¿Me lo parece a mí o usted también lo ha observado? ¿Usted no se ha dado cuenta de que prácticamente han desaparecido de la circulación los teléfonos móviles con teclitas para marcar los números, y que en muy pocos meses casi todos se han vuelto aparatos inteligentes, de los que usan pasando el dedo por la pantalla táctil y a dedazos se hace todo? Hasta la Blackberry, que era lo más avanzado, dicen que está ya pasada de moda. Que lo más moderno que se despacha es el Iphone de Apple, que ha dejado anticuados a los otros modelos de Samsung, de Nokia y de lo que le echen.
¿Y lo rápido que escriben los niños y los chavales los mensajes con estos aparatos, cuando a nosotros nos cuestan un calvario, venga a equivocarnos al darle a la tecla? Admiro a Ignacio Camacho, aparte de lo bien que escribe, por su habilidad y pericia con estos tecnológicos y punteros avíos de escribir. Soy incapaz, como él, de hacer viguerías con un teclado de lentejitas como el que tenía en su Blackberry, con el que en un momento de apuro hasta llegó a escribir enterito su artículo diario del ABC. Por incompetencia propia, admiro a quien tiene tanta destreza tecleando mensajes, como la editora Rosa G. Perea, que maneja las referidas lentejitas con la soltura y habilidad de una chavala de 15 años. Y nada digo de Patricia Rato, que es la más prolífica redactora de mensajes por el móvil que hay no sólo en Sevilla, sino en todo el orbe católico. De los 140 caracteres del Twittet, nada: el mensaje más corto que te pone Patricia Rato es bastante más largo que un capítulo del Quijote.
En la carrera en pelo de la velocidad que traen las nuevas tecnologías y sus archiperres, todo esto significa que va a ser horroroso el aluvión de mensajes de Felices Pascuas por el teléfono móvil que nos espera esta Nochebuena. Si tiene usted un teléfono inteligente de los de pasar el dedo, prepárese a recibir mensajes por la aplicación WhatsApp. Más que Felices Pascuas, hogaño serán Felices WhatsApps.
Resultado de la crisis. Esto va tan ligero que los mensajes por SMS han quedado tan anticuados como los christmas por correo. Postal, como hay que apellidar a Correos de toda la vida. Si tienes con Movistar tarifa de Internet, Telefónica hasta te da gratis los SMS, que antes eran de paganini. Nochebuena y Nochevieja eran las dos fechas de grandes negocios de Telefónica. SMS de Feliz Navidad que se ponía era dinero para la buchaca de Alierta. Ya no. Ya Telefónica te da los SMS gratis si tienes tarifa de Internet. Pero nadie pone SMS aunque la tenga. Todo el mundo se ha pasado al Gañote Telefónico de las Nuevas Tecnologías, a las aplicaciones de hablar y poner mensajes de gorra, sin pagar un duro. El Igañoting del Iphone: que si Viber, que si Skype, que si Tango. Pero sobre todo, WhatsApp, que en andaluz se pronuncia Guasa. Y que la tiene, sobre todo para Telefónica, que no ve un duro.
Hoy echarán humo los móviles con los mensajes. Por si fueran pocos el e-mail, el Facebook, el Twitter y los SMS, hoy será la gran noche de los WhatsApp de gañote, gratis total. Prepárense para recibir textos de felicitación desde teléfonos que no conoce y no tiene en su agenda, desde los que el tío, encima, te manda unas Felices Pascuas sin firmar, con lo que no sabes quién puñetas es. Prepárense para recibir iconos de arbolitos y de Papás Noeles. Y archivos adjuntos, como el vídeo que está haciendo furor, el Perro sin Botas que te dice por el WhatsApp con un acento andaluz como El Gato con Botas de Antonio Banderas: "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo. Que tengáis Felices Fiestas, que lo paséis mú bien y gastéis mú poco". Lo mismo les digo, pero sin WhatsApp y sin guasa.