Sevilla
ayer parecía la barbería de Manolo Melado: todo el mundo con
la tijera en la mano, diciendo dónde hay que recortar en vez
de donde lo ha hecho Rajoy, o quien se lo haya ordenado a
Rajoy. A Alemania ya sólo le falta mandarnos tropas de
ocupación, como quería enviarnos Hitler. Porque el Banco de
España, el Ministerio de Hacienda e incluso la Presidencia
del Gobierno ya los tienen ocupado los antiguos nazis (que
dudo que hayan dejarlo de serlo. Hay tres clases de
alemanes: los que son nazis y lo dicen; los que son nazis y
no lo dicen; y los que son nazis y no lo saben).
Ayer los teléfonos de las asesorías fiscales y laborales
echaban humo. Todo el mundo preguntaba a su asesor lo mismo:
-- ¿Cuándo tengo que aplicar el nuevo IVA del 21 por ciento
en las facturas que no me van a pagar ni quemados?
Y nadie sabía contestar. Uno de los secretos mejor guardados
de España es saber cuándo va a aplicarse el aumento del IVA:
si el lunes, si el martes, si el 1º de agosto, si a
comienzos de año. Si lío se ha armado en las farmacias de
ordenadores colgados con el copago, no le arriendo las
ganancias a los comerciantes: tener que remarcar todas las
existencias con el nuevo IVA. Y, además, en plenas rebajas.
El que lo ha entendido ha sido Amancio Ortega, que ha dicho
que Zara nos convida a aumento de IVA, que ellos asumen el 3
por ciento de aumento. Habrá echado las cuentas: las horas
extras que iban a tener que echar las dependientas en las
tiendas de Zara de toda España remarcando los artículos le
iba a salir bastante más caro.
Y todo el mundo diciendo dónde hay que recortar y lo mal que
han recortado, que al pulpo de las grandes fortunas, ni
reñirle... Yo no voy a ser menos que toda Sevilla ayer. Yo
también digo dónde recortaría.
Yo recortaría, pero ahora mismo, los sueldos vitalicios a
los ex presidentes del Gobierno, las mamelas que les damos
de oficina, secretaría y coche oficial. Después de liar la
que ha liado en nuestra economía, ¿cómo le estamos pagando
más de 6.000 euros al mes a Zapatero? ¡Que se lo paguen sus
amiguitos los artistas ricos cejudos, que sí que tienen
dinero!
Yo recortaría todo el frondoso aparato burocrático del
Estado para hacerlo una palabra que se lleva mucho:
sostenible. Porque el Estado de las Autonomías es para
países ricos. En un país pobre y tieso como España, no hay
quien lo sostenga.
Yo recortaría el número de diputados. Con 100 de ellos
bastaba, y así era mucho más fácil, además, sacar las
cuentas de los porcentajes de votos.
Yo recortaría, suprimiéndolas, las diputaciones. Del tirón.
En Asturias, La Rioja o Madrid, autonomías uniprovinciales,
no hay diputaciones y no se hunde el mundo.
Yo recortaría el Senado. Pero enterito, con pinganillos de
traducción del vascuence al bable y todo.
Yo recortaría las televisiones autonómicas. O por lo menos
sus segundas cadenas.
Yo recortaría uno de los dos grandes sindicatos. ¿No van
Comisiones y UGT juntos y de la manita a todo? Pues o sobra
Comisiones o sobra UGT, si son de hecho lo mismo. Y no les
recortaba la mangoleta de la subvención en un 20 por ciento,
sino en un 100 por 100. El que quiera sindicato, que lo
pague con su cuota. --
Yo recortaría a los políticos, que tienen que dirigir la
economía sin tener ni zorra idea. Haría un descaste de
políticos como en los cotos se hacen descastes de conejos.
Yo recortaría la presencia de nuestras gloriosas tropas en
sitios lejanísimos donde no se nos ha perdido absolutamente
nada; donde dicen que estamos en misiones de paz, pero donde
se hartan de matarnos y herirnos soldados. Pero eso es tan
absurdo y tan costoso, que cogeré la tijera de lo militar
otro día, tras llevarla al afilaooooooooó, niña, el
afilaooooooooó.
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