|
Como
estamos de hecho en campaña electoral y en campaña, con el
chaquetón negro de cuero puesto, todo vale, Zapatero ha dicho
que le gusta mucho la Monarquía por "su espíritu republicano".
Ciertos son los toros, ahora que estamos en la Feria del Idem.
El gran éxito de Don Juan Carlos es haber engatusado a los
republicanos, a los que da gloria bendita, mientras que a los
leales les aplica el supremo principio de la Institución: "A los
amigos, ni agua". Este principio de "a los amigos, ni agua" es
el mismo que aplica el PP en los medios públicos de comunicación
bajo su jurisdicción. Escuchen Radio Nacional de España, que a
veces parece la SER. Es justamente el principio contrario que
Canal Sur aplica en sus informativos, donde a sus amigos es que
los enguachinan y empapochan de darles tanta agua, mientras que
a los adversarios, ni gota, ¿o no, Teófila? Favor, claro, que
les hacen a algunos, porque hay tanta lumbrera resplandeciente
de la política en el aparato del PP andaluz (por aquí), que
calladitos están más guapos y sin abrir la boca ganan más votos
que si la abriesen. Que íbamos con la
Monarquía, antes que habláramos de Antonio Sanz...
-- ¿Ah, pero eso iba por Antonio Sanz? Pues no
se le notaba a usted absolutamente nada la elipsis... por aquí.
Sí, es que he aplicado un recurso expresivo
carnavalesco que vengo oyendo muchas noches en la retransmisión
del concurso del Falla, por Canal Sur Radio, por cierto,
espléndida, y enhorabuena por los tres lustros. Es un recurso de
efecto seguro: se elide primero la rima malsonante, la gente se
la imagina, y luego se larga con todas sus letras. Por ejemplo:
- Cuando salgo pal trabajo
- me lavo por la mañana
- y el agua la palangana
- está fría del ca... rácter.
- Quiero decir... ¡del carajo!
Que íbamos por la Monarquía, joé, a ver si
podemos seguir: que a Zapatero le encanta por su espíritu
republicano. Como estamos en Carnaval, Felipe de Borbón se ha
disfrazado de Felipe Igualdad y eso les encanta a los
republicanos, ¡agua al siete, y a los leales, ni gota, ni gota,
como cantaban Los Cegatos! Lo que no ha dicho Zapatero, ni el
presidente del partido de Zapatero (que aunque no lo parezca es
Chaves), es que a la Monarquía le pasa igual que a la autonomía
andaluza. Aquí hay un baile de disfraces del espíritu de las
cosas bastante importante. Igual que esta Monarquía es lo menos
que se despacha en ritos y esplendores de la Institución, una
Monarquía de Armani o de Zara, esta autonomía es lo menos que se
despacha en orgullos y certezas de lo propio. Si a Zapatero le
gusta la Monarquía por su espíritu republicano, a mí me encanta
la autonomía andaluza por su espíritu centralista. De momento en
veinte años de Estatuto no han conseguido acabar con los recelos
entre unas provincias andaluzas y otras, Málaga contra Sevilla y
Cádiz contra Jerez. Y aparte de ello, han creado un nuevo
centralismo en Sevilla sin terminar con el centralismo de
Madrid, donde hay que seguir yendo a los mandados de la
burocracia. Clavero dijo un día que el AVE unía dos
centralismos: el centralismo de Sevilla con el centralismo de
Madrid. Ole. Para mí que la autonomía está bastante inédita,
como esos catorce poemas de Juan Ramón. Me gustaría que el PSOE
perdiera alguna vez las elecciones andaluza por mera curiosidad,
para ver cómo funcionaba la autonomía administrada con otra
ideología, la que fuera. Pero, claro, mientras ganarle a Chaves
dependa de estos dos Antonios, de Antonio Sanz y de Antonio
Ortega, podemos esperar sentados. En una silla de Ikea,
naturalmente.
Hemeroteca de
artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -
Correo
|