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ABEL INFANZÓN | LA
ESE 30
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MES DE
FEBRERO DEL 2004 El Mundo de Andalucía |
Texto de la
conferencia "Sevilla-Huelva: gatos encerrados""
Domingo 29:
Vamos con la primera de Letizia
Ayer don Alvaro Pastor Torres, compañero de billete diario en
las hispalenses gacetas, recordaba las "Sevillanas de Chamberí" que escribió
cierto discípulo nuestro cuando el "boom" madrileño de estas coplas. La realidad
supera al arte. El horror en forma de sevillanas no cesa. Nos espera la ola de
sevillanas dedicadas a Letizia. No habrá disco de sevillanas sin "corte" sobre
el fasto de la Corte. Ya está aquí la primera. La ha grabado el coro Raya Real.
La firman José María Fuertes y José Antonio Mateo. Se titula "Sevillanas para
una boda". Y dice así en la letra de la primera, miren qué originalidad, qué
inspiración, qué lírica: "Un compromiso anunciaron/desde la Casa Real (bis)/y
dice el comunicado/Su Alteza se va a casar(bis)/ la boda más esperá/por
primavera será". ¿Cómo se les queda el cuerpo? Pues eso no es nada comparado con
la excelsa calidad literaria del estribillo: "Como en los cuentos de hadas/
llenos de magia y belleza (bis)/ hizo el amor que Letizia/se convirtiera en
princesa". Y el final, la letra de la cuarta, es ya absolutamente conmovedor, de
poner los vellos de punta: "Emoción de España entera/cuando Su Alteza Real
(bis)/diga "sí quiero" a Letizia/dentro de la Catedral (bis)/ con los Reyes por
testigos/de ceremonia sin par". Una sevillana de tal calidad merece que le
dediquemos otra, ¿será por sevillanas de Letizia?: "Desde Sevilla a Triana/se ha
corrido la noticia/no hay grupo de sevillanas/que no le cante a Letizia/ Qué
horror de coplas de amor(bis)/ que en vez de hacer Monarquía/va la gente en
estampía/pidiendo la tricolor(bis)."
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Sábado 28: Don
Félix Pozo
Era uno de esos caballeros de la que hemos llamado la Real
Maestranza del Comercio de Sevilla, con los cuatro apellidos probados por la
suprema nobleza de la dignidad del trabajo. Se llamaba don Félix Pozo Sánchez.
No es que tuviera nombre de joyería. Es que le puso el suyo al comercio más
tradicional que nos queda del Gremio de Plateros, el que tiene por patrón al San
Eloy de la iglesia de Santa Cruz. Aunque, hablando de Santa Cruz, la suya era la
de Jerusalén en la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla. Se nos ha
ido un gran señor del Silencio en los silencios del comercio tradicional de
Sevilla. Pensábamos escribirle el debido elogio fúnebre. Pero mucho mejor que
nosotros lo plumeó ayer Carlos Colón. No se nos cae la ceniza cuaresmal de la
frente en la humildad del reconocimiento a la bella prosa del compañero de
sueños de Sevilla: "Nos ha dejado uno de estos aristócratas del comercio
sevillano que hacen la fisonomía de la ciudad inscribiendo sus apellidos en las
bellas fachadas de sus comercios antiguos, Félix Pozo Sánchez. Era hombre de
cortesía antigua, ironía fina, bonhomía aprendida viviendo y perfil de atrio de
San Antonio Abad. Entroncó por matrimonio con otro gran linaje comercial
sevillano, el de los Soro de Almacenes Siete Puertas. Su joyería fue y es parte
esencial de la fisonomía de una Campana que ya sólo por pocas tiendas podemos
reconocer como nuestra. Cuánta vida de Sevilla, cuánta Campana no estará
guardada en ese misterioso fondo que, como tras el espejo de Alicia, vive en el
más allá de los cristales de los escaparates de las tiendas antiguas."
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Viernes 27: Sin
carteles ni engrudo
Campaña electoral en marcha. Como los plátanos de Canarias, dos
mejor que una: la andaluza y la nacional. Y una novedad importante, que venimos
observando en los últimos zafarranchos electorales. Cada vez se fijan menos
carteles en las paredes, lo clásico de la "pegada", el candidato con el cubo,
agarrándose a la brocha para que no le quiten la escalera del escaño. Aquellas
primeras campañas electorales de la transición, tan profusas de cartelería por
las tapias y las fachadas, tenían algo de llegada de los circos de la Feria.
Ponían a Sevilla hecha una pena. Nadie cumplía el viejo lema: "Prohibido fijar
carteles, responsable la empresa anunciadora". Ahora se estilan las vallas de la
publicidad exterior, que están, por otra parte, llenas hace muchos meses con las
inmensas caras de los candidatos, que nos dicen desde la fotografía de estudio
que lo suyo es lo mejor. Y se estilan, sobre todo, las banderolas colocadas en
las farolas, como los anuncios de las óperas del Teatro de la Maestranza. Con
los embotellamientos que se avecinan por los cortes de circulación con las obras
del Metro, la banderola será la propaganda electoral más efectiva. Al que le
coja el embotellamiento en Palos de la Frontera se llevará su buena media horita
viendo la banderola de Chaves o de Teófila. En limpieza saldremos ganando. Ya
los carteles tienen muy poco cartel, Ya sólo ponen carteles con engrudo y
brochazo, al modo clásico, los pequeños partidos testimoniales que nadie sabe
por qué ni para qué se presentan a las elecciones.
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Jueves 26: Por
la calle San Fernando
Qué tiempos aquellos del Pali... Recordarán la copla: "Ya no
pasan cigarreras/por la calle San Fernando". En tiempos del Pali, aunque no
pasasen cigarreras, por la calle San Fernando pasaban por lo menos coches,
motos, bicicletas, autobuses, coches de caballos con los turistas camino del
Hotel Alfonso XIII. Ahora no pasa nada. De puro milagro van a pasar los pasos
cuando llegue la Semana Santa. La que se avecina es gorda. Con la avenida de
República Argentina cortada, con Blas Infante cortada, con San Fernando cortada,
miren el mapa de los desvíos y verán que han delimitado como dos sectores de la
ciudad. Todo habrá de hacerse al contrario de como dicen en lenguaje clásico las
papeletas de sitio de los nazarenos. Las papeletas de sitio ordenan a los
nazarenos que han de dirigirse de su casa la iglesia donde radica la cofradía
por el camino más corto. Para ir, un poner, de la Pasarela a la calle Virgen de
Luján, el camino más corto no sabemos si es ahora yendo hacia La Algaba y
tirando luego para Santiponce, o si trae más cuenta tirar para Alcalá de los
Panaderos y luego, por la carretera de Utrera, salir a Dos Hermanas y desde Dos
Hermanas, por Bellavista, salir al campo del Betis, y del campo del Betis... ¿O
es mejor por el Puente del Centenario, que siempre están tan despejado y con tan
poquísimos embotellamientos? Otra cosa no, pero entretenida en materia de
circulación sí que va a estar la primavera...
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Miércoles 25:
Machadiana con andamios
Con los capirotes de la Alcaicería preparándose para apuntar al
cielo desde los silos de misiles de las trastiendas de caoba, cartón y engrudo,
hoy empieza la cuenta atrás de la mejor ciudad, que todos sabemos que terminará
este año el domingo de Ramos en la memoria, no en la realidad, de la rampa del
Salvador, ese Puerto Perico cofradiero donde han disfrutado generaciones y
generaciones de sevillanos estrenando zapatos nuevos. Quedan cuarenta días y
cuarenta noches, pero qué cuarenta días y qué cuarenta noches. Bendita
cuarentena, en la que recluimos a la ciudad en el lazareto de las perfecciones,
para que se limpie de todo lo malo y el Domingo de Ramos aparezca otra vez
esplendorosa, nueva Jerusalén, como si nunca antes hubiéramos vivido ese día. La
Cuaresma tiene, además, últimamente como un cierto aliciente de camino de
Indiana Jones, de ruta de los conquistadores que llevara a Miguel de la Quadra
Salcedo como diputado de cruz. Añadan el uso del tópico de Machado a los
itinerarios cofradieros con los andamios de hogaño: "Se hace camino al andar".
Por difícil que parezca que puedan desmontar ese andamio, ya verá usted cómo
cuando esa cruz de guía tenga que aparecer por allí por esa calle, el andamio ya
no estará, ni el cajón de obras. Y la rama de la discordia habrá sido talada y
pasará el palio que tenía que pasar. "Al andar se hace camino/ y al volver la
vista atrás/ se ve la cuadrilla andando/ por donde tiene que andar".
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Martes 24:
Martes de Carnaval
El tiempo se ha puesto como una meditación de la brevedad de la
vida en el inicio de la Cuaresma. Hasta con el cielo color de la ceniza de
mañana miércoles. Hace unos días, detectábamos síntomas de primavera en la luz,
en al aire, en los sonidos de los pájaros de un atardecer cada vez más lento. Y
ayer tarde caían canales antiguas por las bajantes de la Catedral, como de
lluvia de otros siglos, con riadas y con el agua del Guadalquivir subiéndosele a
las barbas al león del puente de Triana. Era la hora en que los seises se
disponían al segundo día del rito más secreto, del baile menos conocido en su
calendario celeste y rojo. Lunes de Carnaval en la Catedral de Sevilla,
desconocido triduo de desagravio con seises de rojo eucarístico. Es como cuando
abren la urna de San Fernando en el aniversario de la traslación de sus restos,
que nadie sabe que tal rito se celebra en ese día secreto y hermético. A la
gente les suenan los seises por el Corpus y por la Purísima y San Fernando en su
día, el 30 de mayo, aniversario de su muerte en un Alcázar florecido en honda
primavera. A veces la ciudad pega estos quiebros, que no se parece a sí misma,
ni se muestra como la gente espera que se manifieste. Quizá entonces sea más
Sevilla, como estos seises de Martes de Carnaval que aún puede usted ver esta
tarde, paraíso cerrado para pocos.
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Lunes 23:
Valderrama y Sevilla
Hace diez años sus compañeros los artistas del flamenco y de la
copla le ofrecieron a
Juan Valderrama
un memorable homenaje de respeto y admiración en la plaza de toros de Las
Ventas. En Madrid. Hoy sus compañeros los artistas, que pueden ser sus nietos
biológicos y muchos de los cuales son sus nietos artísticos, le dan otro
homenaje y el mundo del flamenco vuelve a quitarse el sombrero ante los
venerables 85 años de don Juan Valderrama, en el Palacio de Congresos. En
Madrid. Siempre en Madrid. Siempre tiene que ser el Madrid flamenco el que le
reconozca a Valderrama los méritos que Sevilla le escatimó y le sigue
escatimando. Tomen la nómina de aquel homenaje de Las Ventas de hace diez años y
verán que eran artistas de Madrid los que reconocían el magisterio de
Valderrama. Tomen la nómina del homenaje de hoy y verán que son artistas de
Madrid los que le dan a Valderrama este justo y merecido "Tributo flamenco" que
Sevilla le escatima. Y oído al parche, que "Madre hermosa" por Diego el Cigala
puede ser una segunda versión de "Lágrimas negras" a efectos de éxito de
audiencia y de venta, y que "El emigrante" recreado por Vicente Amigo puede ser
la vuelta a las fuentes de Niño Ricardo. Nunca nos explicamos esta reticente
reserva de Sevilla con Valderrama, un artistas que adoptó esta tierra como
propia, que no paró hasta que consiguió venirse a vivir aquí, para lo que tuvo
que malvender sus propiedades en Madrid. Valderrama lo dio todo por venirse a
Sevilla, pero para que se lo den todo a él, ya ven: se tiene que ir a Madrid.
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Domingo 22:
Fiestas "in itinere"
Igual que dicen que en Madrid hay más y mejores
restaurantes vascos que en Guipúzcoa y en Vizcaya, y más asadores argentinos que
en Buenos Aires, e igual que en Sevilla hay más restaurantes sanluqueños que en
Sanlúcar de Barrameda y más mesones serranos que en Jabugo, en materia de
Carnaval se cumplió anoche el mismo axioma de los centralismos. Que Sevilla sea
la capital de Andalucía debe tener algunas ventajas. De este modo, aseguran en
Cádiz (que es donde de verdad saben de estas cosas) que anoche, sábado de
Carnaval, en las calles de Sevilla, y especialmente en la plaza de San Francisco
podían verse y escucharse más y mejores agrupaciones que en la propia capital
que inventó esta fiesta de febrero. Todo gracias a la iniciativa de la Caja San
Fernando que patrocina este viaje del Carnaval por la autopista. Aunque hay
quien dice que es como si hubiera que ir a Córdoba a ver a los almonteños
saltar la reja, o ir a Málaga a contemplar el paseo de caballistas de la Feria
de Sevilla.
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Sábado 21:
Cuaresma taurina
Hierven los salones de actos en
actividades culturales taurinas. Entregas de premios, mesas redondas,
conferencias magistrales, debates, exposiciones de cuadros, tertulias. Y eso que
aún no estamos ni en Cuaresma siquiera, que no ha llegado el Miércoles de
Ceniza. A los toros les está pasando ya como al mundo de la Semana Santa. Que
igual que todo el año estamos dale que te pego con las cofradías, ahora ya
estamos casi todo el año con estas actividades culturales, artísticas, sociales
en torno a la fiesta de los toros. Por así decirlo, es como una Cuaresma de los
carteles de Feria que se avecinan, como unos cultos internos por lo civil. Y
falta hacen todas esas actividades, a la vista de esos carteles del abono. Los
carteles de este año tienen menos interés que los de la temporada pasada, pero
más de los que sacarán en la próxima: como la medalla del desamor taurino. Esto
va cada vez a menos, pero más caro con el IPC y el IVA. Siempre se dice que la
Fiesta está en crisis, pero a la vista de los carteles de Sevilla la crisis
tiene que ser de caballo de picar de la cuadra de Antonio Peña. Los aficionados
tienen que hacer este año grandes esfuerzos para decidirse a renovar el abono.
Esos actos culturales con como devotos ejercicios para elevarles la fe, que casi
todos han perdido.
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Viernes 20: Un
descubridor
Este profesor canario llegó a la Universidad de Sevilla como
catedrático de Historia de los Descubrimientos y con todos sus saberes sobre los
viajes colombinos y la conquista de la América virreinal, deslumbrado por la
ciudad llegó pronto a la conclusión de que los mejores descubrimientos empiezan
por lo más cercano. Así fue como el profesor Francisco Morales Padrón comenzó su
apasionado descubrimiento de Sevilla. Como les ocurre a tantos, la ciudad lo iba
conquistando conforme la iba descubriendo. Nazareno de Las Penas de San Vicente
el Lunes Santo, refinado descubridor de clausuras y leyendas, pregonero íntimo y
nada efectista de la Semana Santa, Morales puso en pie un cuerpo literario
importante sobre la ciudad, tan poco bibliografiada hace treinta, veinte años.
Morales Padrón escribió un clásico entre los clásicos, "Sevilla insólita", libro
que el Secretariado de Publicaciones de la Universidad sigue reeditando una y
otra vez. Dirigió y alentó publicaciones fundamentales para conocer
científicamente la Historia de la ciudad, tan cargada de leyendas e
imprecisiones. Divulgó la visión de Sevilla de los viajeros de todo tiempo. Y
ahí en ese campo sigue Morales Padrón investigando, descubriendo y recopilando
los textos de quienes, como él. Llegaron desde fuera a Sevilla y fueron
conquistados por la ciudad. Acaba de publicar "Otra imagen de Sevilla", con más
textos literarios de los viajeros extranjeros, hasta ahora inéditos o al menos
poco conocidos.
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Jueves 19: Un
coche en La Gavidia
La exposición se llama "La Guardia Civil frente al terrorismo,
por la libertad, por las víctimas". Está en la sala San Hermenegildo. En los
paneles terribles, como en el Museo del Holocausto de los judíos en Israel, las
fotografías de los asesinados por los terroristas. En tiempos recientes de manos
blancas y "basta ya", pero también en aquellos lejanos tiempos de los albores de
la transición en los que caían todos los días militares, guardias civiles,
policías nacionales, y no había en la sociedad española este sentimiento de
solidaridad con las víctimas, sino que eran enterrados en silencio, como
vergonzantemente. Nadie entonces quería saber nada de aquello. Y en lugar
destacado de la exposición, un coche que da que pensar. El coche-bomba con el
que Henri Parot quiso ensangrentar a Sevilla. El coche está allí en la
exposición, por cierto muy cerca, al lado mismo, del aparcamiento subterráneo de
La Gavidia, donde los asesinos quisieron colocarlo y hacerlo estallar con su
metralla. Pero no pudieron salirse con la suya. Jugándose la vida, la Guardia
Civil se interpuso en el camino y aquel coche nunca llegó al destino que le
tenían asignado los criminales. Contemplar ahora ese coche como una simple pieza
del museo de los horrores al que pertenece no puede hacerse sin un sentimiento
de agradecimiento para aquellos guardias civiles que evitaron la tragedia.
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Miércoles 18:
Los dos abonos
Desde un punto de vista dinerario y materialista podríamos decir
que preparen sus carteras, que ha llegado el tiempo de los abonos. A pagar
tocan. Es el tiempo de la renovación de los abonos. Los abonos de las sillas en
la carrera oficial para la Semana Santa y los abonos de localidades en la plaza
de los toros. Un dinero. Pero hay cosas que no se miden con dinero, como la
exactitud de los ritos. Por eso vemos los abonos desde el punto de vista
inmaterial de los secretos almanaques sin hojas de la ciudad. Todos queremos
estar abonados a Sevilla. Tener la seguridad de que cuando llegue el momento se
va a producir el prodigio anual de siempre. Poder reservarnos un sitio allí,
donde los elegidos, y creernos entre ellos. Sitio que para cada cual es
distinto. Para unos, el sol alto; para otros. la grada de sombra. Para unos, La
Campana; para otros, el esplendor de poder contemplar la larga chicotá de la
Avenida, de la que no suele hablarse, y que algunas cuadrillas hacen desde el
Bancospaña a la Puerta San Miguel, del tirón. Para unos, la barrera, para otros
la primera fila en Sierpes, delante de Deportes Zeta, que ya no es Deportes
Zeta, pero que en la memoria de la ciudad seguirá siendo siempre Deportes Zeta.
Y pensando en la palabra, "abono", hay que considerar que este abono de la silla
o de la plaza es como la sustancia que echamos en la tierra de Sevilla, en el
mejor cahíz, para que pronto germine la primavera con todo su esplendor. Sevilla
es una tierra muy bien abonada por sus ritos y costumbres.
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Martes 17: La
tuneladora
Que viene, que viene, psss, pssss... ¿El qué? ¿Qué va a ser? La
tuneladora. La máquina de hacer los túneles del Metro. Una maravilla. Como
aquella que emplearon los atracadores de un país del Este para hacer el butrón
en la joyería de la calle Rioja, pero a lo bestia. Como el monstruo de las
galletas, pero ñaca, ñaca de portento. Tú metes la tuneladora, un poner, en el
campo de Feria y como la dejes sola, plas, plas, por el precio del Metro te hace
el túnel del Estrecho, porque sale a la altura de Tánger. La pena de la
tuneladora es que vaya por debajo de tierra y no la podamos ver trabajar, con lo
bonito que será observar cómo va escarba que te escarba. Como que deberían
vender primeras filas de barrera allí abajo, para ver trabajar a la tuneladora.
La gente las pagaría gustosa, con lo noveleros que somos, y con el precio de
esas entradas hasta se podría ayudar bastante a la financiación de las obras,
como el liquindoi de pago que van a poner en las de El Salvador. Lo más
maravilloso de la tuneladora debe de ser que en su cabeza lleva incorporado un
equipo de arqueólogas que sobre la marcha va examinando e identificando los
restos que va sacando en la tierra de San Fernando. De otra forma no se explica
que la tuneladora pueda excavar a caño libre con tanta velocidad, al contrario
de las zanjas a mano, que haces unos cimientos de nada y hasta que no vengan los
arqueólogos a ver qué hay allí no se excava ni medio palmo más. Y luego se
asombran del espectáculo del Circo del Sol. Donde esté la tuneladora que se
quiten los mejores espectáculos.
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Lunes 16:
Estado de obras
Sevilla, ciudad universal, imagen de marca de
Andalucía, símbolo de España, suele estar en el libro de los récords por la
extensión en metros cuadros de la planta de la Catedral y por otros hechos
insólitos. Pero unas marcas que no figuran en el Guinness, y que se baten todos
los días: el número de andamios, de cajones de obras, de vallas, de fachadas
sostenidas en pie por complejos y gigantescos mecanos. ¿Cuántos andamios hay en
por las calles del casco antiguo de Sevilla, entre ITV de edificios, obras de
restauración, rehabilitación y reforma, construcciones de nueva planta y lavados
de cara de las fachadas? Sería interesante contarlos, porque serían un bien
indicador económico. Tanto, que viendo tan andamio pensamos que de dónde saldrán
albañiles para tantas obras. Basta recorrer por la calle Francos para ver ese
bosque de andamios, y de vallas ante los que tienen las carnes abiertas muchos
capillitas, Por si todo este esplendor constructivo, rehabilitador y
reconstructivo fuera poco, hoy empieza en Los Remedios el zafarrancho de las
obras del Metro. Que eso sí que es un zafarrancho y no los de Vilima. ¿Cuántos
cientos de vallas más, cuantos kilómetros de cajones de obras tendremos que
añadir a las cifras récord de Sevilla? Ni cuando la Exposición del 29, ni cuando
la Expo del 92, pocas veces ha habido en Sevilla un estado de obras como el
presente. Si eso es bueno o malo, se admiten teorías. Nosotros creemos que es
bueno. Los comerciantes y los vecinos de Los Remedios creerán que no. Los que
tienen propiedades junto a las futuras bocas de Metro dirán que no bueno, que es
óptimo. Y nada digamos de los que alquilan los andamios y las vallas...
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Domingo 15:
Sevilla Global
Con esa nueva ley de las grandes ciudades que aún nadie se sabe,
el alcalde ya no preside los plenos. Está muy bien. El pleno es como el
parlamento de la ciudad y el presidente del Gobierno de la nación no preside el
Congreso, sino que se sienta en el banco azul. El tiempo que le deja al alcalde
la presidencia de los plenos lo tiene más que ocupado por otras presidencias. El
alcalde lo preside casi todo en materia de empresas municipales. Ahora será
nombrado también presidente de Sevilla Global, la sociedad instrumental de
desarrollo económico del Ayuntamiento. El alcalde ya era presidente de Tussam,
Lipasam, Emasesa y Emvisesa. Vamos, que menos presidente en la plaza de los
toros y menos presidente del Sevilla F.C., el alcalde preside casi todo lo
presidible en la ciudad. Y el Domingo de Ramos, preside el paso de palio de la
Hiniesta, naturalmente. Ahí, con la presidencia del Domingo de Ramos, es con lo
que creemos que entronca directamente Sevilla Global. Porque nos imaginamos que
entre las materias de desarrollo económico de las que se ocupa Sevilla Global
figurará en lugar muy destacado la promoción y mejora de los sistemas de venta
de globos para los chiquillos cuando están pasando las cofradías. Un Domingo de
Ramos sin globos de la Sevilla Global por el Parque cuando viene La Paz o el
puente cuando viene La Estrella, ni es Domingo de Ramos, ni es Sevilla, ni es
global, ni es nada. Como que lo de la sociedad globalizada lo inventó en Sevilla
aquel del viejo pregón: "!Cambio globos por botellas!"
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Sábado 14: La
Giralda, en las listas
La foto es impresionante, no por el paisaje
humano, sino por el paisaje monumental. Javier Arenas y los candidatos del PP,
retratados al pie mismo de la Giralda, en una azotea privilegiada. Con esa foto
podían irse los adversarios políticos de los populares directamente a la Junta
Electoral, a protestar por el uso partidista de la Giralda. La foto es como si
le hubieran puesto a la Giralda el escudo del PP. En las listas del PP figuran
Amalia Gómez y la Giralda. Pero como no hay sensibilidad ni sentido del humor
como para hacer una protesta en forma ante la Junta Electoral, la foto hay que
mirarla por otro lado. El de las dos privilegiadas azoteas de hotel que
muchísimos sevillanos desconocen, mientras los turistas extranjeros están hartos
de retratarse en ellas, como si fueran los candidatos del PP. La una es la
azotea del Hotel Doña María, que tienes la Giralda aquí encima cuando te asomas
a su barandilla o te estás bañando en su piscina. Sí, Sevilla insólita de
Morales Padrón pura: en Sevilla te puedes hacer una foto en bañador al pie de la
Giralda. Y la otra azotea de privilegio es la del Hotel Los Seises, donde nos
parece que está hecha la foto de los populares. Desde allí, si nos apuran, tiene
la Giralda una mayor y mejor perspectiva, con todo el tesoro desconocido de la
fachada norte de la Catedral, la menos retratada e iconografiada. Dos azoteas de
privilegio. Donde la presentación de la lista del PP (que es Amalia Gómez)
parecía un bautizo de azotea de aquellos que cantaba El Pali.
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Viernes 13:
Trágala y tragantá
Se ha contado muchas veces la historia. La de
quien se lleva meses y meses queriendo ver a un señor importante, hasta que
consigue que lo reciba. Y cuando está en su despacho, de pronto suena el
teléfono. El importante dice: "Perdone, voy a atender esta llamada". Y se pone a
hablar, y tiene al otro allí de pasmarote diez minutos. Cuelga el tío y
pregunta: "¿Qué quería usted?" Y el visitante dice: "No, como atiende usted
mejor a los que llaman por teléfono, mañana lo llamo y se lo cuento". Y coge y
se va. Algo así ha pasado con el alcalde. Hay quien lleva dos mandatos queriendo
ver al alcalde y no lo ha conseguido. Mientras que quien se pone ante el teclado
el ordenador, para la charlita vis a vis virtual, le pregunta al instante lo que
quiera. Así debería estar siempre el alcalde, en línea, y los ciudadanos
haciendo bingo con las preguntas directas sobre el importantísimo tema de "¿qué
hay de lo mío?". "On line" el alcalde dice lo que habitualmente calla. Como lo
del pacto con sus anteriores socios de gobierno. Dice que para pactos, el de
ahora, que el de antes no fue pacto, sino trágala. Pues que sepamos nadie le
puso una pistola al pecho para que lo hiciera. Más que trágala fue una tragantá.
La tragantá que le dieron a la voluntad mayoritaria de los votantes sevillanos,
que eligieron para alcaldesa a Soledad Becerril, a la que quitaron el sillón,
dicen que por la trágala, pero yo creo que fue más bien por el procedimiento del
tirón, con tragantá previa. Conviene recordarlo porque aquí no hay negocio
político más rentable que la amnesia.
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Jueves 12: Un
ojú al "va viniendo"
Dijimos que ya va viniendo. ¿El qué? ¿Qué va ser? La primavera.
Dijimos que se iban advirtiendo sus síntomas de luz; de los azahares impacientes
que empiezan a hacer correr su olor antes que suene el pistoletazo de salida; de
las tardes cada vez más largas. Como esto del tratamiento literario de la
primavera en Sevilla en cuanto se advierten esos síntomas es infinito, tanto de
textos buenos como de versos malos y de sevillanas peores todavía, algunos
lectores nos escriben con sus añadidos y objeciones. Nos dice un lector: "El
artículo de Abel Infanzón, lo he "leído" a través de los cinco sentidos porque
así es como yo presiento también llegar la primavera, aunque añadiría a todas
las señales el sonido de los pájaros cruzando la ciudad en esas tardes cada vez
más largas, un sonido que es diferente, ese aún no lo he escuchado, pero ya
están aquí, que es la señal de la que habla. Otro lector nos advierte que la
exclusiva informativa fue de Juan Miguel Vega en estas páginas, al dar noticia
de un naranjo de la calle Gutiérrez de Ribera. Y un tercero nos hace ver la otra
cara del "Ya va viniendo": "Cuando glose los encantos de la primavera, no olvide
a los miles de alérgicos que no podemos disfrutarla, y que cuando empieza a
florecer el azahar nos echamos a temblar, primero por la magnitud del
espectáculo, y en seguida por los tres meses de engorroso sufrimiento
respiratorio que nos anuncia..." (Le ha faltado a este lector añadir, con guasa
sevillana, su ojú: ¿Síntomas de primavera dice usted? Para síntomas de primavera
los míos, que me harto de estornudar con el dichoso azahar y con las flores...")
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Miércoles 11:
Paraíso de mirones
Visto sobre planos (como se compran los pisos),
el aparente caos de circulación en Los Remedios con el cierre de la avenida de
la República Argentina tiene hasta su lógica. Según "er pograma, con la lista
completa de toas las calles sin salía, er pograma" que venía ayer en esta parte
sevillana de EL MUNDO, son como dos grandes rodeos que se le dan a República
Argentina y a su infantiana prolongación, a derecha y a izquierda, para arriba y
para abajo. Aquello será el paraíso de los mirones. No hay nada que guste más en
Sevilla que pararnos ante una obra, a mirar cómo trabajan los demás. Forma parte
de lo que siempre sale bien en Sevilla, que ya dijimos que aquí todo lo que es
de balde y en la calle tiene el éxito garantizado. Mirar a los albañiles es de
balde y en la calle. Y esperemos que para cuidar la cantera de la afición al
liquindoi del currelo ajeno, no hagan en República Argentina y Blas Infante como
han hecho en El Salvador. A lo de El Salvador es que no hay derecho. ¡Cuidado
que poner un cajón de obras tan grande, que no se puede ver a los que están
trabajando dentro! Si por lo menos dejaran unas rendijitas, con lo que nos gusta
además ejercer el liquindoi a través de una rendijita, que tiene encima el morbo
de lo prohibido... Hay quien en los cajones de obras se pone a mirar por las
rendijitas como si, en vez de albañiles, por allí se vieran tías en cueros.
Dulce oficio sevillano de mirar. Don José Ortega dijo que aquí tenemos un
sentido púdico del trabajo. Debió añadir que le damos un sentido lúdico a la
impúdica contemplación del trabajo ajeno.
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Martes 10: Ya
va viniendo
Machado escribió "La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha
sido". Machado, Antonio, que aunque nació aquí, en la Casa de las Dueñas, tenía
de Sevilla tal idea que se creía que el Cristo de los Gitanos no era un
Nazareno, sino un Crucificado que había que desenclavar. El error de esos dos
versos no los hubiera cometido nunca el otro Machado, el bueno, el que nació en
la calle San Pedro Mártir, como Rafael de León: Manuel. Primero porque en
Sevilla la primavera no viene de sopetón, sino que va viniendo, poco a poco,
sobre los pies, despacio, como todas las cosas importantes. La primavera, antes
de que digamos "ha venido", la vemos venir. Esta gran señora de Sevilla es de
las que se ven venir. Presenta sus síntomas. El primero, la luz. Esta luz que
tenemos desde hace unos días. Cuando el sevillano ve una mañana esa luz, sabe
que ya no habrá grandes fríos, porque la primavera va viniendo. Luego, los
azahares impacientes. Esos azahares nerviosos que se adelantan a sus compañeros
y rompen olores ellos solos por su cuenta, en un ansia impaciente por ver esa
luz de Sevilla. Y luego, las tardes, cada vez más largas. Como alargando la mano
en el natural de la luz. Ya tenemos aquí todos esos síntomas no descritos por
los manuales, en los que el sevillano reconoce que va a aparecer pronto el
síndrome de la primavera. Y en contramano del sentido en que la frase se dice
ante las enfermedades malas, cuando el sevillano observa esos primeros síntomas
dice, gozoso: "Menos mal que la hemos cogido a tiempo..." Un año más, estamos
cogiéndola a tiempo. Para gozarla.
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Lunes 9: Otra
de la guasa
Entre sus muchos títulos, podríamos llamar a Sevilla la Ciudad
de los Olvidos. Los rabitos de pasas brillan por su ausencia. Olvidos por
indolencia, por incultura... o por mala baba. Anda que no hay aquí guasa ni ná.
Lo decimos a toro pasado por la Feria del Toro. Allí se han ofrecido justos y
merecidos homenajes en la terrible Ciudad de los Olvidos. Aparentemente, se ha
olvidado uno. ¿Cuál? Hombre, igual que se recordó al Conde de la Maza el año que
nos había dejado, haberse acordado ahora de un hombre del toro tan importante
cual
Miguel
Criado "El Potra",
que nos dejó este verano sin su gracia exenta de cualquier ojana, y al Padre
Leonardo lo dejó sin los dineros que daba para los desheredados sin que se
enterara nadie. (El Padre Castillo dice que El Potra era un santo con muy poca
vergüenza, pero un santo en sus calladas obras de caridad). ¿Le habrá dado
dinero a ganar Miguel Criado a los ganaderos presentes en la Feria, comprándoles
corridas para Pamplona, para Madrid, para Francia? ¿Habrá hecho favores Criado a
la gente del toro? Pues la Feria se ha olvidado de él. Y no por indolencia, ni
por descuido, sino por la guasa. Hubo quien propuso que la Feria rindiera
homenaje a este singularísimo hombre del toro. Pero hubo también quien dijo que
de ninguna de las maneras. Nada, nada, dejad el homenaje al Potra para cuando
haga cinco años de su muerte. Anda que no hay guasa ni ná en Sevilla, querido
Potra que nos estarás leyendo desde tu mesa del restaurante Puerta Grande de ese
cielo que el Padre Leonardo sabe de fijo que te ganaste...
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Domingo 8: La
nueva Calle de Infierno
Un viejo tópico sevillano cuya
veracidad nadie ha confirmado nunca dice que hace muchos años, en un congreso
internacional de arquitectura, pusieron al barrio de Los Remedios como ejemplo
de lo que nunca se debe hacer en urbanismo. Entre las incógnitas urbanísticas
del barrio, los soportales de República Argentina, trasunto de los viejos
soportales sevillanos de la calle Alemanes o del Salvador. ¿Para qué sirven los
soportales de República Argentina? ¿Hay en Sevilla algo más triste y oscuro que
los soportales de República Argentina? Ea, pues ya van a tener una utilidad, a
los cincuenta años de la construcción de los primeros. Van a servir como calles
de emergencia en las obras del Metro que van a convertir República Argentina y
calles adyacentes en la más exacta representación del caos. Todo sea por la
tradición sevillana del gigantismo: "Fagamos en Los Remedios un Metro tal que
etcétera". Y las fechas, usted, las fechas. La Feria sí que va a ser este año
interesante, con los accesos en obras. En República Argentina, en Niebla, en
Sánchez Arjona, en Arcos, en Virgen de Setefilla sí que van a estar este año las
verdaderas atracciones y cacharritos de la Feria: las calesitas de las máquinas
excavadoras, la casa de los horrores de encontrar aparcamiento, el tubo de la
risa de medio barrio de Los Remedios cortado. Aquello sí que va a ser de verdad
la Calle del Infierno, y no la que ponen junto a los aparcamientos.
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Sábado 7: Furor
arqueológico
Hemos dicho que en Sevilla hay una Arqueología de las Fiestas:
rescatan San Miguel, revitalizan el Corpus. También hay una Fiesta de la
Arqueología. Qué furor arqueológico nos ha entrado. El Museo Arqueológico tiene
las más importante colección de estatuaria romana fuera de Italia, pero nadie va
a verla. El sevillano no sabe dónde está el Tesoro del Carambolo. Pero, eso sí,
no hay solar donde no haya tres arqueólogos escarbando, con la brochita en la
mano, a ver qué sale. Si por algunos fuera, derribaban Sevilla entera, para ver
qué hay debajo. Vamos, que derribaban la Giralda para ver cómo eran sus
cimientos, esas basas romanas que la Giralda, que es una mujer coqueta y
picarona, nos deja ver, asomándole por debajo de la falda de ladrillería
almohade. Con decir que Pavón el Derribista ha creado su propia empresa de
arqueología está dicho todo. Hemos pasado de Derribos Pavón a Arqueología Pavón.
Y esta perplejidad ante la Fiesta de la Arqueología nos la mostraba ayer un
sevillano, tras nuestro comentario sobre las tumbas del Salvador, donde a lo
mejor hasta aparecen los restos de Zaqueo, el que marinea por la palmera de La
Borriquita. Viendo las fotos de los fieles difuntos y los arqueólogos excava que
te excava, el sevillano nos preguntó: "Pero, vamos a ver. En El Salvador, ¿no
eran los tejados los que estaban malamente? Y si eran los tejados los que
estaban malamente, ¿por qué en vez de arreglar los tejados, que es lo que hace
falta, y dejarse de tonterías, se ponen a remover a los muertos en sus tumbas,
con lo tranquilitos que estaban allí los hombres sin hacer daño a nadie?"
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Tumbas halladas
bajo la solería de El Salvador (Foto Morenatti-Efe) |
Viernes 6:
Cuadrículas de muertos
Excavaciones arqueológicas en las obras de restauración de El
Salvador. Y de pronto, bajo el pavimento que hemos pisado tantos Domingos de
Ramos por la mañana yendo a ver los pasos de La Borriquita y del Amor, aparece
una perfecta cuadricula sepulcral, con cuatrocientas tumbas de sevillanos que la
palmaron en el siglo XVIII. Sevillanos que conocieron la vanguardia imposible de
Olavide, que vieron construir la Fábrica de Tabacos y pasaron por el puente de
barcas. Sabemos ahora que la proclamación de la vida, de la primavera, de
Sevilla misma, que es la gran y adelantada Resurrección de la salida de La
Borriquita, se producía cada año sobre un sustrato de muertos. La memoria de la
ciudad estaba allí, enterrada bajo el mármol. Ahora lo hemos visto palpablemente
en El Salvador, pero así ocurre siempre. Esta ciudad es tan tradicional porque
se levanta sobre el sustrato de quienes nos precedieron. Los tenemos debajo de
los pies. Incluso desde allí abajo nos tiran de la chaqueta para corregirnos o
llamarnos la atención, contraguías de la Historia. Los turistas que visitan la
Catedral pisan en el Trascoro sobre la tumba del hijo de Cristóbal Colón. El día
que levanten la solería de la Catedral se encontraran otra cuadricula de
muertos. Andamos sobre muertos, las calles pasan sobre carneros olvidados. Por
eso Sevilla cobra a veces aspectos espectrales. Las sillas de los abonos de La
Campana mismo, ellos con ellos, ¿qué son, sino una terrible cuadrícula de
muertos sin mármol encima?
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Jueves 5:
Vuelve el medalleo
Igual que los vascos tienen como deporte popular eso de que unos
tíos con el morrillo así de gordo se ponen a levantar piedras como posesos, en
Sevilla también hay deportes populares. Un deporte popular es la edición de
cartel. Basta que cuatro amiguetes celebren lo que sea para que le encarguen un
cartel a Dubé de Luque, campeón olímpico de la especialidad. Otro deporte
popular es el pregón, de lo que se tercie, el II Pregón de la Furgona del
Tapicero o el XI Pregón de las Naranjas Guachintonas. Pero ningún deporte local
como el medalleo. Creíamos que el medalleo era algo de la dictadura, pero sigue
existiendo en la democracia. Nos inventamos medallas que colgar a cada paso. El
alcalde, por ejemplo, se ha inventado la Medalla de las Casas Consistoriales,
como sucedáneo de la Medalla de la Ciudad. Y ha ido a Harvard, que está ahí al
lado, a imponérsela a un catedrático de Literatura del destierro intelectual
sevillano, que por otra parte bien se la merece: al profesor Francisco Márquez
Villanueva. Si es por medallas, el camino abierto da muchísimo juego. Si hemos
inventado la Medalla de las Casas Consistoriales, sin salir del patrimonio
municipal también podemos inventar la Medalla del Mercado del Barranco, la
Medalla de la Torre de Don Fadrique o la Medalla de las Cocheras de Tussam.
Gente que quiera que se la pongan desde luego no va a faltar, con lo que nos
gusta aquí una medalla. Como que algunos se colgarían gustosamente como medalla
hasta los precintos de los morcones de Badía.
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Miércoles 4: "Bull
business"
Un año más, y van siete, la Feria del Toro. Anoche se inauguró
con el espectáculo de los mayorales de Salvador Távora. El propio Távora,
mayoral del mundo del teatro, es como un conocedor artístico de la Casa
Guardiola. En la cédula de convite, otros años ponía con letras así de gordas
que aquello se inauguraba bajo la presidencia de una Infanta, ora de Doña
Cristina, ora de Doña Elena, que es la parte más taurina de la Real Casa, muerta
la Condesa de Barcelona (q.s.G.g.). Este año nos hemos quedado de piedra con la
invitación: ponía en letras así de grandes que el acto iba a ser presidido por
alguien tan ligado al mundo del toro (por aquí) como don José María Bueno Lidón,
presidente de El Monte. ¿Qué tiene que ver Bueno Lidón con el mundo del toro?
Ellos lo sabrán. No sólo la cabra tira al Monte; el toro, por lo visto, también.
Se ve que al frente de la Feria y de la Unión de Criadores de Toros de Lidia ya
no está El Conde Poli, como lo llama Pepe el Manteca en sus memorias escritas
con la misma tiza montañesa del mostrador de Trifón, donde dice que le decían el
Conde Poli porque su nombre de pila era Policarpo. Cuando se iba a inaugurar la
Feria del Toro, el Conde Poli llamaba a La Zarzuela y le mandaban una Infanta
por Seur. Si no había Infanta a mano, incluso venía el propio Rey a echarle una
mano a su amigo Poli. Lo que más nos gusta es el nombre de la Feria: el Toro. El
toro es como le llaman a la fiesta los toreros. Los del negocio taurino son la
gente del toro. Los toros son las corridas, ir a los toros; pero el toro es la
cuantiosa actividad económica que genera. Lo que en aquel inglés que hablaba tan
bien el Conde Poli sería el "bull business".
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Martes 3: De
productores a consumidores
En la dictadura, para no llamar a los trabajadores por su
honroso nombre, les decían "productores", como el 1º de Mayo era San José
Obrero. Restablecida la democracia y las libertades sindicales, ojalá los
trabajadores hubieran seguido siendo "productores". Porque el gravísimo problema
de fondo de nuestra economía es que a los productores los han convertido en
consumidores, y que aquí cada vez se producen menos cosas. Sevilla, Fortaleza y
Mercado en definición certera de Carande, ha devenido en simple mercado. Un
mercado de 700.000 consumidores y muy pocos productores. Consumimos lo que se
produce por ahí; aquí cada vez se produce menos. Abrimos un restaurante más de
la burbuja turística y los manteles son de Cataluña, cerrada Hytasa; la vajilla
es de Alemania, cerrada La Cartuja; y las sillas son de Ikea o de Makro,
mientras en la vieja carpintería industrial de Casana hay otro restaurante. Cada
día hay más grandes superficies comerciales, mientras que el mejor destino de
las grandes superficies industriales es la recalificaciòn. Hablan del milagro
alemán... ¡Sevilla sí que es un milagro! Vivimos de vendernos los unos a los
otros cosas que no se producen aquí, servicios de empresas que no son de aquí,
pisos carísimos que no sabemos cómo se pagan. Si así esto es en Jauja, ¿cómo
sería si el valor añadido repercutiese en la economía sevillana? Pensamos esto
leyendo lo bien que le va a Carrefour: va a abrir no sé cuántos centros más. No
digo ya cómo iríamos si por cada Carrefour que se abriese se inaugurara una
fábrica. Me conformo con que por cada nuevo Carrefour no haya un cierre
industrial más.
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Lunes 2: La
verdadera Candelaria
Ayer fue la verdadera Candelaria. Y les aseguro
que hoy no verán en ningún programa televisivo del corazón ni un solo minuto de
información sobre el Rocío. No como el otro día, cuando "las ferias de la
Candelaria" con el pretexto de Triana, que se llenó aquello de chuflones con
sombreros tiroleses, capotes verdes, ponchos y abrigos loden, como en una
montería a lo divino que deviene en "pic nic" colectivo por la Raya y el camino
de Moguer. Ayer no había en la aldea más famoso que el Niño de la Virgen y su
Madre, la Patrona de Almonte: ojo, de Almonte, no de "Salsa Rosa". Ayer, la
Hermandad Matriz celebró al alba el rosario de la aurora. Los famosos ni estaban
ni se les esperaba. A las 8,30 y a las 10 hubo misa en el santuario. Estaba así
de gente, pero no había orgánica alguna de nuevos ricos con sus invitados de
tronío, ni ninguna cámara. A las 12 fue la presentación de niños a la Virgen. No
estaban ninguno de éstos que trafican fama y fortuna a costa de sus pobrecitos
niños, enseñándolos cuando van a cobrar una exclusiva de millones,
escondiéndolos y pidiendo la protección del Defensor del Menor y de Aznar cuando
no les interesa que salgan. Ayer, en la aldea del Rocío, donde está la Reina de
las Marismas y no la Reina de "Tómbola", se celebraba la Candelaria de verdad y
no la de papel cuché: la "Fiesta de la Luz" en la convocatoria de cultos. Les
aseguro que hoy no verán ustedes en las televisiones una sola imagen. Mejor. Así
es el Rocío.
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Domingo 1:
Jueves de Resurrección
En Sevilla ha surgido una nueva disciplina, que deberá ser
estudiada por los especialistas en Antropología: la Arqueología de las Fiestas.
Consiste en excavar en la memoria de la ciudad, hacer unas catas para ver los
estratos del recuerdo, sacar algunos restos, reconstruirlos. Así se hizo con la
Feria de San Miguel, que no se desenterró, se exhumó, que es muy distinto. Ahora
quieren hacer Arqueología de la Fiesta del Corpus. Si lo quieren revitalizar,
que de momento lean a Vicente Lleó. Sabrán así que, siglos antes que Ybarra y
Bonaplata inventaran la Feria, la otra gran fiesta de la primavera, tras la
Semana Santa, no era la Feria, sino el Corpus. Junto a la procesión había toda
una serie de veladas, festejos populares, toros y lanzas. Para que no pase como
con San Miguel, para revitalizar el Corpus y hacer la Resurrección del Jueves
Que Reluce Más Que El Sol, hay que rascar en la memoria de la ciudad. El Corpus,
tal como está, no tiene el menor interés turístico, a menos que se anuncie así:
"Vengan a ver el más lamentable e insoportable cortejo de capillitas más falsos
que una moneda de cinco euros con una vara en la mano, saludando a la gente por
la calle Sierpes". A ver capillitas no viene nadie. Hay que insistir en todo lo
que de refinado, de verdadero, de nuestro, tiene el Corpus: el delicado Corpus
de los palillos de un seise. O en esa corrida de toros que antaño fue grandiosa
y que hogaño es un cartel para salir del paso, donde Canorea pone a tres
compromisos muy gordos que dejó fuera de la feria.
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