Si ayer me
acordaba de Puerto Rico, hoy pongo la cejilla por Cádiz,
que, total, viene a ser lo mismo: de ida y vuelta. Dicen que
Cádiz va a celebrar una Cumbre, y felicito por adelantado a
esa alcaldesa que muchos andaluces quisiéramos tener en
nuestra propia ciudad, a la montañesa Teófila Martínez,
porque seguro que tiene a la Tacita más de Plata que nunca,
que ya es decir. A mí no me sorprende que Cádiz sea sede de
una Cumbre. Cádiz todos los años tiene una cumbre: la del
humor popular del Carnaval, que es la cumbre de la gracia,
el ingenio cumbre.
Como la Semana Santa cae este año baja y, por tanto, el
Miércoles de Ceniza, este año el Carnaval es tempranísimo.
El 13 de enero, con los polvorones todavía pegados al cielo
de la boca, el cielo del paraíso del Teatro Falla que pintó
Abárzuza escuchará las primeras coplas de las agrupaciones
en la fase clasificatoria. Y el 8 de febrero, es decir,
veinte días antes del Día de Andalucía, será la final que
todos los años le pone el "share" a reventar a Canal Sur
Televisión.
Antes de que las coplas suenen, esas letras del tres por
cuatro que ya se están metiendo en los locales de ensayo,
Cádiz ya ha presentado su anual Catálogo de la Gracia, que
son los propios títulos de las chirigotas, comparsas, coros
y cuartetos inscritos en el concurso. De todas, yo me quedo,
como siempre, con la de mi compadre Antonio Martín. La
comparsa de este genio del Carnaval que hace 45 febreros que
está cantándole a Cádiz se llamará este año como su mismo
nombre indica, "La comparsa del Genio". Que llevará de
director a otro genio de la comparsilandia, al mítico Ángel
Zubiela. Pero voy al ingenio y la gracia de los títulos de
las agrupaciones. Las Pepis del Selu, las que le pasaban la
fregona al Oratorio de San Felipe Neri, serán este año "Las
verdades del banquero", con ene, banquero...y no se esperan
desahucios de su éxito. Los de Kike Remolino serán "Los
recortaos", este vez sin tijeritas. La chirigota de Sevilla
de los hermanos Alvarado, "Los que salieron huyendo por la
que está cayendo".
Paso de los nombres propios, del estrellerío del Carnaval,
para desarrollar mi tesis de que los propios títulos de las
agrupaciones, sean buenas o malas, ya son una cumbre del
humor. Vean, vean qué títulos con más ingenio: "Los Erasmus
pocos y parió la abuela", "Por culpa de los recortes nos
vemos con este porte", "Los recortables", "Ustedes estáis
fatá", "Ni Mourinho endereza a este niño", "Los que no se
jartan de choppe", "Los okupas de Casa Paka", "Haciendo el
camino con Santiago", "Un supercuarteto por tó el careto y
como te agaches...", "Aquellos maravillosos años-luz", "Lo
siento pisha, no tó er mundo puede ser de Cai", "Los chicos
yó yó", "Ve lavándote el culito que voy parriba", "La
verdadera historia de Jesulín después de Belén", "Las
Jennifer María de la Esperanza (esteticienes de confianza)",
"Los tirititrán, una empresa familiá","Robín del Bosque y
los demás de Ubrique"...
Y el Metacarnaval: el Carnaval dentro del Carnaval, donde
"El coro de Julio" no es el de Julio Pardo (que este año
saca "Los cabrones", cual el nombre que le puso la calle a
aquella chirigota de "Los últimos en enterarse") sino que es
mi querido Coro de la Viña. O el título de otro coro, en el
que colabora Antonio Martín y que nos recuerda al cuarteto
"La Boda del Siglo" de Agüillo que representaron El Peña, El
Masa y Los Scapachinis, que fue la cumbre hasta ahora
insuperada de este grotowskiano género que es como un
riquísimo teatro pobre: "Guais, plais, mais", que era lo que
le iba a hacer por las noches Carlos de Inglaterra a su
gordita Ladi Di. Vamos, que esta cumbre del humor en la que
ya se están metiendo cientos de letras a decenas de músicas
nuevas sí que es una Cumbre. Tan importante como el Cumbres
de Gredos.
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