Las
vacas de Celia hace tiempo que se han escapado. Porque hay algo
que me da mucho más miedo que las vacas locas: Celia Villalobos
hablando de las vacas locas. A veces las cabras locas son más
inquietantes que las vacas locas. Habla Celia de s vacas locas,
de carnicerías garantizadas y exclamamos como taxista ante
conductora imprudente:
-- ¿Pero dónde te han dado el carné de ministra?
Va como loca. Paso por el asco de vomitona de cada
telediario, que estás comiendo y te ponen naves de despiece,
gandingas y pitracos sanguinolentos, cuartos fláccidos de
vacuno colgando de los pinchos de la reolina. Paso por cuando
sale la tía de la bata blanca en el laboratorio, cortando con
el microtomo el cerebro de la vaca loca. Nada de esto me quita
las ganas de comer ternera de Avila, de lidiar un Villagodio en
puntas, incluso de animar a Jaime de Marichalar a compartir
conmigo por colleras un Robespierre en una cenita simpática,
qué horizonte de Revolución Francesa cuando se negó, en su
borboneo consorte:
-- No, por favor, Robespierre, no. Y no es por las vacas
locas: es por la guillotina...
Digo que nada me hace pasarme directamente a las alcachofas
con jamón como Celia Villalobos. Llego a pensar que la ministra
de Sanidad está patrocinada por Pescanova, por la patronal de
la huerta murciana, por los ganaderos de porcino, por la
Asociación de Vegetarianos "Reina Sofía". Habla
Celia y no es que suba el pan: sube el pan y todo lo que no sea
carne de ternera. Porque en este caso ni siquiera ha roto a
hablar como los veterinarios. Cuando tuvo problemas gordos con
las listas de espera en el Territorio Insalud rompió a hablar
como los médicos, y a los infartos les decía "episodios
cardiovasculares". Ahora se ha quedado en los episodios
nacionales de su falta de seguridad. Por cada frase que
pronuncia van directamente a la ruina por lo menos 300
carniceros y 25 mataderos industriales. Los americanos ponen la
compra del coche de segunda mano como prueba del 9 de la
confianza en los políticos. A Jaime Mayor Oreja, un suponer, yo
le compraba sin mirar hasta el avión viejo del Rey y encima me
creía que era el reactor de Julio Iglesias. Mayor da una
confianza infinita. Pero a Celia Villalobos es que no le
compramos ni el patinete que han pedido los niños a los Reyes,
porque seguro que los cojinetes no tienen garantía. Por mucha
cartera ministerial que tenga, Celia no ha superado el nivel de
tertuliana de Jesús Hermida o de Luis del Olmo cuando habla
como responsable de Sanidad. Se ve que es lo menos ministra que
se despacha en las carnerías garantizadas.
Lo que no me explico es la enorme capacidad de Aznar en el
desvestimientos de santos. Con lo bien que estaba esta señora
de alcaldesa de Málaga...

Celia, estrella mediática
(dibujo de Idígoras
y Pachi)
Sobre Celia Villalobos, en El
RedCuadro:
Celia Villalobos, la Matilde Fernández del PP
Doctora
Celia
Sobre las vacas locas
en El RedCuadro
Las
vacas locas, nueva colza
Las
vacas locas y los toros de Victorino
Las
vacas de Celia Villalobos
Qué asco, esos cadáveres de vacas en el telediario
Carmen
Sevilla, investigadora de vacas locas
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