ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Nuevos marqueses

Pues si al final nos salva de la ruina y nos devuelve el esplendor de gloria de otros días, el Rey tendrá que darle también un título a Angela Merkel, en plan Vicente del Bosque o en plan Vargas Llosa, por los servicios prestados al Reino de España. Que anda que también se han partido la cabeza a la hora de decir al Rey qué nombre querían para su título. Quizá sepan que el Rey, cuando concede una merced nobiliaria, pregunta al nuevo cabeza de estirpe qué título le gusta. Cuando los títulos se daban en las guerras contra los moros, no había duda: si tú conquistabas Santisteban, eras Duque de Santisteban; y si ganabas Salvatierra, Marqués de Salvatierra, con el señorío jurisdiccional correspondiente. O si la guerra era contra los carlistas y conquistabas Estella, pues eras Marqués de Estella, ya sin jurisdicción sobre sus tierras. Los nobles solo reciben ya lo que ahora se llama patrimonio inmaterial: un título con el nombre de una ciudad, de una villa, de una gesta.

Por eso Don Juan Carlos le pregunta a los que reciben la que se llamaba antiguamente Gracia Real de qué quieren ser duques o marqueses. Se lo preguntó al editor José Manuel Lara Hernández, a Lara padre. Como se acordaba siempre de su tierra natal, de El Pedroso, y hasta tenía colocado a medio pueblo en Planeta, Lara no dudó en pedir ser Marqués del Pedroso. Pero el título estaba repe: ya lo tenía una familia desde 1690. Por lo que lo hicieron marqués de su pueblo, pero con la coletilla del apellido, para que no hubiera dudas: Marqués del Pedroso de Lara.

En las respuestas al Rey de los nobles «in pectore» hay cosas muy divertidas, como el título que Don Juan Carlos concedió a Leopoldo Calvo Sotelo por sus servicios a España en la Presidencia del Gobierno. Calvo Sotelo pidió un título totalmente de Instituto Hidrográfico: Marqués de la Ría de Ribadeo, en la tradición contemporánea de pasar los títulos de las tierras a las aguas. Títulos marítimos o hidrológicos, como Conde de Guadalhorce. O el título tan agropecuario que llevaba el actor y director teatral Luis Escobar: Marqués de las Marismas del Guadalquivir. Completamente ICONA. Por no hablar del empresario gallego al que Franco creó Conde de las Fuerzas Eléctricas del Noroeste de España Sociedad Anónima, que eso es Conde de Fenosa. Algo así como si a mi amigo Jaime Ybarra le diera el Rey el título de Marqués de Sevillana-Endesa o a Isidoro Álvarez lo hiciera Marqués de El Corte Inglés con puerta de salida al Duque.

Estoy encantado con que Vargas Llosa y Vicente del Bosque pasen a honrar las páginas del Elenco de Grandezas y Títulos Nobiliarios. Pero me han decepcionado con los títulos que han elegido: sus propios apellidos. ¡Qué falta de imaginación! A Del Bosque le pegaba más haber sido Marqués del Balón, o Marqués de la Roja, o Marqués de Sudáfrica, donde fue su heroica gesta en la mayor ocasión que vieron los siglos para la selección española. Peor es lo de Varguitas. Su demostrada capacidad de ficción, que tantos personajes creó, no ha sido capaz de imaginar un título literario, ¿qué digo yo?, como Marqués de Arequipa o Marqués de la Casa Verde. O Marqués del Acho, por su probada defensa de los toros.

Aunque sospecho por dónde van. Del Bosque y Vargas no quieren que sus títulos, como tantos, acaben sonando a etiqueta de vino, como Marqués de Murrieta, Marqués de Riscal o Marqués de Cáceres. El Marqués del Bosque no es blanco ni tinto ni tiene más color que La Roja.

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio