Lunes 31: Bando
de guerra
La orla con greca la
usó por vez primera el tiíllo del megáfono del Metro de
cartón-piedra y se ha institucionalizado para los bandos
municipales, lo cual suena a discurso de Chaves: "Queridos
bandos y bandas municipales". El alcalde ha echado un bando
bastante 1789 donde a los "sevillanos y sevillanas" nos
llama "ciudadanos y ciudadanas". ¿Qué es lo que dice
que vende con su bando? Pues algo nobilísimo y obvio: la paz.
¿Será por paz? La Paz nos gusta a los sevillanos hasta por el
Parque de noche, cuando el tío de la trompeta repite desde la
Delegación del Gobierno la horterada folklórica del "Nerva"
a lo divino de la cofradía del Porvenir. Espero que el bando del
alcalde no caiga en manos de Bush, aunque lo temo, porque aquí en
Sevilla abundan las almas caritativas que envían, anotados de
puño y letra, recortes de periódicos: "Mira lo que pone
aquí este tío de ti". Pues pone aquí Sánchez que solicita
"el cese fulminante de las acciones militares". Olé
ahí ese tío que va ahí dando arvejones a las palomas de la paz
del Salvador en ruinas. Lo malo es como caiga el bando en manos de
Bush, la preocupación que le va a entrar por cuerpo a ese hombre:
"Jefe, que el alcalde de Sevilla dice aquí que tiene usted
que cesar fulminantemente las acciones militares; hágale usted
caso, que este tío es capaz de mandarnos a la coalición de los
armaos de la Macarena y de los armaos del Santo Entierro, y se
puede ver la copla..." Bandos de guerra, ojú. ¡Qué mal
recuerdo con Queipo! Me asustan los bandos de guerra aunque sean a
favor de la paz.
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Domingo 30:
Cuando la lata es oro
¿Cuántos premios,
placas, medallas, estatuillas, metopas, pergaminos, bandejas
grabadas y fotografías encuadradas en marco de plata con
dedicatoria se entregan al día en Sevilla? Son las dos caras de
la ciudad barroca. Por una cara, la mezquindad en el
reconocimiento de méritos; por el otro, la excesiva generosidad
del honor a quien a veces no lo merece. Porque hay veces que el
oro de las medallas es oro del que cagó el moro. Y otras en que
la lata, la lata de hojalata, la lata de latero, la lata de leche
condensada, vale más que el oro. Es el caso de la distinción del
Jarrillo de Lata que otorga la tertulia cofradiera El Museíto.
Este año se lo han dado al fotógrafo Jesús Martín Cartaya, que
con su cámara es el cronista gráfico de las pequeñas grandes
cosas de Sevilla. Martín Cartaya se fija en los personajes,
escenarios, ritos, costumbres a los que, por habituales, no les
echamos cuenta. ¿Qué ocurre? Que luego se muere ese personaje
popular, derriban ese escenario urbano, desaparece ese rito, y no
queda en la ciudad más memoria que la fotografía que
oportunamente supo hacer Jesús Martín Cartaya y nadie más que
Jesús Martín Cartaya. Cofradías pasando por el sitio que hace
mucho ya no pasan, Vicentes con su canasto y guardias municipales
con su casco blanco nada más que pueden encontrarse ya en estos
"ubi sunt" de sus fotos: Ubi Sunt Martín Cartaya,
podíamos llamarle a la latina, al tiempo que proclamamos que hay
veces como la presente en que la hojalata de un jarrillo del
cántaro de una cuadrilla de los costaleros profesionales vale
más que todo el oro del mundo.
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Sábado 29:
Luismi
Se escribe Luis
Miguel Martín Rubio, pero se pronuncia Luismi. Fue delegado de
Seguridad en el Ayuntamiento de Soledad Becerril, que no sé si
recuerdan que una vez Soledad fue alcaldesa. Hasta sus adversarios
políticos reconocen que ha sido el mejor concejal de Policía
Municipal en todos los ayuntamientos de la democracia. Perdida por
el PP la alcaldía por culpa del pacto imposible y a pesar de la
mayoría de votos, a Luismi le largaron en el PP el mochuelo de
Agesa, Cartuja post-92. De momento puso a cero el agujero de que
dejaron allí los socialistas, quizá por aquello del rojo de los
números. Luismi puso en regadío de rentabilidad los kilómetros
y kilómetros cuadrados de edificios abandonados de la Expo e hizo
crecer la reutilización, la inversión y el empleo donde
florecía el jaramago. En La Cartuja funciona el más productivo
Parque Tecnológico de España, aunque nadie se lo reconozca.
Luismi es uno de esos incomprensibles lucros cesantes que tiene el
PP, que coloca a sus mejores gentes de Sevilla bien en Madrid,
bien en puestos administrativos y oscuros, aunque en su caso le
haya dado a Agesa la brillantez de la cuenta de resultados, a base
de trabajo y eficacia. Oyéndolo en el Foro Antares (sector
histórico) pensábamos en la torpeza del PP al situar a los suyos
que valen. Nada, nada, señores del PP: dejen ustedes para mejor
ocasión colocar a un gestor tan valioso como Luismi de candidato
a alcalde de Sevilla en vez del señor Reynaud que, sí, es un
caballero, en efecto. Pero la infantería de la política no está
como para dejarla en manos de quienes son sólo caballeros.
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Viernes 28:
Innovación gazpachera
Nada, que con la
digitalización del teletipo de las amapolas en forma de correo
electrónico, los lectores están dispuestos a darnos el jornal
ganado todos los días. Hoy otro lector nos da hecho este billete,
con un divertido comunicado: "Nos es grato informarle que en
la Avenida Ramón Carande, la que va desde Viapol hasta Cardenal
Bueno Montreal, cruzando Felipe II, o viniendo desde el Puente de
las Delicias, cuando pasas El Espigón, gambas a punta pala, y el
Galisport, haces un giro indirecto para Viapol, pues en esa calle,
un poco más hacia delante, encontraréis un cartelón indicando
dónde os tenéis que parar para tomaros el mejor gazpacho del
mundo, sin contar con el de vuestras madres para que no os
enfadéis, porque realmente hay madres que hacen una bazofia y doy
fe de ello. Pues esa gente es la que tiene que ir a comprar
gazpachito fresquito y que se dejen de rollo de industrial y tal,
porque repito que está mejor que cualquier casero, y aparte más
de uno se yo que os hartáis de caldos Maggi, Knorr, Don Simón y
demás, que eso sí que es fuchina concentrada, que sabe a
plástico fino. Espero que os deis el gustazo de probarlo, y si lo
lleváis a casa que no se enfaden vuestras madres-padres o
esposas-maridos, que no se trata de hacerles la competencia sino
de facilitarles la labor." Pues deseamos a esta innovación
tecnológica más suerte que a aquella Andaluza de Gazpachos S.A.
que pegó un barquinazo bastante importante cuando la Expo.
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Jueves 27: De
los nombres del café
Deberían
actualizarse periódicamente los títulos de la Ciudad, con los
que Sevilla presume de prosapia y de linaje como la marquesona
venida a menos que en realidad es. Junto a Muy Noble y Leal,
Invicta y Heroica, ahora le podríamos poner el de Muy Andamiada
Ciudad de Sevilla. O el de Muy Cafetera Ciudad de Sevilla, tras la
renovación de los votos perpetuos con el solo y el cortado, el de
Brasil y el de Kenia, que Sevilla está haciendo con tanto Café
de Indias y tanta cafetera franquicia por toda la ciudad. En
Sevilla debe de haber más establecimientos especializados en
café de Colombia que en Colombia misma. Aquí hemos inventado el
hallazgo expresivo de "uno de máquina", que se
sobreentiende que es un café descafeinado hecho con máquina, no
de sobrecito disuelto en la taza. En esta constante renovación
tecnológica e innovación emprendedora de los nombres del café a
la sevillana, un lector nos descubre ahora un hallazgo supremo en
uno de estos templos nuevos del café, llamado La Plantación, que
está en el cogollo de calles que antes se llamaban "La
ciudad sin ley": General Polavieja e islas adyacentes.
"En la lista de cafés --nos dice-- había una de esas
guasas que a usted le gusta anotar en el bloc de las menudeces
cotidianas de Sevilla: cortado, con leche, carajillo, bombón,
etc... y "desgraciao". Le pregunté al camarero:
"Oiga usted, ¿ qué es eso de un café "Desgraciao"?"
Y el camarero, con guasa, me dio la clave: "Pues, mire usted,
es un café descafeinado con leche desnatada y con sacarina...
¿Quiere usted más desgracia que tener que tomar el café
así?"
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Martes 25: La
Venta Pazos
Cumpliendo lo del
"carpe diem" y los "ubi sunt" que escribimos
aquí el otro día, aprovechamos la hora para apoyar públicamente
una iniciativa tan sanluqueña que ha sido promovida por un
alcalde que se llama Eustaquio. Llamándose uno Eustaquio no hay
que poner en el DNI que se es de Sanlúcar la Mayor. En la
Sanlúcar de San Eustaquio piden que le den la medalla del Trabajo
a Antonio Pazo, el de la Venta Pazo, y firmamos aquí para que se
la concedan. Antes de que por desidia y porque el hombre esté
harto de coles, la de Pazo pase a formar parte de la misma nómina
de ventas en trance de extinción que la Venta Pilín. Nos quedan
aún muchas ventas en los pueblos, y hay que reivindicarlas. Y
visitarlas, que es la mejor forma de apoyarlas. Hacer, por
ejemplo, el panegírico del arroz con perdiz de la Venta Pinichi
de Alcalá de los Panaderos. O el elogio de la Venta Pazo, en la
leyenda de que allí dejan el mejor pescado para freír los
camiones que vienen desde Huelva. Allí se pueden tomar, ahora que
empieza el tiempo, las mejores bocas de la Isla. Las mejores bocas
de la Isla no están ni en la Real Isla de León ni en Isla
Cristina: están en la Venta Pazos, todas así de grandes, aunque
esté feo el señalar, frescas, jugosas, como sabrosísimas pipas
de girasol de la mar. O se pueden tomar esos roscos fritos de los
postres, delicias sanluqueñas que Antonio Pazo descubre ante el
mundo. Y aparte de todo esto, el más auténtico museo taurino que
contemplarse puede en aquellas paredes cargadas de historia y de
recuerdo. Así que choque usted esos cinco, don Eustaquio, y
apúnteme usted en los pliegos de firmas para que le den la
medalla del Trabajo a don Antonio Pazos el de la Venta.
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Lunes 24: Defensa
del caballista
Lo decimos con
tiempo, en época de torrijas... y andamios, antes de que suenen
los primeros cascabeles de los nuevos ricos luciéndose si hay que
lucirse por Sevilla con los coches de caballos que le han comprado
a uno de Jerez que estaba más tieso que la lanza donde esos
tordos rodados van enganchados a la media potencia. El Club de
Enganches ha hecho una meritísima labor para la conservación de
los coches, y las colecciones que hay en Sevilla no tienen nada
que envidiar a las de Inglaterra: porque son mejores. Pero con la
moda social del coche y del enganche y con tanto nuevo rico como
hay pegando cochazos para que los vean, en la Feria se han cargado
por saturación de carruajes lo que era el paseo de coches y
caballistas. Ahora es el paseo de siete mil millones de coches y
media docena mal contada de caballistas. Sobran coches y faltan
caballos. Y lo mismo que antes el Club de Enganches promovió y
salvó la afición a los coches, y fijó y dio esplendor a ese
paseo mañanero que no empieza por lo menos hasta las 4 de la
tarde, ahora debería poner coto a tanto carruaje que no puede dar
un paso en las calles colapsadas, y potenciar la presencia del
caballista en la Feria. Como todo es moda e imitación a base de
millones de lo que hacía antes la grandeza, el día que la
Duquesa de Alba vuelva a pasear por la Feria elegantísima con su
traje de amazona y su caballo cartujano, verá usted cómo
entonces todos los nuevos ricos se ponen como los locos a buscar
caballos y trajes de amazonas para sus niñas, y a tomar viento lo
de presumir con las carretelas y los sociables. LA CRISIS DE LOS CABALLISTAS
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Domingo 23:
Tiendas de moda flamenca
Tantas hay que no
tiene que saber cuántas son ni el mismísimo don Emilio Carrillo,
el muy estadístico delegado municipal de Economía. Se empiezan a
contar, pero se pierde la cuenta. Nos referimos a las tiendas de
trajes de flamenca. ¿Cuántas se han abierto en Sevilla en los
últimos meses? Las tiendas de trajes de flamenca han sustituido a
aquellas de los vestidos de novia que se pusieron de moda hace
unos años, que Sevilla entera, y especialmente los alrededores
del Salvador y la calle Cuna, eran como una interminable pasarela
nupcial en sus escaparates. Ahora es lo mismo, pero de volantes. Y
como el nuestro es el único traje regional femenino cuya moda
cambia todos los años, en todas las tiendas de flamenca, la misma
moda de los trajes ajustadísimos que hogaño se llevan, que no
sabemos cómo las mujeres van a poder subirse a un coche de
caballos con esa estrechez de la falda. O cómo a algunas la
estrechez les ajustará espantosamente cartucheras y michelines,
por no decir los obesos panderos en sus tres estilos de traseros
jónicos, dóricos y corintios. Esto de la moda de un tipo de
establecimiento es tan clásico como los trajes de flamenca. En el
momento en que uno tiene éxito, ponen cientos del mismo tipo, con
lo que lo que era negocio deja inmediatamente de serlo. Cuando
había las tiendas de trajes de flamenca que tenía que haber,
sería un negocio; ahora, con este hartazgo, debe de ser la
clásica ruina.
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Sábado 22: La
cuarta ciudad
Trabajaba como
empleado de una firma sevillana en su profesión de innovaciones y
de aplicación de técnicas ya usadas por ahí. Sabíamos que
había montado su propia empresa en la misma especialidad de su
profesión, buscando nuevos horizontes y dado que el escalafón es
el escalafón y a veces en sociedades consolidadas y veteranas la
posibilidad de promoción personal es mínima, porque avanza con
velocidad de caracol. Lo hacíamos aquí en Sevilla con esta nueva
empresa, establecido en cualquier acristalado polígono de
oficinas y naves comerciales y a la caza de cuatro contratos de la
Junta, de la Diputación y del Ayuntamiento, como medio mundo, o
de Sevillana, de Cruzcampo y de Abengoa, como el otro medio.
Cuando nos lo encontramos la otra tarde en un acto nos sacó del
error de creerlo establecido empresarialmente aquí: "Sí, he
montado mi propia empresa, pero en Madrid. En Sevilla lo intenté,
pero tuve que trasladarla a Madrid. Aquí no hay campo para lo
mío. Porque Sevilla tiene encima una crisis que los que estáis
aquí, como os deslumbráis con los ingresos por turismo y las
subvenciones del dinero público, no la veis. Sevilla, que cuando
la Expo se convirtió de hecho en la tercera ciudad de España,
por delante de Valencia, ahora ya no puede ser ni la cuarta.
Aunque lo digan las estadísticas de población, cada vez hay que
poner más en duda que esto sea la cuarta ciudad española. Más
que de cuarta ciudad, esto cada día más es un tema de cuarta
pregunta, que es a lo que estamos, a la cuarta pregunta."
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Viernes 21:
Calentitos y churros
Dicen que el 3, como
el 7, es un número con magia. Pero por culpa del euro y del
cambio de las antiguas pesetas, ahora también tiene su magia el
6. O en el caso de aflojar el bolsillo, el 6, aparte de magia,
tiene morbo. Sobre todo cuando se trata de poner sobre la mesa un
6 seguido de los ceros que sea en forma de euros contantes y
sonantes para el pañuelo público que sus salvadores oficiales
están pasando para la restauración del Salvador. Después de
mucho mareo de la perdiz, ese arzobispo que sabe más de ruinas
inminentes que los técnicos de la Gerencia de Urbanismo y decreta
cierres cautelares por su cuenta y esa consejera de Cultura que es
la que más sabe de budismo han puesto cada uno 600.000 euros para
El Salvador, con cargo a los respectivos dineros ajenos que
manejan. Para que no se quiebren la cabeza ni busquen esa
calculadora de euros que cada vez usamos menos, les diremos que
600.000 euros son 100 millones de pesetas. Que no tienen el valor
de otro 6 mágico que aparece en la colecta: "Puesto de
calentitos del Postigo, 60 euros". Ole mi ilustrísima
señora Juana la Calentera, Medalla del Trabajo, eso sí que es
arte de Sevilla. Parece como la parábola del puesto de calentitos
que hubiera escrito el evangelista de la dorada esquina de un
canasto al cruzar el Arco un paso de misterio. Esos 60 euros que
la calentera del Postigo se ha sacado de la faltriquera valen más
que todos los caudales públicos. Y además, reivindicando con
orgullo nuestras palabras: "calentitos". Los churros
quedan, pues, en Palacio, en el Ayuntamiento, en la Consejería de
Cultura.
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Jueves 20:
El andamio, arquitectura efímera
Parece como si en
vista de que las cofradías cada vez estrenan menos cosas, la
ciudad se hubiera encampanado para que no se pierdan las buenas
costumbres. Este año el estreno más sonado de muchas hermandades
será el de andamio en el itinerario habitual. O el pasado a
hierro nuevo del viejo andamio, como dicen que van a hacer en la
calle Cuna, donde estaba el Bazar de los Reyes Magos, vulgo
Clínica de las Muñecas. Con la indolencia habitual de la ciudad,
no nos extrañaría que el andamio se institucionalizara, y fuera
tan tradicional en la Semana Santa como los palcos de la Plaza,
las barandas para el cruce de peatones por la carrera oficial o
las tarimas en los alcorques de los árboles de la Punta del
Diamante para que no queden cojas las sillas. No se olvide que el
andamio es una forma de arquitectura efímera como otra
cualquiera, en esta quevedesca ciudad donde sólo lo fugitivo
permanece y dura. Y como tal arquitectura efímera, podemos
integrar al andamio en la estética de la escenografía callejera
de la fiesta. Al andamio monumental del Bar Laredo ya le colocaron
una gran colgadura con las armas chicas de Sevilla. Eso es lo que
habría que hacer: colgar los andamios y poner en ellos la palma
nueva del Domingo de Ramos. Y la gente, igual que va el Domingo
por la mañana a San Juan de la Palma o a La Estrella, iría a ver
los andamios antes de que salgan las cofradías. Y los
comentaría: "¿El andamio de cajón de la calle Francos,
dices? No, el más bonito es el andamio juanmanuelino de Cuna, no
te lo pierdas, que lo han puesto clásico, clásico, clásico, con
las tuercas de pináculo y muy sobrio de cañizos..."
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Miércoles 19:
"Carpe diem" y "Ubi sunt"
El negocio con más
futuro en Sevilla siempre es el pasado. Un ejemplo: en plena
modernidad y progreso de Isla Mágica reconstruyeron murallas,
puertos de Indias y galeones para rentabilizar el pasado entre
tanta fibra óptica. En esta Cuaresma de andamios, todos evocan,
ay, las torrijas de Ochoa, tras el incendio de la confitería.
(Nosotros hemos sido unos afortunados, porque nos llegaron fieles
a la cita del Miércoles de Ceniza las torrijas de esa saga
confitera, artesanía sevillana del ya retirado maestro don Luis
Ochoa.) Los sevillanos, cuando pasan por el cajón de obras de
Ochoa por Sierpes o por Cerrajería, se acuerdan de las torrijas,
del letrerito del "Hoy es vigilia". Como nos acordaremos
el Domingo de Ramos de la rampa del Salvador, una cosa así.
Cuando ponían la rampa del Salvador no le dábamos importancia y
cuando estaban las torrijas en el mostrador de Ochoa, con el
"carmen" y las pastas de té, a lo mejor ni nos
acordábamos de entrar a tomarlas. El "carpe diem", el
gozo de la fortuna de la hora que estamos viviendo, es algo
inusual en Sevilla. Más del "carpe diem", Sevilla es la
ciudad de los "ubi sunt", de los "qué fue" y
de los "dónde está", y perdón por esta clase de
gramática latina y de la literatura clásica. Sevilla siempre
está quejándose con la copla del Pali de que ya no pasan
cigarreras por la calle San Fernando, pero cuando pasaban no les
echaban ni cuenta a las pobres cigarreras. Ni al pobre Pali, que
estaba más solo que la una empernacado en su silla de la calle
Aduana, leyendo el periódico con sus gafas de culo de vaso del
Bar Vicente.
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Martes 18:
Galería de alcaldes
En la galería de
alcaldes del Ayuntamiento de Málaga han colgado un cuadro del
inevitable Revello del Toro con el retrato de Celia Villalobos.
Ese cuadro nos trae una pregunta que no sabemos responder ni han
podido contestarla en los sitios donde hemos llamado para
comprobarlo: ¿existe galería de retratos de alcaldes en el
Ayuntamiento de Sevilla, del mismo modo que en el Rectorado está
esa galería de rectores donde Pérez Royo está perfectamente
vestido de Pérez Royo, no de rector? Sea cual fuere la respuesta
a nuestra pregunta, con el callejero en la mano comprobamos la
habitual mezquindad de Sevilla. Recientemente fue restituida la
memoria de alcaldes democráticos anteriores a la Guerra Civil,
como Isacio Contreras, Fernández de la Bandera o Hermoso Araujo.
Fueron dedicadas espléndidas vías a alcaldes de la democracia, a
los que, como a Juan Fernández, se les quedó nombre de avenida:
Avenida Alcalde Manuel del
Valle, Avenida Alcalde Luis Uruñuela. Esas calles, si mal no
recordamos, se las puso Soledad
Becerril estando de alcaldesa, con tanta generosidad como
justicia. No digo ya que en la galería de alcaldes, que a lo
mejor ni existe, vayan a poner un retrato de Soledad Becerril
pintada, un poner, por Carmen Laffón. La pregunta que voy a hacer
es tan tonta como todas las anteriores: si Uruñuela y Valle
tienen avenida en cuanto alcaldes de la democracia, ¿por qué no
la tiene Soledad Becerril, que además fue la primera mujer que
accedió a la alcaldía ? (Ah, claro, es por eso, por la
discriminación de la mujer...)
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Lunes 17:
Renovaciones de primavera
Nadie ha hablado
hasta ahora de los ritos de renovación de la primavera. No, no
son la renovación de las flores de los naranjos, la renovación
del vuelo de los vencejos y esos lirismos. Son renovaciones de
ventanilla. Cada primavera, Sevilla hace como una renovación de
sus votos perpetuos ante las correspondientes oficinas, que son:
la cola para sacar la licencia de la caseta de feria sin que se
pase el plazo; la cola para sacar el abono de los palcos de la
Plaza o de las sillas de la carrera oficial que se recibieron en
herencia, y la cola para renovar el abono de la plaza de los
toros. Los ordenadores y la informática han llegado a todas ellas
y a la última, al abono de los toros, han llegado también las
nuevas técnicas de publicidad exterior. Culpaban antes a la
empresa de que los carteles se anunciaban sólo en los puestos de
calentitos y las tabernas. ¿Ah, si? Pues toma técnicas de
comunicación social. Las banderolas con el cartel y el anuncio
del abono están colgadas de todas las farolas, como una ópera
del Maestranza, y en la estación de Santa Justa el cartelón
llega de rampa a rampa, para que quienes llegan en el Ave sepan
que vienen a la capital mundial del toro y del toreo. Otra cosa es
lo que pensará Carmen Laffón de su toro de su cartel. El cartel
taurino de Carmen Laffón era una obra más completa, rematada por
esa cabeza de toro que (nunca mejor dicho) han sacado de contexto
y han dejado en vieja estética taurina de Litografía Ortega,
Valencia. Hártese usted de pintar, doña Carmen Laffón, para que
cojan su cartel de usted, lo metan en el cajón de curas, le
afeiten la cabeza del toro, la mutilen y la cuelguen como si fuese
disecada en una cuartelada de la carne.
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Domingo 16:
Cristina y Matilde
Ha empezado el baile
electoral municipal. Bueno, en realidad no ha terminado. Es como
si siempre estuviéramos en periodo electoral, entre obras de
aparcamientos subterráneos y adjudicaciones de agujeros donde
enterrar un dinero público que aún no sabemos de dónde vamos a
sacar y hasta cuándo vamos a estar pagando. Léase Metro, claro.
También decimos que ha empezado el baile electoral municipal por
el baile propiamente dicho. Baile flamenco por más señas. Ole el
arte. En las últimas elecciones, Cristina
Hoyos, ejerciendo una opción cívica a la que como sevillana
tiene todo el derecho, ha figurado testimonialmente en la lista
del Partido Socialista. La última, para no salir de ninguna de
las maneras, pero ha figurado. Para no ser menos, los que no se
olvide que son los socios del PSOE en el Ayuntamiento y
corresponsables de sus errores, los del PA, se han buscado a otra
bailaora para cerrar también testimonialmente la lista. Y han
puesto la última a Matilde
Coral, ella Matilde Corrales González en el siglo de los
derechos cívicos. Si hubiese un Guinnes Book de las elecciones,
Sevilla figuraría como la única ciudad del mundo que lleva en
sus listas municipales a dos bailaoras flamencas. No dos bailaoras
cualesquiera: dos auténticas maestras del arte flamenco. Visto
perversamente, quien mire las listas electorales al revés y
comience a leerlas por el final, podrá preguntarse: "¿Pero
esto qué es? ¿Las elecciones municipales o el premio al Compás
del Cante?" Porque de compás y de arte están sobradas tanto
Cristina como Matilde. Más
sobre Cristina Hoyos en El RedCuadro
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Sábado 15:
Barbacid en Santa Justa
Ocho y media de la
tarde, recién anochecido en estos días cada vez hermosamente
más largos. Estación de Santa Justa. Llegada del Ave que salió
de Madrid a las 18 horas. Por esa rampa del Salvador en versión
civil y ferroviaria que es el acceso de salida, vienen subiendo
los viajeros que llegan. Entre ellos, un ilustre investigador
español, cerebro recobrado de las Universidades americanas, al
que el día menos pensado nos enteramos que le han dado el Nobel.
En la ola de desembarco del Ave, llega a Sevilla el profesor
Mariano Barbacid, director del Centro Nacional de Investigaciones
Oncológicas. Viene para dar una conferencia sobre Genómica
Funcional en La Cartuja. Y allí, en la llegada del Ave, mirando
quién viene rampa arriba, están los habituales paparazis al
aguardo de exclusivas, los unos con las cámaras de televisión y
los micrófonos, los otros con las máquinas de retratar. Pero
mantienen flashes y focos en su lugar descanso cuando pasa ante
ellos Mariano Barbacid. Ni los paparazis ni los otros viajeros que
con él vienen por la rampa saben que este señor, autoridad
científica mundial, es el que más está haciendo en España en
la investigación contra el cáncer. Mariano Barbacid se les va
vivo a todos. No hay quien se acerque a pedirle un autógrafo.
Piensen si, por el contrario, en el AVE de las 6 hubiera venido
Dinio o cualquier pelandusca de la antología de gentuza de
"Hotel Glamour": ¿se imaginan el revuelo de micrófonos
y cámaras que se hubiera armado en Santa Justa? Así nos va.
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Viernes 14: Los
fotógrafos de la escalerita
Se les ve durante
los días de Semana Santa, de cabo a rabo, de La Paz a La
Trinidad, en todos sitios y a todas horas, con su escalerita de
aluminio al hombro. Nadie les ha reconocido el mérito que tiene
eso de ir cargando con la dichosa escalerita, pateándose Sevilla
entera en el cochecito de San Fernando, de Triana a San Bernardo y
de San Gonzalo a La Calzada. Están a primera hora de la tarde,
con todo el sol, en la salida de la cofradía del barrio; plantan
su escalerita en la bulla, y, ¡zas!, se ponen a tirar fotos como
los locos entre los niños con los globos y el trompeterío de la
banda que abre marcha delante de la cruz de guía. Luego, a la
noche, cuando la cofradía seria, de ruán y esparto, pasa sin
música por esa calle estrecha, allá que vuelven a estar con su
escalerita; la plantan en un rincón de cal y silencio, y, ¡zas!,
se ponen a tirar fotos como los locos entre naranjos y fagotes de
la capilla musical. Son los fotógrafos de la Semana Santa, los
nietos artísticos del maestro Luis Arenas Ladislao, que cada
primavera andan pidiendo escaleras para subir a la Cruz de la
Pasión según Sevilla y dejarla para la posteridad de la emoción
en una crónica gráfica. En estas fechas vesperales, muchos de
ellos cuelgan en salas de exposición los cuadros de costumbres
que en realidad son las fotos que hicieron desde la escalerita en
las Semanas Santas que ya forman parte de la memoria. Como
homenaje a todos, vaya nuestra felicitación por su trabajo a tres
de los más destacados expositores fotográficos de la Cuaresma:
David Jiménez, Salazar y Bajuelo.
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Jueves 13:
Sevillanos en listas vascas
Aunque algunos lo
hayan convertido en membrete oficial y en ventanilla de cobro de
su nómina, el escudo de Andalucía no dice ninguna tontería,
sino algo que aquí se tiene muy claro: "Para España y la
Humanidad". Cuando los lodos de Bolidén, no vino un solo
gallego ni a darnos el pésame; y en cambio miren la de chavales
sevillanos que fueron de voluntarios a recoger alquitrán. Ningún
Antonio
Muñoz Cariñanos vasco ha dado su vida en defensa de las
libertades de Andalucía. A ningún Carlos Herrera
vasco le mandaron los andaluces una caja de triquitraque. Y ahora,
cincuenta sevillanos, dando la cara, el nombre y el número de
DNI, que es como ponerse en toda la diana, integrarán las listas
electorales por la libertad en las Vascongadas. Se ofrecían ante
el Monumento de la Tolerancia, obra precisamente de un vasco, de
Chillida; que es algo así como si junto a La Concha de San
Sebastián hubiera una escultura de Alvarez Duarte, que prontito
la van a poner los tíos... Sevilla hace una jartá de tiempo que
está dando la cara por las libertades en unas Vascongadas donde
los problemas de Sevilla preocupan aproximadamente una higa, a
pesar de que fuera un Ybarra con una boina así de grande quien
fundó la Feria. La generosidad de Sevilla por la españolidad de
las Vascongadas es infinita. Nos hace pensar en el latín del
baldaquino de la Virgen de los Reyes: "Per Me reges regnant",
por Mí reinan los Reyes. Cada uno de estos cincuenta voluntarios
sevillanos para las listas vascas ha escrito el lema de Sevilla
por las libertades, por España y la Humanidad: "Per me
Vasconia Hispania est".
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Miércoles 12:
Sin novedad en Renfe
A la Renfe le pasa
como al arbitro en los partidos de fútbol: que cuando no se habla
de ella es que la cosa va como la seda, como tiene que ir. Desde
el 92 famoso no se hablaba de Renfe: los trenes llegaban
puntuales, las líneas eran rentabilísimas, el público estaba
contento, los trenes hasta limpios y si había dos minutos de
retraso te devolvían el dinero. Si salía la Renfe en la tele,
era porque llegaba a Santa Justa el famoso nuestro de cada día y
estaban las cámaras a pie de AVE para grabarles las cuatro
chorradas de rigor. Pero últimamente no se hace otra cosa que
hablar de Renfe, será porque quizá dependa políticamente del
mismísimo Gafe de la Moncloa en persona. Que si el Ave de
Cataluña va chungo, que si la máquina del Talgo del otro sitio
les ha salido ardiendo, que si se les ha caído la catenaria....
Menos mal que todo es de Despeñaperros para arriba. Menos mal que
en ferroviaria materia Sevilla y Andalucía están dejando de ser
el antiguo pedregal de escándalo de las corrupciones y las
chapuzas. Como no hay nada que nos guste más que el elogio y que
comentar las buenas noticias, la buena nueva hoy es que por aquí
abajo no hay noticia alguna de Renfe. Los pajaritos cantan y las
nubes se levantan. Que sufran, pues, ahora los catalanes lo que
los andaluces tuvimos que meternos para el chaleco cuando
estábamos en boca de la gente con los convolutos del AVE y las
chapuzas del 92.
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Martes 11: Venta
Pilín
Hombre, por fin, la
Venta Pilín, ya era hora... Con unas cosas y otras de los
salvadores del Salvador y de los que se meten a redentores de la
Sevilla irredenta no hemos hablado hasta ahora aquí de la Real
Venta de Pilín, y lo hacemos en tiempo y forma, para expresar
nuestro apoyo a los herederos del que fue banderillero de Belmonte
y que, al contrario del que devino en gobernador civil,
superándose, superándose llegó a intendente mayor de S.M. Don
Alfonso XIII. ¿Dónde hay que firmar para que no tiren la Venta
Pilín? ¿Aquí mismo? Ea, pues aquí firmamos, aunque sea con el
dedo. Como si no hubiera sitio donde hacer pisos, no se les ocurre
otro lugar que el solar de la última venta histórica. ¿Se
imaginan cómo cuidarían en Inglaterra una venta ligada a la
historia y la leyenda de un Rey? Aquí todo se nos va en la Cabeza
del Rey Don Pedro, y despreciamos lo más cercano, el Descanso del
Rey Don Alfonso, en los por otra parte históricos terrenos de
Tablada, donde el día menos pensado harán una tropelía con el
pasado aeronáutico de Sevilla y los orígenes de la Aviación
española. El mero hecho de que a alguien se le haya pasado por la
imaginación derribar la Real Venta de Pilín habla muy claro de
la incultura de Sevilla. No sólo por su valor intrínseco, sino
por cuanto tiene de reliquia de un tiempo. Junto al cuartel de la
Guardia Civil fue derribada hace poco la famosa Venta de Eritaña
de las coplas y nadie dijo nada. Así que desde aquí mandamos al
pilón de la necedad y la incultura a los que quieren derribar
nuestra memoria de columpios y arroz con pollo en la Venta Pilín.
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Lunes 10: San
Mateo, que te veo
Hay días en que los
lectores nos dan hechos estos billetes. Hoy es uno de ellos. Nos
escribe un sevillano hondo y sabio, para decirnos: "Si fue
usted a misa el Miércoles de Ceniza, habrá observado lo pronto
que se han olvidado las palabras del Evangelio de San Mateo de
aquel día: "Dijo Jesús a sus discípulos: 'Cuidad de no
practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos
por ellos, de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro
Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando
la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los
hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú en cambio,
cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu
derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve
en lo secreto te lo pagará." (Mt. 6, 1-4). Verá usted, don
Abel, que esto no va con los desfiles de famosos en los actos
presuntamente caritativos de muchas hermandades. Palabras de San
Mateo que convendría recordar muy especialmente a los miembros de
la junta de gobierno de la Muy Generosa, Muy Filantrópica, Muy
Fotogénica, Muy Expiadora y Muy Desgravadora Sociedad Civil de
apoyo al Divino Salvador de esta Muy Puñetera Ciudad de Sevilla.
A quienes les viene que ni pintada por Carmen Laffón otra
enseñanza evangélica de Jesús: la de la limosna de la pobre
viuda en el templo; quizás valgan más los veinte mil duros del
jubilado desconocido que no sale en las fotografías ni enseña (y
hasta le publican) el recibo para desgravar en Hacienda, que el
millón de otros a los que el dinero les sobra." Ay, por lo
que estoy viendo, cómo está de rabiosa actualidad San Mateo, que
te veo...
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Domingo 9:
Metáfora con Vía Crucis
Ocurre todos los
primeros viernes de marzo. Es la gran metáfora de cómo entiende
Sevilla lo tradicional. Cada primer viernes de marzo nos
preguntamos: ¿es de verdad Sevilla ciudad que cuida sus
tradiciones? Este año, con las puertas del Salvador cerradas de
un baculazo, la metáfora ha tenido mucho más valor simbólico.
Hasta la podemos formular a modo de aquellos refranes sevillanos
antiguos que repetía don Santiago Montoto: "En la Casa de
Pilatos, cuatro gatos; en el Vía Crucis de la Macarena, la calle
llena." Si cuidáramos de verdad la tradición, el Vía
Crucis al humilladero de la Cruz del Campo, origen de la Semana
Santa, que en 1521 (ayer por la mañana) estableció Don Fadrique
Enríquez de Ribera, Marqués de Tarifa, no estaría recluido como
una reliquia en el patio de Pilatos. Se seguiría celebrando en
clamor de Calzada, y acudiría Sevilla entera. No es así. Al Vía
Crucis del primer viernes de marzo que de verdad va la gente es al
recentísimo de la hermandad de la Macarena, poder fáctico
sevillano que saca a la calle al Señor de la Sentencia y que
cumplió hogaño además con el "glamour" a lo divino de
la Pasarela Sor Angela, que se lleva mucho: siempre haciendo
tradición la novelería. La metáfora de los dos Vía Crucis
explica lo que está ocurriendo en El Salvador y todo lo que pasa
en Sevilla. ¿No van a estar abandonados y hundiéndose los
edificios del patrimonio artístico, si están abandonados y en
trance de pérdida los más valiosos monumentos del patrimonio
inmaterial, como el Vía Crucis de la Cruz del Campo, que encima
no cuesta un duro conservarlos? El Via Crucis de la Cruz del Campo,
origen de la Semana Santa.
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Sábado 8:
Monumentitis contagiosa
En Jerez ignoran a
Sevilla, y más desde que en la Feria, en vez de beber fino de
Jerez, se bebe manzanilla de Sanlúcar, aunque sea con gaseosa en
forma de rebujito, que decía el otro que era la mejor forma de
estropear tanto la manzanilla como la gaseosa. Jerez, que está en
la provincia de Cádiz, no reconoce la capitalidad gaditana ni la
capitalidad de Sevilla: prefiere tener por capital directamente a
Londres. Pero, como toda Andalucía, copia a Sevilla. En lo malo y
en lo peor, claro, que es como se copia a Sevilla. Jerez, por
ejemplo, está afectada de monumentitis, como Sevilla. La
monumentitis es esa enfermedad social por la que, como te
descuides, te nombran una comisión para que te levanten un
monumento de bronce, mientras se hunden los monumentos de piedra y
cúpula. Como en Jerez vieron el monumento a Mairena, el monumento
al Caracol, el monumento a Pastora, el monumento a Curro, el
monumento a Pepe Luis y siga usted poniendo monumentos, dijeron
que ellos no iban a ser menos. Y ya tienen su monumento a Lola
Flores, que es como el de Primo de Rivera, pero sin caballo. Si
Sevilla le levanta el monumento al Faraón, ellos se lo levantan a
la Faraona, ¡viva Egipto! Y nos imaginamos que muy a la sevillana
aunque no lo digan, continuarán con la racha de los monumentos.
Seguro que ahora vendrán el monumento a La Paquera, el monumento
a Rafael de Paula, el monumento a Caballero Bonald y si te
descuidas hasta el monumento al Nano de Jerez. Por culpa de
Sevilla, Andalucía padece una peligrosísima epidemia de
monumentitis altamente contagiosa, contra la que de momento no hay
vacuna.
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Viernes 7:
Pasión en San Hermenegildo
Decididamente, no
tenemos memoria como ciudad. Nadie se acuerda ahora, pero hace
unos años tuvieron
que
sacar al Señor de Pasión de prisa y corriendo de su capilla
en la parroquia del Salvador, porque el techo se había derrumbado
y hasta caliches tenía el Nazareno montañesino en los hombros de
su túnica morada. Así que quien esté libre del colectivo pecado
de abandono del patrimonio monumental, que tire la primera piedra
desde las cubiertas del Salvador. Abandono sobre abandono. Pasión
está en El Salvador porque quiere. No se olvide que en tiempos de
la alcaldía de Juan Fernández fue como la hermandad oficial del
Ayuntamiento, mucho más que La Vinuesa. Antes, en 1963, un
acuerdo del pleno municipal nunca cumplido le cedió San
Hermenegildo como capilla propia, cuando los de Pasión no
querían ser menos que los del Gran Poder con su iglesia de San
Lorenzo. Pasión no se fue entonces a la capilla del recién
derribado Cuartel de Soria porque no quiso. Como ese acuerdo
municipal no ha sido derogado, a lo mejor la derecha escritura de
los renglones torcidos de Sevilla pone las cosas en su sitio y a
Pasión donde siempre debió estar: en San Hermenegildo. ¿Se
imaginan la imagen perfecta del Dios de la Madera en la soledad de
San Hermenegildo, bajo la cúpula, a la luz de Sevilla? Debe el
Ayuntamiento tirar de archivo, mirar los papeles, y no dar San
Hermenegildo a Pasión como de prestado, de Jueves de Pasión a
Domingo de Resurrección, sino para siempre. Mejor destino no
puede tener aquel edificio para el que nunca acaban de encontrar
destino. PASION 1992-2003
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Jueves 6: Ceniza
y cenizo
Los relojes
cofradieros han emprendido la cuaresmal cuenta atrás sobre un
paisaje de andamios. Pasó el triduo de desagravio de Carnaval en
la Catedral, donde tarde hubo que en el baile de los seises ante
S.D.M. había tantos niños cantores como calonges: diez seises y
diez canónigos, de los 35 capitulares que hay en activo, 6
jubilados y 8 eméritos. Así que 10 contra 10: equis en la
quiniela de la Sevilla secreta. Pasó el Miércoles de Ceniza,
pero nos queda la larga ceniza del cenizo de esta Cuaresma de
andamios. Sevilla tiene el cenizo. La ceniza del cenizo sobre las
cerradas puertas del Salvador significa, entre otras cosas, que
tendremos un Domingo de Ramos sin niños correteando con zapatos
nuevos por la "rampla" de la Borriquita: ni eso es
Domingo de Ramos ni eso es nada. Y mañana, que es el primer
viernes de la Cuaresma, el primer viernes de marzo del Vía Crucis
de la Pía Unión en la Casa de Pilatos, la ceniza del cenizo
estará sobre la cerrada Casa Ochoa de la calle Sierpes, donde
este año no podremos leer ese pregón con torrijas de los gozos
de las vísperas: "Hoy es Vigilia". De la laffoniana y
exquisita vigilia del jazmín hemos pasado a esta desabrida y
torva vigilia de la higuera bravía en los tejados de andamios y
del jaramago en las cornisas del Salvador. Con razón mañana
sacarán la Cruz de las Toallas en el Vía Crucis de la Casa de
Pilatos. Pocas toallas son para secar las lágrimas ante esta cruz
que nos ha caido de las cenizas del cenizo.
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Miércoles 5: Los
carteles del Ave
Un año más, El
Niño de Canorea nos junta las manos a los abonados y nos mete los
carteles de Feria hasta donde pone "Toledo" o pone
"San Isidro", porque son isidriles totales. Durante unos
días, mucho largar, pero el día 17 estaremos como borreguitos en
la cola del Paseocolón, con el talón bancario conformado en la
mano. Esto es muy aquí. Los carteles de Feria son un espejo de
Sevilla y de lo que tragamos los sevillanos. Si de alcalde está
Monteseirín, ¿por qué no va a estar de empresario de los toros
El Niño de Canorea? El
Padre del Niño de Canorea, que le inventó a Sevilla el
mito de Romero, hacía unos carteles a la medida de nuestro
paladar. El hijo hace unos carteles del Ave, con toreros del Ave y
ganaderías del Ave, a la medida del público que viene a la Feria
en el Ave. Y encima, con guasa: "Aquí están los que torean
en todas partes y los que van a torear en todas partes". O
sea, que Sevilla es "todas partes" y no Sevilla. Esto es
lo que hay. Ese es el respeto que le tiene a la plaza y a la
afición este empresario que cada año se gana por anticipado el
premio a la mejor estocada de la Feria: la que nos mete a los
sumisos abonados. Mientras tanto los maestrantes, dueños del
negocio y beneficiarios de la sopa boba del pisoplaza, mirando a
la luna de Valencia (don Ramón). No en balde quien manda allí y
está encantado con el Niño de Canorea es el Conde de Luna...de
Valencia. Con Carlos Fuentes en el pregón taurino antes de estas
corridas y con un cuadro de Carmen Laffón encima de estos
carteles se cree que está todo arreglado. Carteles
de toros de la Feria de Abril 2003
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Martes 4: Un
Nobel en la Universidad
Como cada provincia
andaluza tiene una Universidad, Sevilla no podía ser menos. Por
eso tiene dos: la Hispalense de toda la vida y la que bautizaron
con el nombre de Pablo de Olavide para que todavía nos estemos
preguntando por qué no el de Alfonso el Sabio, o el de Fernando
III, el rey de las tres culturas. Pero no porque haya dos
Universidades tiene más presencia de la Universidad en la vida
sevillana. Ya hemos dicho que cualquier hermano mayor de una
cofradía bulle más que el rector de la Hispalense, al que no
conoce casi nadie Y si no hubiera sido por los inmigrantes
encerrados, nadie hubiera conocido tampoco a la rectora de la
Olavide, ni que existía la Pablo de Olavide. A pesar del poco
peso social y de la profunda crisis de su función docente, la
Universidad trabaja, investiga. En silencio. Como si no estuviera
en Sevilla, que a lo mejor no está en lo que muchos entienden por
Sevilla. Tan ausente está, que el día menos pensado nos
enteramos de que a un profesor de la Universidad le han dado el
Nobel de Física, por ejemplo por una investigación sobre la
aceleración de partículas o sobre el código genético, y verá
usted cómo ni siquiera hay una foto de ese sabio universitario en
los archivos de los periódicos locales, porque no ha salido nunca
en los papeles ni lo conoce nadie. Ahora, que de fotos de hermanos
mayores y de cofrades del capilliteo ambiente hay todas las fotos
que usted quiera, de todos los colores y en todas las posturas.
Más fotos que de Gregorio Conejo, que ya es decir.
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Lunes 3: Rato y
Santa Lucía
No se puede hablar
de Andalucía y de Sevilla por referencias. Si no se tienen, se
pierden las oportunidades del siglo de callarse. Es lo que le ha
pasado a Rodrigo Rato, que ha dicho en su última visita a nuestra
tierra: "La imagen de un PSOE invencible en Andalucía pasó
a la historia". Mire usted cómo se nos ha quedado el dedo,
don Rodrigo... ¿Pero es que no ha visto usted las encuestas? Si
en Andalucía el PP no le ve al PSOE ni la matrícula del coche
oficial de la Presidencia de la Junta, en Sevilla es que es para
echarse a llorar. Los sevillanos le dan un suspenso a la gestión
del alcalde, pero como ni los votantes del PP saben quién es el
candidato popular, el resultado es que si las elecciones
municipales fueran hoy mismito, el PSOE, a pesar de volver a
presentar a ese alcalde impresentable, sacaba dos concejales más
de los que tiene. Así que la imagen de un PSOE invencible no ha
pasado ni mucho menos a la historia. Lo que, por el contrario,
está escrito en la historia es que la alternancia en el poder es
cada día más difícil. La generación que votó "sí"
en el referéndum del 28-F probablemente se morirá sin conocer
otro modelo de administración de la autonomía que el que tenemos
y aquello de alcalde andalucista o alcaldesa popular en el
Ayuntamiento de Sevilla fue un breve paréntesis en una constante
histórica. Y de esto, que es lo que hay, el PP ni se entera. Que
Santa Lucía, la que está en el azulejo de Santa Catalina con los
ojos en un plato de La Cartuja, conserve la vista a don Rodrigo
Rato.
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Domingo 2:
Discurso con jazmines
El catedrático de
Filosofía de la Hispalense don Jesús Arellano daba a sus alumnos
un sabio consejo sobre oratoria: "Para hablar en público
sólo hacen falta dos cosas. Tener algo que decir, y
decirlo." Consejo que parece haber seguido otro catedrático
de Filosofía, el profesor Emilio Lledó, en su ya memorable
discurso de agradecimiento en nombre de los premiados por la Junta
el Día de Andalucía. Como ha observado Pavón (no el derribista,
el periodista), en aquel Teatro de la Maestranza acostumbrado a
oír tanta literatura barata y facilona de los pregones
semanasanteros se ha escuchado por vez primera un discurso con
pensamiento y creación poética, que la poesía es una forma de
filosofía y viceversa. Para Lledó, Andalucía es la memoria del
olor de unos jazmines en el patio de Salteras, su pueblo. Decía
Rilke que la verdadera patria del hombre es la infancia y esa
patria tiene unos olores, que el profesor Lledó evocó en el
jazminero del patio de la madrina. Cuando se hacen tantos
discursos vacíos, cuando se desparrama tanta palabrería sin ton
ni son de modernidad y de progreso, conviene de vez en cuando
escuchar a los verdaderos sabios que nos dan la suprema lección
de la humildad de los jazmines. ¿Habrá algo más sevillano,
sabio y lírico que un discurso con jazmines que trasminan la
memoria de un patio de pilistras y aljofifa?
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Sábado 1: Las
dos Haciendas
Si quieren
contemplar un buen símbolo de lo que está pasando políticamente
en Andalucía, colóquense frente a la puerta de la Casa de la
Moneda, al comienzo de la calle Santander, mirando hacia la
Avenida. A mano derecha pueden ver la Delegación de Hacienda del
Gobierno central, un edificio construido sobre el derribo de la
vieja Aduana y de la Casa del Azogue, plúmbea y pétreamente
modestito. Y a la izquierda pueden ver el monumental y espléndido
Coliseo España, fastuoso, donde estará la sede de la Delegación
de Economía y Hacienda del Gobierno andaluz de la Junta. No la
Consejería de Hacienda, ojo, sino su simple delegación
provincial. En la contemplación de ambos edificios tienen el
símbolo de cómo se gastan nuestro dinero los que nos lo quitan
de la paga. El edificio de la Hacienda central es modesto,
efectivo, y por allí es por donde van a las arcas públicas
mayormente nuestros dineros del IRPF, del IVA y de Sociedades. Por
el contrario, el edificio de la Hacienda autonómica, que no hace
más que derrochar el dinero que les viene desde la Hacienda
central, es monumental, aparatoso, deslumbrante. Si no fuera por
los dineros sevillanos que se llevan los del edificio discreto, no
podrían tirar los caudales públicos los del edificio ostentoso.
Y así es todo. En el Coliseo España, ya que fue teatro,
deberían poner en un mármol la copla de Pepe Pinto: "Que en
la diestra y la siniestra/tienes un par de agujeros/por donde se
va a los baños/el río de mis dineros".
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