan de la calle Génova como si fuera la de Los Remedios, y de Ferraz como si fuera una bocacalle de Sierpes. Y hagan la siguiente prueba del algodón para que vean la dictadura del centralismo, a pesar del derroche de la autonomía: ¿usted sabe en qué calle está la sede principal del PSOE en Sevilla, vamos, dónde el Ferraz a la sevillana? ¿Y dónde se reúnen los barandas del PP, dónde Génova a la sevillana? Bueno, pues hasta sabemos que en Génova, los lunes, hay maitines, mientras que en esa sede del PP de Sevilla que ni siquiera sabe la gente dónde está desconocemos si los lunes hay espinacas con garbanzos o, como siempre, peleas de perros.
Echen a volar la imaginación. Supongan que al número 2 del PSOE nacional, a Pepiño Blanco, le descubren que a una empresita de su señora esposa la ponían alicatada hasta el techo de subvenciones, mamelas, mamandurrias y mangoletas de la Barqueta. ¿Se imaginan la que habría liada en toda España, la repercusión que tendría ese asunto, lo que largarían los tertulianos de la pomada? Pues en Andalucía, señores, ha ocurrido eso no con uno de tantos que fueron directamente del fracaso escolar al coche oficial, sino nada menos que con el número 2 de Griñán en el PSOE. ¿Y usted ha oído a algún tertuliano de Madrisssss, por muy de derechas que sea, comentar algo de las subvenciones empresa de la esposa del Pepiño Blanco de aquí? ¿A que no?
Centralismo se llama esa figura. Como centralismo es que la foto de la Mariscada de la Poca Vergüenza no haya ido más allá de Carmona, que nadie de Madrid la haya comentado, y en el mismo día además en que moría Marcelino Camacho, ejemplo de la vieja austeridad comunista de la hoz y el martillo sustituidos por el langostino y la butaca. Con la de días que hay en el año, el que fue a elegir para morirse el bueno de Marcelino... Pero como el centralismo es el centralismo, por toda España salió el gorigori civil por Marcelino Camacho en la Puerta de Alcalá (donde el PCE colgó durante la guerra el retrato de Stalin por cierto), no el otro camarada de la mariscada poniéndose púo de langosta con cargo a su cargo. Por el contrario, cuando estornuda el alcalde de Getafe, los medios de comunicación nos echan sus miasmas en nuestra sopa aquí en Sevilla...
El Ave es el mejor símbolo de todo esto. ¿De qué nos ha servido la carísima autonomía, si el Ave va lleno de gente que a pesar del 151 sigue teniendo que ir a solucionar su vida o a buscársela en Madrid?

 

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