Yo creía que con el comienzo de
curso, con los niños en los colegios y Rajoy
entrevistado en el gineceo de TVE por Ignacio Camacho
entre todas las mujeres, íbamos a dejar de hablar de la
serpiente de verano del Monstruo del Lago Ness de
Moratalla; esto es, del estrafalario y extravagante
alcalde de Marinaleda. Ayuntamiento digno de estudio,
porque funciona divinamente sin alcalde. Si el del
sombrero vueltiao colombiano (carísimo) cuando no está
desvalijando mercadonas y maltratando a sus cajeras está
invadiendo hoteles históricos; y si cuando no está
ocupando un banco está metido en carretera como jefe de
la Columna Mangada con el magáfono en la mano adornada
con más pulseras mariconas que Miguel de Molina, y con
los adidas carísimos, y con la estola palestina de
diseño, y no aparece en todo el verano por la alcaldía,
¿quién hace de alcalde en Marinaleda? ¿Han llevado acaso
el empacho indigesto de anarquismo trasnochado y
caducado tan lejos que aquello funciona sin alcalde?
Yo le hacía la prueba del silencio a este tío que quiere
ser Gandhi y se ha quedado en gandinga de "la revolución
pendiente" (como José Antonio Girón, pero en comunista,
fósil del Muro de Berlín). Si todos los periódicos,
emisoras y televisiones se comprometieran a no dar una
sola línea, palabra o imagen de este Charlot con hoz y
martillo, sus demagógicas algaradas veraniegas duraban
cinco minutos. Es un enfermo de ansias de notoriedad, en
plan Belén Esteban o Rosa Benito: todo lo hace de cara a
los medios, para ganar audiencia. Si se silenciaran sus
patochadas y no le dieran altavoz, verían cómo
inmediatamente dejaba de montar el numerito
exhibicionista.
En la fantochada demagógica, miren ustedes cómo cuando
la Columna Mangada llegó a Sevilla pasó de largo por San
Telmo y no protestó ante la Junta de los ERE, del chófer
de la cocaína, del despido de profesores y de la
petición de rescate, que es la que tiene esto así, aquí
quien manda es Griñán, el socio del partido de este tío,
no Rajoy. No protestaron porque este tío, quiera que no,
cobra como diputado del partido que gobierna en
Andalucía en coalición con Griñán. Vamos, que forma
parte del sistema, del aparato del partido gracias al
cual gobierna Griñán, que no ganó las elecciones,
recuerdo que quien las ganó fue Javier Arenas, aunque
las perdiera porque el PP tiene que correr los 100
metros libres a pie cojito si quiere alcanzar el poder.
Por eso la consejera de Fomento y Vivienda, otra
antisistema que cobra del sistema, una señora que se
llama Elena Cortés, a la que no conoce absolutamente
nadie y que es de IU, del mismo partido que el caricato
revolucionario, ha salido en su defensa y justificado
sus robos. Esta señora, como los antiguos confesores
decían a las beatas qué era pecado y qué no, ha
sentenciado por su cuenta lo que es robo y lo que no es,
poniendo un chiringuito de Código Penal para exculpar al
chuflón disfrazado de colombiano: "Llevarse 200 euros en
comida de un comercio no es robar". ¿Esto no es
incitación al delito? La tía hasta pone la cantidad que
se puede robar impunemente: 200 euros, ni uno más ni uno
menos. ¿Con IVA o sin IVA, carnes mías?, hay que
preguntarle a doña Elena Cortés. ¿Pero quién es esta
señora, que es un cargo público (aunque parezca
increíble), una autoridad (aunque parezca mentira), para
incitar al saqueo impune de hipercores, carrefures y
mercadonas de forma tan lamentable, y sentenciar lo que
es robar y lo que no lo es? Tendremos que preguntarnos
en plan Catecismo Ripalda: ¿qué cosa es robar? Si no es
llevarse por la cara los carros del Mercadona, ¿qué es
entonces robar? A lo mejor robar es llevarse a casa
todos los meses tan ricamente el sueldo de Consejera de
Fomento de la Junta, en una Andalucía que a pesar de los
más de treinta años de gobernación sociata (y ahora
social-comunista) tiene la mayor tasa de paro de España.