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Como
se decía aquello de qué tiene Marilyn Monroe que no tenga
Gracita Morales, pregunto solemnemente: ¿qué tiene la Pantoja
que no tenga Alvarez Cascos? Cascos ha roto lamentablemente en
Pantoja. La Pantoja dio el campanazo yendo con Julian Muñoz al
Rocío, a dejarse retratar con su amor. Alvarez Cascos dio el
campanazo yendo con Marta Porto a la Real Academia de Bellas
Artes, a dejarse retratar con su amor. Una carriola rociera o
una Real Academia, ¿qué mas da, a la hora de poner el mingo
revulgo? Cascos hasta ha superado a la Pantoja. La Pantoja se
fue al Rocío con la fuerza del amor incondicional ella solita,
sin Francisco José y sin los padres de Julián. Paco se fue a dar
el campanazo de Bellas Artes con los padres de Marta Porto en
asiento reservado en primera fila. ¿Qué pintaban allí los
suegros? Mucho, para algo era en Bellas Artes: a estos liberales
a la antigua usanza de la derecha, de cintura para abajo, no hay
nada que les guste más que poner un comunista en su vida. Paco
estaba con María de la Hoz y le daba en la cabeza con el
martillo de su suegro el comunista a la derecha liberal de
cintura para arriba y conservadora de cintura para abajo.
Los que dan estos campanazos desafiantes
suelen apelar inmediatamente al derecho a la intimidad. Lo ha
hecho Cascos, en puro estilo Pantoja. Dentro de poco, irá a ver
a Zarrías para que no los saquen más en Canal Sur. Primero se
meten de hoz y coz en el cutrerío de la salsa rosa, desafiando,
para chulos, yo, y cuando ya la han liado, reclaman
inmediatamente un derecho a la intimidad y una cosa. El propio
Cascos ha sido quien ha roto las fronteras de su intimidad,
roneando de novieta. A su lado, en Bellas Artes, igual de
premiado, estaba Rato. Pero como es un señor y no un trampantojo
de la Pantoja, iba sin novia puesta, y bien hermosa que dicen
que la tiene. En lo de Rato, cuate, no hay tomate. Cascos se ha
dado el autotomatazo. Así que ahora no se queje. Y puro pantojeo
el "dientes, dientes" que nos ha enseñado, culpando a la prensa
de que a chufla lo tome la gente. A Cascos le sale lo de
"dientes, dientes" todavía mejor que a la Pantoja. No en balde
tiene hecho el graduado de dóberman.
¡Qué novio se perdió la Pantoja! Ahí se
equivocó Isabel con Julián. Cascos hubiera sido perfecto. Hasta
habría convertido en ríos trucheros los arroyos de Cantora. No
pongamos empero límites a la divina providencia. Como Cascos
hace el Plan Renove de pareja cada dos o tres años, la próxima
puede ser la Pantoja. Hasta entonces, dientes, dientes. De
dóberman.
Saber irse, un arte
Alvarez Cascos, un
ministro del PP con una agitada vida amorosa
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