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Descuelgan
todo lo más a la segunda llamada. Como las balas. No como
esos teléfonos sacaperras que te dicen que en estos momentos
todos nuestros agentes están ocupados y te cobran la Danza
de las Horas que te encachiflan como si la Sinfónica viniera
a tocártela a tu casa. Hablo del 010. El más útil de los
teléfonos que se pueden marcar en Sevilla. Gratuito, en esta
España telefónica donde los muñecotes rojos del Once Ocho Lo
Que Sea te sacan la cerilla de los oídos, en el despiste de
la empresa externalizada que lo atiende. Explico lo de «externalizada».
Cuando existía el 003 de información, eran empleadas de la
compañía, con su inconfundible voz de telefonistas antiguas,
las que atendían la llamada y te decían el teléfono de Pepe
Gómez en la calle Feria. Ahora, como el 003 no existe y
Telefónica pasó el servicio a compañías externas, no se sabe
desde dónde te atienden cuando llamas al Once Ocho Lo Que
Sea. Hubo un tiempo en que marroquíes hispanohablantes, con
sueldos mucho más bajos que en España, atendían el teléfono
de información desde Tánger. Más de un guasón que lo sabía,
en vez de preguntar por el número de Pepe Gómez le decía al
morito:
-Anda que no os hemos dado ná en Perejil, moro...
Como toda la información sobre números de teléfonos es ahora
de paganini, hay quien para no gastar recurre a los amigos.
Todos tenemos amigos que nos toman por el antiguo 003 o por
las páginas blancas o amarillas:
-Oye, ¿tú sabes el número Pepe Gómez en el hospital, que me
tiene que hacer unas recetas para Manolo?
Y allá que le das el número del Macarena o del Morato. Dos
euritos que le ahorras. ¡Pero se te pone una cara de páginas
amarillas! A Isabel Cobo, que tiene tan alto concepto de la
amistad, le he oído renegar de esta fea costumbre:
-No estoy dispuesta a usar a mis amigos como guía
telefónica.
Como servidor, Isabel Cobo quizá sea partidaria y defensora
del 010. Todo aquello que usted quiere saber, se lo dicen en
el 010. Y gratis total. En qué cine y a qué hora ponen lo de
Harry Potter para llevar a los niños. Qué farmacia está de
guardia por la parte del Plantinar. Hasta qué hora se puede
ir a Tráfico para renovar el carné. Qué oficina de la
Seguridad Social le corresponde a su distrito. De todo y por
su orden. Y con una amabilidad que ya quisiéramos que fuese
la norma en esta ciudad cada vez más mosqueada y menos
educada. Marcas el 010 y te dicen en plan simpático y
agradable:
-Buenos días, Cero Diez, Ayuntamiento de Sevilla, Área de
Participación Ciudadana. Le atiende Patricia Cervera: ¿en
qué puedo ayudarle?
Y Patricia Cervera te ayuda a saber a qué hora llega el
rápido de Cádiz donde viene la Pepa de Puerto Real. Y
Patricia Cervera te dice si este domingo abre el Cortinglés.
Y cuando ya te ha dicho todo lo que querías saber y le das
las gracias, te contesta:
-Gracias a usted por su llamada...
¿Se puede pedir más? Un 10 me parece poco para calificar el
010. Es un servicio municipal cum laude. Lástima que el
espíritu del 010 termine en sí mismo. ¿Se imaginan que la
circulación, los gorrillas, el principio de autoridad, el
control de los niñatos borrachos, la doble fila, los taxis
del aeropuerto, las obras del Salvador, La Encarnación, la
limpieza, el Metro, las fachadas libres de pintadas, las
farolas sin papelinas de propaganda, que Sevilla entera y
plena funcionara de bien como el 010? Que conste que tan
difícil no debe de ser. Si el 010 depende del Ayuntamiento y
funciona, la solución consistirá probablemente en elegir
como alcaldesa a Patricia Cervera y de concejalas a sus
compañeras del 010.
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