Cada jueves
primero de mes me gusta empaparme la revista "Pasión en
Sevilla" que viene con ABC. A la que concedo muchísimo
mérito. ¿Saben por qué? Hombre, porque no tiene mérito
alguno hablar del muñidor de La Mortaja en Cuaresma. Lo que
tiene mérito es hablar de cofradías en mayo, en junio, en
julio y en etcétera, como hace la revista que dirige mi
ilustre y fervoroso colega Micer Francisco Robles. Y en su
último número, que es ya el 47 (47 meses nada menos dale que
te pego a "las vivencias cofrades"), viene un documentado
informe de Esteban Romera que me ha preocupado tela. Es su
estudio "La música en la Semana Santa de 2012",
pormenorizado y riguroso. A favor de querencia de lo que nos
gusta a los sevillanos un tambor y una corneta, Esteban
Romera analiza y comenta las bandas que han tocado en esta
Semana Santa. Hasta aquí, todo digno de elogio. Pero
acompaña al trabajo un cuadrante a doble página que da pavor
y terror: "Nuevas composiciones musicales por estilos". ¡Qué
barbaridad! ¡Qué nombres más cursis tienen las nuevas
marchas! No sólo muchas son estrictamente friquis, sino
flamenqueo puro, como dice el presidente del Consejo, el
único Arenas que aquí gobierna sin necesidad de tener que
ganar las elecciones por mayoría absoluta y sin bicefalia en
San Gregorio...
-- Eso de "Bicefalia en San Gregorio" ¿qué es? ¿Acaso el
título de una de estas marchas nuevas del cuadrante de
Romera?
Por allí jumea, Benjumea. Así de rebuscados son los títulos
de las marchas. A Sevilla le va la marcha de estas
degradaciones friquis cofradieras. El problema que tengo al
leer los títulos de las nuevas marchas procesionales es que
no sé si reírme o llorar. Muchos parecen puestos de
cachondeo por enemigos laicistas de la Semana Santa. Verán,
verán qué nombrecitos:
"Tu Misericordia por Sevilla", "Arriba el Hijo de Dios",
"Hermanos de Sangre", "La Voz Rota"...
-- Pero esto de "Hermanos de sangre" y "La voz rota", ¿qué
son, usted? ¿Marchas de Semana Santa o películas que están
poniendo en el Alameda Multicines?
No, marchas, querido lector, marchas. Y hay más. Una se
llama "Cuando me aleje de Ti", que es enteramente título de
bolero. O "Amargura en tu regazo" (que parece una nana), "El
arrabal" (que suena a tango argentino), "Pasión por mi
tierra" (que parece un anuncio de la Cruzcampo), "Errante"
(¡toma ya!), "Al mejor de los nacidos", "Pasión por Huelva"
(como "Nerva", pero a lo divino), "El alma de Triana"
(película de "Cine de barrio", con Carmen Sevilla), "De tus
trabajaderas Cautivo", "Sangre en tu Rostro" (que es de
Traumatología total), "Prendido en Getsemaní", "Orando al
cielo de Triana", "Mirad y ved" (completamente Visionlab),
"Y nació en Triana" (otra peli de "Cine de barrio", ésta con
Sara Montiel), "Tras el Amor" (otro bolero)... y no sigo
porque me entra la risa tonta.
Cuando don Antonio Pantión tituló como "Tus Dolores son mis
Penas" su segunda marcha dedicada a Las Penas de San
Vicente, y nos la tocaba en el armonium de la misa diaria de
Portaceli durante la Cuaresma, me pareció una cursilería.
Pero ese título de Pantión, al lado de los que enumera
Romera, es comedido, no esta cuesta abajo friqui de una
Semana Santa degradada, masificada y sacada de quicio y de
canon, con siete mil músicos disfrazados de militares de
opereta en cada banda y los de Las Cigarreras, en negro
nueva cocina, de camareros de El Bulli. Ah, y la mejor
marcha de todas: una que se titula "Recuerdos de Arahal". ¿A
que nos vamos a meter en carretera por los pueblos? ¿A que
va a ser verdad esa marcha que dicen los guasones que tocan
mucho y que se llama "Atasco en la calle Torneo"?
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