|
Aparte
de una fórmula bastante efectiva para buscarse cada día unos
poquitos de enemigos más, el recuadro es a veces fármaco
eficaz, que si se enteran los boticarios me van a denunciar no
por intrusismo, sino porque está a menos de cien metros de las
oficinas de farmacia periodística de Antonio García Barbeito,
Luis Fuentes o Juan Bonilla. Sé que el recuadro cura cuando se
le dedica a alguien con el corazón en la mano, porque una vez
que don Alvaro Domecq estaba bastante malito, en la UCI, con un
jamecuco importante, le escribí uno que se titulaba "Don Alvaro a La
Ina en punto". No sé si su hijo Alvaro o sus nietos Luis o
Antonio, el caso fue que se lo leyeron allí en la UCI, entre
los aparatos de los pitidos de las constantes vitales. Al día
siguiente, a don Alvaro
lo pasaron a planta y a los dos días estaba en su casa. Así
que aquella tarde de rejones, cuando Antonio y Luis se vinieron
hacia mi tercera fila de barrera del 7 para brindarme el toro
como agradecimiento, era más o menos como si se fueran hacia el
burladero de Ramón Vila,
pero por lo literario.
Así, con la botica abierta y sin receta, quiero hoy
dedicarle el recuadro a Manolo Barrios, que le hace mucha falta,
porque le han dado una corná importante. Y, lo que es peor,
ante el silencio colectivo de esta sociedad sin pulso cívico y
estaba por decir que muy mal despachada de vergüenza. Aunque la
palabra de moda es solidaridad, a Manolo Barrios le han callado
la boca que no consiguió callarle la dictadura de Franco contra
la que tan valientemente luchó, y nadie ha dicho nada.
¿Desprecio, cobardía, injusticia? De todo un poco, un
bastante. Un libro de Guadalajara en un llano dice de Cela no se
qué y los chillidos se oyen en la Guadalajara de Vera y
Barrionuevo. A Barrios le dicen que no diga nada, que se calle
la boca, que acepte una condena y que adiós, muy buenas, que
tal día hizo un año y váyase, señor Barrios, y nadie dice
absolutamente nada. ¿Dónde están los abajofirmantes que de la
noche a la aurora se entonan cantando un cante de solidaridad?
¿Dónde los pliegos de protesta ante la indefensión? Aquí se
habla mucho de los linchamientos sociales, pero muy poco de los
calabocitos del silencio, que son peores, Manué...
Me da mucha pena cuanto le ha pasado a Barrios y trato de
llevarle con este artículo los ánimos que nadie se ha atrevido
a darle en público, la solidaridad que nadie le ha expresado.
Manolo Barrios y yo nos hemos llevado media vida haciéndonos
quites el uno al otro, desde que la
Brigada Social del franquismo venía a llevarnos enchampelados
al Tribunal de Orden Público. España está de forma que
tengo que seguir diciéndole, cuando en uso de su irrenunciable
libertad de expresión ante los de antes y ante los de ahora hay
hule:
-- Tú me dirás a quién hay que partirle la cara...
Ahora no me lo tienes que decir, compay. Sé que te han
dejado a los pies de los caballos, sin amparo, esto es,
desamparadito, que suena a tu difícil mundo del flamenco. Más
difícil e ingrata es nuestra tierra. En vez de darte la Medalla
de Andalucía, con lo que luchaste por ella, con ojaneta te dan
la boleta de tu gaceta. En cualquier otro sitio, Manuel, con tu
"Ateneo de Sevilla", con tus premios
"Ondas", con "La espuela", con "El
crimen", con "Epitafio para un señorito",
serías nuestro patriarca de las letras andaluzas. Aquí, ya
ves, eres "el caso Barrios". Es que eres un caso,
Manuel... Pero que sepas que para mí sigues siendo el patriarca
literario de este tan triste otoño, pon tú lo que rima...
En
El RedCuadro: Manuel Barrios en la lucha de los intelectuales
contra la dictadura de Franco
SI TARDA EN
BAJAR, PRUEBE LA PRÓXIMA VEZ EN OTRA VERSIÓN, PINCHANDO
AQUI, AQUI
O AQUI
Hemeroteca
de artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
|