ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Poetas de guardia

Cuenta la leyenda que en tiempos de Al Motamid un moro guasón puso con cisco picón en la Puerta Carmona un letrero que decía: "Esta es la ciudad de la confusión y el mal gobierno". Yo le pediría ahora prestado el cisco picón al moro, y tras el chorreón de oro molido de amistad que recibí en la caseta de Chicuelo 12 pondría en la portada de la Feria: "Esta es la Ciudad de la Amistad". El copeo en la Feria está siempre en el justo momento emocional de la "exaltación de la amistad", dentro de las fases lunares de la papa muy simpática. Y por esa ciudad de la amistad hay siempre poetas populares de guardia. En la Sevilla Real hay farmacias de guardia, médicos de guardia. En la Sevilla Efímera, poetas de guardia, mucho más desconocidos que los de la Semana Santa. La Feria tiene ya hasta capillitas y poetas populares. En esa áurea caseta que digo, un poeta de guardia que llegó del brazo de Curro Romero quiso leer unos versos que había escrito. No accedió a ello la presidencia. Me dio entonces el papel cuadriculado donde los llevaba manuscritos. ¡Qué hermosura de versos populares! Los titulaba el poeta de guardia "Pregonando en la Feria". Le dije: "No te preocupes, que tus versos los vas a leer desde el ABC". Miren cómo los lee ahora mismito:
"Vendo globos de colores,
vendo pitos y mantones,
turrón, nardos y alfajores,
vendo vino de Jerez,
aceitunas manzanilla,
el cante de una coplilla,
cuatro versos y un cuplé,
un clavel de señorito,
la foto de Joselito
o la jaca de un marqués,
un par de botos de Coria,
un sombrero cordobés,
un caballo de cartón,
las mulas de Cayetana,
un borrico garañón,
la caseta del Aero,
la corbata de un Domecq,
los ojos de una gitana,
el rosario de la aurora
o un beso de Doña Inés,
la matita de romero
con aromas de torero
que siempre tiene un por qué.
Te vendo el sol de Sevilla
envuelto en el ABC,
La Puebla jugando al toro
en medio del redondel,
bombillitas de colores,
el sueño de tus amores,
calesitas y algodones,
¿qué más se puede vender?
Se me olvidaba una cosa
que te quisiera ofrecer:
este cielo azul añil
que a Sevilla hace chiquilla
todos los meses de abril."

Me estaba leyendo los versos en la barra de la trastienda de los cabales. Y luego me recitó el poema que la acababa de hacer a Morante. Una octava real del Real, con riá pitá de Realito y la media verónica de un noveno verso. Tan hermosa era, por popular, que tomé el dorso del papel de su "Pregonando" y le dije: "Díctamela, que la voy a escribir". Me la fue dictando verso a verso. Dice así:

"La Puebla dice a Sevilla:
por la ausencia de Romero
no me llores tú, chiquilla,
yo tengo pá ti un torero,
siempre la pata p’alante
y el corazón encogío...
Que está soñando dormío
el capote que han mecío
las muñecas de Morante."

Óoooole. El poeta popular de guardia se llama Carlos Urquijo. Sí, el de los seis toros (o seis versos) de Urquijo, con los que Sevilla escribió un poema de arte mayor llamado Curro Romero.

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio